11 de septiembre de 2013

LOS PADECIENTES, de Gabriel Rolón




«Nadie puede ser completamente feliz sino al costo de una cierta ignorancia, pero esta ignorancia no está al alcance de cualquiera. Por el contrario, hay personas a las que la verdad les reclama desde su propia sangre el derecho a salir de las sombras, y no pueden desoírla aunque quieran, aunque duela o, como en el caso de Pablo, aunque corran riesgos innecesarios.»
Gabriel Rolón, Los padecientes.


            Generalmente, me suele pasar lo siguiente: cuando entro a un libro o a una película con expectativas altas (producto de diversas recomendaciones, trailers interesantes o del puro prejuicio), termino quedando decepcionado; por el contrario, cuando mis expectativas son bajas o nulas, las historias que veo o leo me suelen dejar satisfecho. Con Los padecientes, de Gabriel Rolón, se produjo una excepción: entré con muchas expectativas y salí con ganas de recomendarla. Sorpresas nos da la vida…

            Mis expectativas en relación con Los padecientes fueron alimentadas desde diferentes flancos. Por un lado, no me pasó desapercibido el éxito rotundo de un thriller argentino que había logrado agotar una primera edición. Y por otro, mi primer encuentro con Rolón, más conocido por sus incursiones en libros de autoayuda (sé que él no compartiría esta clasificación), se dio por medio del cuento “El cuarto escalón”, una verdadera obrita maestra, una de las pocas que valen la pena de la compilación Terror publicada por la editorial Planeta en el 2012[1]. Los padecientes, publicada originalmente en el 2010, ya formaba parte de mi lista de pendientes cuando leí este cuento que, debo decir, me cautivó más que la novela. De cualquier forma, “El cuarto escalón” funcionó como incentivo para ignorar el excesivo precio del libro y adentrarme, de una buena vez, en esta única novela de este singular autor[2].

Edición especial
            Los padecientes es una novela escrita por un psicólogo. No estoy siendo cínico (ni idiota), sé que Rolón es psicólogo, pero no me refiero a eso. Lo que quiero decir es que la historia misma está planteada como si se tratara de una sesión de psicoanálisis. Como buen policial, hay un crimen que ya fue efectuado; y como buen policial, un investigador se propone develar quién fue el que lo cometió y en qué circunstancias. En este caso, el investigador no es un detective, sino un psicoanalista, el Licenciado Pablo Rouviot. Pablo fue convocado por Paula, la hija de un importante magnate asesinado, para que testifique a favor de Javier, su hermano, hijo y asesino de la víctima. La idea es que Pablo escriba un informe en el que le asegure al juez que Javier es inimputable. Pablo acepta, pero en un momento determinado su deseo de verdad (que lo impulsa y le da sentido a su vida) empieza a poner en duda lo que todo el mundo daba ya por sentado, incluso los propios implicados en el caso: independientemente de la patología mental que pudiera presentar Javier, ¿es realmente él el asesino? Una simple pregunta, que molestará a personas de las altas esferas del poder y pondrá en serio peligro al Licenciado.

            Como en una sesión de psicoanálisis, entonces, y en contra de lo que dictaría un policial clásico, la verdad no se devela en las pruebas, sino en los diálogos y en las asociaciones que de ellos hace el analista. Los padecientes es verdaderamente un thriller psicológico, ya que la acción se desarrolla en la mente de los personajes. La verdad se juega (y se devela) en una sesión de psicoanálisis. Además, el profundo conocimiento que Rolón tiene sobre estas cuestiones, y su habilidad para incluirlas en la narración sin aburrirnos, hace que Los padecientes sea, también, una fuente interesante de términos científicos. A lo largo de sus páginas, nos enteramos de lo que son “los terrores nocturnos”, “las Falacias Lógicas”, “el Trastorno Límite de la Personalidad” y una larga lista de etcéteras. Estamos ante un thriller psicológico escrito por un psicólogo, y esto nos obliga a prestar atención.

            Por último, se me podría objetar que, formalmente hablando, la novela no carece de debilidades. Es verdad. Los diálogos, tal vez por la necesidad de convertirlos en el medio por el que circula y se devela la verdad, son a menudo artificiosos; los cambios de enfoque entre los personajes por parte de un narrador omnisciente por momentos confunden al lector; y la utilización de un castellano poco “porteño”, con palabras como “allí”, “cabello”, “niña”, casi en desuso en nuestra lengua cotidiana, le da a la novela una atmósfera de extrañeza. De todas formas, estas minucias (importantes sólo para los que se dedican a la literatura) no interfieren ni menoscaban la historia, que a fin de cuentas es lo que realmente importa en una novela.

            La naturaleza de la reseña me exige un balance. A partir de lo expuesto, la conclusión es obvia: si pueden, lean Los padecientes. Está buena.


***

Sobre el autor: Gabriel Rolón nació en Buenos Aires en 1961. Se graduó como psicólogo en la Universidad de Buenos Aires, donde se especializó en psicoanálisis. Participó en diversos programas de radio y televisión, como Tarde negra, La venganza será terrible o RSM, y, en 2008, condujo sus propios programas: Noche de diván (Radio Mitre) y Terapia (única sesión) (América TV). Entre sus libros, cabe destacar Historias de diván (2007), Palabras cruzadas (2009) y Los padecientes (2010), su primera novela.





[1] Ver "Terror (comp.), de editorial Planeta" (aquí).
[2] Queda pendiente un artículo sobre los altos precios de los libros, que, a mi entender, ya atravesaron la barrera de lo razonable.


6 comentarios:

  1. Hola Lucas:
    Me pareció muy buena tu reseña del Libro. Si bien no concuerdo 100% (la verdad, el libro, me gustó bastante menos que a vos) encontré puntos de vista para leerlo que no se me habían ocurrido,
    Saludos

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  2. Hola quisiera saber si los padecíentes y los padecíentes edición especial son los mismo libros o aea si cuentan lo mismo. Yo leí el de la tapa negra pero si este es diferente me lo compro ya!!

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  3. El libro es excelente. Solo... no veo la necesidad de hacer que la tapa del libro haga de este algo predecible en lo que respecta a su final...

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  4. Los padecientes o el superpsicologo de marvel comic. El tipo es un psicologo famoso. Todos lo quieren conocer, hasta quieren pagar para escuchar sus charlas. Vive en libertador y a garcha las mejores minas. De un dia para otro es forense, y de una hora a otra terapeuta infantil. Y como si esto fuera poco...detective. flojisimo policial. Diálogos absurdos y poco creíbles. Para terminar pobre de los pacientes a losla cuales alegremente les cancela sesiones haciendose el simpatico para admiración de su secretaria.

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  5. Empecé a leer el libro, y me tentó la película.,me dejo una sensación de miedo y tristeza..
    Es excelente.

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