15 de mayo de 2015

PETITE MORT, de Matías Bragagnolo




«Nadie es inocente, estamos rodeados de perversos en potencia.»
Matías Bragagnolo, Petite morte


- Una novela que perturba

El argumento, en sí, es bastante simple: Eduardo, un vendedor ilegal de pornografía, recibe un encargo más que singular, debe conseguir un video snuff (películas en las que muere de verdad una persona durante la filmación, generalmente después de haber sido torturada o violada) para un excéntrico millonario. La recompensa, un millón de dólares. Su respuesta, un rotundo no. Pero el millonario no está acostumbrado a recibir negativas, por lo que (al mejor estilo de El padrino) hará una oferta que el vendedor no podrá rechazar, una oferta que comprometerá la integridad y la vida de sus hijos. Después de eso, no quedará mucho por considerar.

            Como dije, el argumento de Petite mort de Matías Bragagnolo es bastante simple, pero no por eso la novela es, ella misma, simple. Lo que ocurre es que Petite mort no es sólo una novela, es un cruce interesante de registros: nos encontramos con una entrevista, un guión cinematográfico, un trabajo práctico para un taller de la carrera de Licenciatura en Cinematografía y, por supuesto, una tradicional narración en primera persona. Todo esto integrado en un detallado estudio sobre el mito snuff y el cine porno. Visto en su conjunto, Petite mort es una exégesis sobre el mundo y la industria de la pornografía, a la vez que un estudio sobre el (supuesto) cine snuff, desde sus orígenes hasta la actualidad. Pero, incluso, con esto me quedo corto, ya que este libro también es una enorme galería de las perversiones humanas (perversiones presentadas como reales, extraídas de crónicas periodísticas y de resonantes casos policiales). Con impresión, muchas veces hasta con repulsión, seremos testigos de lo peor de la naturaleza humana.

            ¿Me gustó la novela? Una pregunta difícil de responder. Primero, porque no creo que se trate de una novela concebida para «gustar». Y segundo, porque es difícil disfrutar de aquello que nos perturba o nos da asco. Sin lugar a dudas se trata de una novela interesante, bien escrita e inteligentemente armada, que traerá más de una pesadilla al lector. Por momentos puede volverse un poco lenta (en especial si el lector no es un cinéfilo declarado o un seguidor del porno), pero esas breves mesetas pasan con rapidez y la historia vuelve a tomar sus cauces, en un recorrido vertiginoso.

            Para terminar, me gustaría simplemente insinuar (me niego a hacer un spoiler) que a la combinación de registros se le suma un trabajo más que atractivo con los géneros literarios. ¿Novela porno? ¿Relato negro? ¿Ciencia ficción? ¿Todo eso junto? Léanla y decidan ustedes mismos… Si se animan, claro.


***

Sobre el autor: Matías Bragagnolo nació en la ciudad de La Plata en 1980. De profesión abogado, publicó ensayos, cuentos y poemas. Petite mort, finalista del Concurso Extremo Negro – BAN! 2013, es su primera novela.


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