1 de abril de 2014

THE WALKING DEAD: Terminó la cuarta temporada



SPOILER ALERT!!!!!
(Si no viste la cuarta temporada COMPLETA, entonces no leas este artículo)





Cuando los hombres se convierten en zombis


            Acaba de terminar la cuarta temporada de The Walking Dead y, después de records de audiencia y de un final que ha dejado conforme a millones de seguidores en todo el mundo (en EE.UU, sólo el domingo, la vieron 15,7 millones de personas), vale la pena compartir algunos comentarios.

            Cuando terminó la tercera temporada, me detuve en la naturaleza de los caminantes y en su relevancia en la historia[1]. Ahora, en cambio, quiero reflexionar un poco sobre la naturaleza e importancia de los mismos seres humanos y sobre su representación en este final que, a diferencia del de la temporada anterior (muy criticado y denostado por muchos de sus fans), dejó a los espectadores con un innegable deseo de más.

            Rick y sus amigos, divididos en varios grupos dispersos después de su huida de la prisión, llegan por fin a Terminus, un refugio abierto a todo aquel que pueda llegar hasta él. Al parecer, se trata de un lugar en el que la vida puede continuar, junto a personas tolerantes y bienintencionadas, donde no falta ni la comida ni las sonrisas. Por supuesto, si hay algo constante en las historias de zombis es que los refugios no existen y que la vida, salvo durante un breve periodo ilusorio, nunca mejora. Este caso no es la excepción. A minutos de llegar, Rick, Michone, Daryl y Carl notan que las cosas no son tan perfectas como aparentaban y, una vez más, tienen que enfrentarse al único ser que supera en peligrosidad al caminante: el hombre.

            Ahora bien, a partir de varios indicios se puede inferir que las personas que viven en Terminus son caníbales. Una cuestión aparentemente menor, pero que en realidad cristaliza una tendencia muy importante en esta serie, que viene presentándose desde la segunda temporada: los caminantes se están extendiendo mucho más de lo que puede verse a partir de su propia naturaleza muerta. Varias temporadas atrás fuimos testigos de cómo los humanos se convertían en zombis una vez muertos, sin importar que hubiesen sido mordidos o no. En otras palabras, estaban infectados. Ahora, podríamos ser testigos de un nuevo paso en esta dirección, ya que las personas (insisto, es una posibilidad todavía no confirmada) estarían reproduciendo el comportamiento básico de los zombis: comer carne humana. Si esto es así, las implicancias en el futuro de la historia serían más que relevantes, serían esenciales. Si los hombres se convirtiesen en zombis antes de dar su último suspiro, entonces tendríamos unos caminantes infinitamente más peligrosos que aquellos seres medio podridos; tendríamos caminantes dotados de razón y cálculo; tendríamos una nueva raza de zombis.

            Por último, lo que no se trata de una posibilidad, sino de un dato bien concreto extraído del argumento, es la forma en que Rick mata al líder del grupo que los estaba amenazando al costado del camino: con una mordida en el cuello. Cualquier similitud con un caminante no es, por supuesto, mera coincidencia.

            Quedamos, una vez más, a la espera de nuevos capítulos.
           

1 comentario:

  1. Interesante! No lo pensé nunca así. Si bien sabíamos que la mente de los humanos se estaba pudriendo y se estaban convirtiendo en "monstruos" parece que dejaron de negarlo, de decir: Lo hago por que tengo que sobrevivir. Es como que ya lo asimilaron completamente y lo aceptan como su ser.

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