21 de julio de 2014

NOTHING LEFT TO FEAR: cuando el mal se hace presente






            Un pastor llega con su familia a un pequeño pueblo con el fin de reemplazar al antiguo pastor. Todo parece perfecto, la nueva casa, los nuevos vecinos, la nueva vida… Pero como nada es lo que parece (y mucho menos en una película de terror), las cosas empiezan a tomar un rumbo extraño: una de las hijas del pastor empieza a enfermarse, mientras que la otra conoce a un chico misterioso que se ofrece como guía para mostrarle el pueblo. Antes de que puedan percatarse de la dirección que están tomando sus vidas, los recién llegados se verán envueltos en una perversa tradición en la que la maldad en estado puro adquiere una existencia concreta.

Slash
            Hay películas que se destacan por sus actores, otras por sus directores. En el caso de Nothing Left to Fear (2013), lo que llama la atención es su productor: Slash, el ex guitarrista de la banda Guns N’ Roses. En efecto, Nothing Left to Fear es la primera película de la productora Slasher Films (cuyo nombre lo dice todo).

En balance, la película está buena. Sin ser genial, maneja bien el suspenso y la imagen. Además, nos permite reflexionar sobre algunas cuestiones en torno a la noción del “mal”: ¿cuándo se es malo?, ¿el mal tiene que ver con lo que hacen las personas o con las motivaciones que los llevan a actuar?, ¿si para impedir que la maldad se expanda tuviera que mantenerla a raya (y, por ende, satisfecha), sería malo? Éstas y otras preguntas surgen del argumento de Nothing Left to Fear. Una buena opción para una noche de tormenta.


Ficha técnica:
Título original: Nothing Left to Fear
Año: 2013
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Director: Anthony Leonardi III
Guión: Jonathan W.C. Mills
Música: Nicholas O'Toole, Slash
Reparto: Anne Heche, James Tupper, Ethan Peck, Rebekah Brandes
Productora: Anchor Bay Films / Slasher Films / Movie Package Company (MPC)



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