23 de junio de 2010

TERMINÓ LOST

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         Lost, una de las series de televisión que más dio que hablar en los últimos tiempos, llegó a su fin y produjo la aceptación y el rechazo de millones de seguidores en todo el mundo. Los artículos y los comentarios coparon los medios gráficos, televisivos e informáticos con polémicas sobre si el final estuvo o no a la altura de lo que la serie fue planteando a lo largo de sus seis temporadas. Se dijo mucho, se interpretó mucho y, fundamentalmente, se divagó mucho. Por mi parte, no voy a aventurar ninguna interpretación sesuda sobre el final (eso ya se ha hecho bastante) ni tampoco voy a revelarlo (por si alguno no lo vio todavía y quiere matar el tiempo leyendo este post), sólo voy a dar mi percepción general de la serie.

         Soy de los que opinan que hay mucha basura en la televisión y que, la mayor parte del tiempo, es más productivo hacer cualquier cosa antes que sentarse delante de la «caja boba». Ignoro cómo es en otras partes del mundo (supongo que igual), pero en Argentina la televisión está cada vez peor. Y cuando llega a un punto en donde parece que ya no puede empeorar, empeora un poco más. Y de repente, del Norte nos viene una serie que no sólo nos entretiene, sino que además nos hace pensar. Y nos hace pensar en serio, sin sentidos figurados o metáforas. Lost hizo pensar a personas que no se creían capaces de hacerlo.

         Lost no es la primera serie buena del siglo XXI ni mucho menos. He visto varias que me han gustado y que tuvieron una buena producción que las respaldó (podría nombrar a Nip-Tuck, Six Feet Under o The Sopranos, para dar algunos ejemplos), pero Lost ha sido la primera que me ha «enganchado» hasta tal punto de sacrificar horas de sueño (muchas horas de sueño) para ver «un capítulo más». Y esto no fue obra del azar ni una cuestión estrictamente personal (conocí a varias personas mucho más enganchadas que yo que, incluso, dejaron de dormir del todo por una dosis más de ficción isleña). No. Esto se debió a que el suspenso estuvo bien manejado y las historias de los personajes fueron atractivas y atrayentes. Lost nos mostró que detrás de toda persona (ya sea cirujano, rockero o delincuente) hay escondida una considerable cantidad de miseria, una parte en blanco que busca un sentido para seguir viviendo. Y es que los personajes estaban perdidos desde mucho antes de llegar a la isla, y seguirían estándolo mucho tiempo después. Además, con el hábil recurso de revelarnos primero el hecho y después la información que lo explica, nos obligaron a permanecer horas y horas delante de la pantalla del televisor y horas y horas lejos de ella simplemente esperando por los nuevos episodios.

         Con respecto al final, lo único que puedo decir es que a mí me gustó y me dejó satisfecho. Soy de las personas a las que les gusta que algunas historias cierren (al menos las que deliberadamente se abrieron en el transcurso de la trama), pero también entiendo que en una serie de seis años tampoco se puede cerrarlo todo. Hay puntos que quedaron en blanco (por nombrar dos podría señalar la importancia de Walter, que queda al final en la nada, o la verdadera historia de Libby en el psiquiátrico, a la que nunca se vuelve), pero es compresible en una serie de seis temporadas que debió durar más de lo que en un comienzo se tenía pensado. De hecho, esa intención de ser más larga se notó en varias oportunidades. Pero en conjunto, esto no le resta calidad al producto terminado. Lost es una serie muy buena, y esto es algo que sus peores detractores no pueden negar. Y el hecho de que no haya cerrado todas las historias creo que habla bien de ella. Teniendo en cuenta la naturaleza misma de la serie, me hubiese decepcionado que todo terminara de forma hermética, si se me permite el concepto. Al fin y al cabo, uno nunca llega a entenderlo todo... ni en la vida ni en el arte.
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1 comentario:

  1. al ver Lost (aun no termine pero ya estoy en la ultima temporada) te das cuenta que no puede haber nada pero nada que lo supere en todo sentido: historia, escenografía (que ganas de ir a veranear!), actores, guionistas, música (que buen hit el de la banda de charlie!!), los previously! nunca me imagine que me podía fanatizar algo a los 28 años como cuando veía dibujitos en mis tiernos años.

    Sin haber visto el final, por mas que termine de la manera mas boba posible (se me ocurre que todo fue un sueño como una de esas opciones) estoy seguro que nada va a cambiar mi opinión, después de disfrutar tanto tiempo sin bajar el nivel.

    Como dice Lucas, nos hizo pensar mucho, nos entretuvo y fue una adiccion sin efectos adversos.

    Una lastima que termine ahora solo me queda videomach!!

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