Llega un momento en que te das
cuenta. Te das cuenta de que sufrir es una decisión, la tuya; de que escuchar
al miedo siempre es una opción, y no la más sabia; de que si alguien habla de
vos no te define, se define; de que haber amado nunca fue un error, aunque te
haya costado el corazón; de que mientras estás vivo estás tan vivo como
cualquiera, sin importar los pronósticos; de que sos liviano, y lo que te pesa
no sos vos, sino lo que cargás encima. Llega un momento en que te das cuenta, y
el mundo cambia aunque siga siendo el mismo. Y vos... Bueno, vos tenés que
querer darte cuenta. ¿Querés?
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