19 de diciembre de 2017

FIN DE GUARDIA, de Stephen King





«–¿Cómo me he metido en esto? –pregunta lloriqueando.
»–Como todo el mundo se mete en todo –dice Brady sin levantar la voz–. Paso a paso.»
Stephen King, Fin de guardia.


«La trilogía Hodges» llegó a su fin.

Fin de guardia, libro que cierra la serie policial de Stephen King compuesta por las novelas Mr. Mercedes (2014) y Quien pierde paga (2016), acaba de ser publicado por Plaza & Janés en una hermosa edición de tapa dura con sobrecubierta.

            Una vez más, el inspector retirado Bill Hodges tiene que enfrentarse a un caso complicado, en el que muchas vidas (entre las que se cuentan la suya y la de sus más queridos amigos) se ven en peligro. Brady Hartsfield, aquel psicópata que ya había asesinado a varias personas en su atentado en el Centro Cívico y había intentado asesinar a muchas más en el auditorio Mingo durante el concierto de ‘Round Here, vuelve a convertirse en una amenaza. El problema es que, en teoría, Brady todavía no se recuperó de ese último encuentro con el grupo de Bill, ocho años antes, en el que Holly lo golpeó en la cabeza con una cachiporra, ocasionándole daño cerebral. Ahora, confinado en la habitación 217 del Hospital Kiner Memorial, y no siendo mucho más que un «vegetal», Brady desarrolla en secreto una habilidad bastante inusual: puede mover objetos con sólo pensar en ellos y, algo todavía más increíble, influir en la mente de las personas hasta el punto de meterse en ellas y, si lo desea, tomar el control. Con esta nueva habilidad, Brady no deja de pensar en la magnitud de su venganza.

            Fin de guardia es una nueva muestra (como si hiciera falta alguna más) de que Stephen King sigue siendo un maestro en lo que hace. Con la destreza que lo caracteriza, y que lo convirtió en uno de los escritores más exitosos de la historia de la literatura, el autor de El resplandor logra combinar una historia interesante e imposible de abandonar con un trasfondo complejo en el que no sólo cobran vida personajes entrañables, sino que también se desarrollan temas de gran profundidad, entre los que se destaca el suicidio. En efecto, Brady, que ya había inducido al suicidio a Olivia Trelawney (dueña del Mercedes con que se cometió el atentado en el Centro Cívico) y había intentado hacer lo mismo con Hodges, desarrollará su plan teniendo en cuenta su pasión por empujar a las personas hasta el límite y ver cómo, solas, lo atraviesan.

            De esta manera, con Fin de guardia no sólo tenemos una novela para pasar un buen rato, sino una historia que (además del buen rato, por supuesto) es también una reflexión profunda, inteligente y bien informada sobre lo que significa el suicidio en la sociedad norteamericana y, por extensión, en las sociedades hiperconectadas del siglo XXI.

            Por otra parte, es interesante ver «la trilogía Hodges» como un recorrido por la misma versatilidad de Stephen King. Partimos de un formato policial (en Mr. Mercedes), pasamos por un relato en el que la verdadera protagonista es la pasión por la literatura (en Quien pierde paga) y llegamos a un thriller fantástico (en Fin de guardia), todo en lo que podría considerarse una misma historia. No es de extrañar que, entre los lectores constantes, esta última entrega sea una de las más celebradas de la saga.

            No puedo decir mucho más sin incurrir en algún spoiler. Prefiero detenerme antes de arruinarle al lector el innegable placer de dejarse llevar por la lectura. Lo único que puedo agregar (y me temo que con esto ya digo mucho) es que terminé la novela con un nudo en el pecho y lágrimas en los ojos.

Nada más.




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Sobre el autor: Stephen King nació en Maine (EE.UU.) en 1947. Estudió en la universidad de este Estado y después trabajó como profesor de literatura inglesa. Su primer éxito literario fue Carrie (1974), que, como muchas de sus novelas posteriores, fue adaptada al cine. Lleva escritas más de cuarenta novelas (entre las que se destacan Cementerio de animalesItThe Green MileUn saco de huesos y la saga La torre oscura, entre muchas otras) y doscientos relatos. En 2003 fue galardonado con el premio literario estadounidense de mayor prestigio, la medalla de The National Book Foundation for Distinguished Contribution to American Letters.



- King, Stephen, Fin de guardia, Barcelona, Plaza & Janés, 2017.





10 de diciembre de 2017

CADÁVER EXQUISITO, de Agustina Bazterrica



Recién publicada, Cadáver exquisito de Agustina Bazterrica es la ganadora del Premio Clarín Novela 2017, que en esta entrega contó con un jurado integrado por Jorge Fernández Díaz, Pedro Mairal y Juan José Millás. Si bien este dato no es menor, tampoco nos dice mucho sobre la calidad de la novela. Entre las personas que se dedican a las Letras es usual reflexionar sobre la credibilidad de algunos concursos y el mérito de las novelas galardonadas. Las conclusiones pueden ser muy variadas, desde la risa ante novelas que de ningún modo se merecerían un premio (al menos según la opinión de quien delibera en ese momento) hasta una defensa acérrima que puede llegar, y generalmente lo hace, a la descalificación de los interlocutores. Debo decir que yo soy de aquellos que no creen mucho en la legitimidad de los certámenes. Al fin y al cabo, ganar uno no es más que haber sido elegido por tres o cuatro personas, y un escritor (cualquier escritor) no debería conformarse con tan poco. De cualquier manera, no niego que muchas novelas son merecidamente premiadas, y Cadáver exquisito representa, sin lugar a dudas, un acto de justicia literaria.

Estamos en una sociedad distópica, en un futuro próximo, tan próximo que lo sentimos a apenas unas páginas de distancia. En esta sociedad, un nuevo virus mortal contraído por los animales puso en jaque a la raza humana. Mientras que los animales eran portadores, los seres humanos contagiados morían. Para eliminar toda posible amenaza, se iniciaron los sacrificios masivos y, así, la vida animal, por lo menos hasta donde se pudo controlar, despareció sobre la Tierra. Pero había un inconveniente… ¿Qué iban a comer las personas? La legalización del canibalismo fue la solución no sólo a ese problema, sino a muchos otros: la inseguridad, la superpoblación, la pobreza… De forma tan rápida como eficaz, se naturalizó la nueva cultura alimentaria y el mundo experimentó lo que se dio en llamar la «Transición».

En este contexto se encuentra Marcos Tejo, encargado general del frigorífico Krieg y mano derecha del jefe, que debe hacerse cargo de un padre demente, esperar el regreso de una esposa depresiva y soportar la propia angustia por un hijo muerto. Pero sigue adelante, con la eficiencia de alguien que está acostumbrado a hacer bien su trabajo. Su tristeza, su frustración al ver que su vida se desvaneció desde la muerte de su hijo, su imposibilidad de adaptarse a una sociedad nueva que él mismo rechaza pero que ayudó a forjar (redactando las leyes que hoy se niega a cumplir) lo convierten en una especie de autómata, un zombi que se niega a comer carne humana cuando el resto de los humanos se regodea en ella. Aunque todo cambia, por supuesto. Para Marcos, el cambio llega en forma de un regalo: recibe en su casa, de parte del criadero Tod Voldelig, una hembra PGP (siglas de Primera Generación Pura). Un regalo que vale una fortuna, que puede tanto vender como criar o comer. Un regalo que, legalidad aparte, puede dar mucho más de lo que se espera. Un regalo que cambiará su vida para siempre.

Sin miedo a exagerar, puedo decir que Cadáver exquisito es una novela magnífica, escrita con una prosa simple y directa, que en vez de menoscabar una historia que de simple no tiene nada, la convierte en una retahíla de golpes contundentes. A partir de la descripción de esta sociedad distópica, Agustina Bazterrica en realidad apunta a los dilemas que aquejan a nuestra propia sociedad. La deshumanización de las personas, lo animal, los morbos presentes en cada represión, el tabú necesario para que haya un orden y que, aunque cambie de contenido, siempre es tabú, los miedos, la familia, el amor, las palabras… Las palabras. Con una conciencia digna de alguien que vive de ellas, Bazterrica nos muestra cómo todo, en última distancia, tiene que ver con la lengua y la forma en que decimos las cosas. De esta manera, la «Transición», más que un cambio de paradigma existencial, no fue otra cosa que un cambio en la forma de nombrar. Por esto, el trabajo con el lenguaje es esencial en la historia, y las palabras llenan los vacíos que las mismas palabras, no pronunciadas, dejan.

No recomiendo Cadáver exquisito de Agustina Bazterrica por haber ganado la nueva edición del Premio Clarín Novela. No. Recomiendo Cadáver exquisito porque es una gran novela a la que el Premio Clarín vino, como dije en un comienzo, a hacerle justicia.

No lo duden, léanla. Una vez que empiecen no van a poder parar.



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Sobre la autora: Agustina María Bazterrica nació en Buenos Aires en 1974. Es licenciada en Artes (UBA). Ganó el Primer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires «Cuento Inédito 2004/2005» y el Primer Premio en el XXXVIII Concurso Latinoamericano de cuento «Edmundo Valadés» (Puebla, México, 2009), entre otros.
En 2013 publicó la novela Matar a la niña (Textos Intrusos), y en 2016, el libro de cuentos Antes del encuentro feroz (Alción Editora). Es gestora y curadora cultural, junto con Pamela Terlizzi Prina, del Ciclo de Arte «Siga al Conejo Blanco» (www.sigaalconejoblanco.com). También coordina talleres de lectura con Agustina Caride.
Su página web es www.agustinabazterrica.net

- Bazterrica, Agustina, Cadáver exquisito, Buenos Aires, Alfaguara, 2017.