10 de abril de 2013

POSESIÓN INFERNAL: una película sin razón de ser






          Vengo de ver Posesión infernal (Evil Dead, 2013), una de las películas de terror más esperadas en lo que va del año. No es para menos, se trata de la remake del clásico de Sam Raimi The Evil Dead (en Argentina Diabólico), estrenada en 1981. Si bien esta nueva versión es dirigida por el uruguayo Fede Vargas, tanto Raimi como Bruce Campbell (el carismático protagonista del film original) estuvieron presentes en la producción, por lo que la expectativa era considerable y, por qué no, justificada.

          La película no es mala, aunque no está a la altura de su predecesora. No es de extrañar, casi ninguna remake lo está. No hay forma de que una remake salga ganando. Nunca. En términos de semejanza con el original, si es muy similar a él su existencia carece de sentido, y si es muy diferente carece de explicación (para eso es mejor hacer una película enteramente nueva); y con respecto a su calidad, si supera al original defraudará al fan (que ya tiene en el film anterior un objeto de culto), mientras que si es peor, no tiene razón de ser. Por esto mismo, las remakes siempre saldrán perdiendo de alguna u otra forma. Lo único que explica la proliferación de este tipo de películas es la pereza creativa de la industria de Hollywood, por un lado, y la pereza crítica de la mayoría de los espectadores, por el otro. En vez de recurrir a los originales, nos sirven en bandeja las nuevas versiones, con un ritmo, una estética y un lenguaje al que estamos acostumbrados. Nos impiden experimentar nuevas sensaciones a partir de estructuras ya en desuso, nos impiden reflexionar, conocer e interpretar. Hoy por hoy todo es reconocimiento, entretenimiento fácil y actualidad.

          Posesión infernal hizo de una película innovadora, una película más. Se quiso profundizar en el argumento y en los perfiles de los personajes, ganando con esto en datos pero perdiendo en misterio. La falta de recursos de la primera película se traducía en empatía por parte del espectador, incluso en comicidad e identificación. Nos causa gracia lo grotesco, que a su vez (aunque no siempre) es una consecuencia de la falta de presupuesto. En esta ocasión, los efectos abundan, llegando al clímax en una lluvia (literal) de sangre.

          Me podrían preguntar: ¿te estás quejando de una película que tiene más presupuesto, mejores efectos y una mayor profundidad en su argumento? No. Me quejo de una película que, por lo menos para mí, no tiene razón de ser. En rigor, se debe rehacer lo que no es bueno. Ése es el verdadero sentido del término “rehacer” (remake). Una remake no viene a sumar, sino a reemplazar. ¿Ahora, cuando recomendemos esta película, a cuál nos vamos a referir? ¿A The Evil Dead (1981) o a Evil Dead (2013)? ¿Recomendaremos esta última aclarando que hay una anterior que es mejor? ¿La primera será mejor para todos o solamente para los que nos gustan las versiones originales? ¿Se convertirá The Evil Dead en una película exclusiva para cinéfilos, mientras que la actual Evil Dead llegará a los fans light del terror inmediato, que olvidan la película a la semana de haberla visto?

          Mi recomendación es que vean The Evil Dead, la original.

          Si quieren, vean también Evil Dead, pero no dejen de ver The Evil Dead.

          Y si ven Evil Dead, quédense hasta el final de los títulos, que hay una pequeña sorpresa.


Ficha técnica:
Título original: Evil Dead
Año: 2013
Duración: 91 min.
País: Estados Unidos
Director: Fede Álvarez
Guión: Fede Alvarez y Rodo Sayagues Mendez (Remake: Sam Raimi)
Reparto: Jane Levy, Shiloh Fernandez, Lou Taylor Pucci, Elizabeth Blackmore, Jessica Lucas
Productora: FilmDistrict / Ghost House Pictures / Mandate Pictures / Sony Pictures Entertainment (SPE)


2 comentarios:

  1. No resulta oportuno citarte en tu propio blog, pero resumiste en un renglón algo que siempre pensé de las remakes "En términos de semejanza con el original, si es muy similar a él su existencia carece de sentido, y si es muy diferente carece de explicación". Impecable.
    Referido a la película, no conozco la original. De la moderna vi el trailer y me bastó para asustarme, pero esto no se puede adjudicar en absoluto a la calidad de la misma sino a mi burda cobardía. Probablemente no vea ninguna. Pero en reuniones de amigos opinaré como si lo hubiera hecho, y claro está, robaré estos argumentos.
    Salud.

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  2. Incluso sin haber visto esta versión, en vez de haber hecho un remake, bien podrían haber hecho una precuela, que con lo que se contaba en la peli original sí que daba para una precuela.

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