No tiene mucho sentido que haga una síntesis de Cementerio de animales (Pet Sematary), todos la conocen. Sólo
diré que la familia Creed se muda a un pueblito llamado Ludlow con la intención
de llevar una vida más relajada. Louis, el padre, comienza a trabajar como médico
en el campus de la universidad, mientras que Rachel, su esposa, se queda en
casa con sus dos hijos, Ellie y Gage, y su gato, Church. Recién mudados, entra
en su vida su vecino, el viejo Jud. Poco después, aparece la desgracia. El
resto, como se suele afirmar, es historia.
Mientras
miraba la película, sumido en la oscuridad del cine, no podía evitar hacerme
una simple y obsesiva pregunta: «¿por qué?». ¿Por qué adaptar una película cuya
novela es excelente? ¿Por qué volver a hacer una película que ya se ha hecho
eficazmente treinta años atrás? ¿Por qué introducir cambios en la historia que
no sólo no suman, sino que restan? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Por
supuesto, dejando de lado el factor económico, no hay una respuesta que lo
explique.
Ya antes reflexioné sobre la razón de ser de las remakes[1]. Básicamente, no creo que haya un verdadero motivo (artísticamente
hablando, claro) para hacerlas. Nunca una remake
puede salir ganando. Si es muy similar a la película original, su
existencia carece de sentido (¿por qué no ver la original entonces?), y si es
muy diferente carece de explicación (¿por qué no hacer una película enteramente
nueva?). Por otra parte, y con respecto a su calidad, si la remake es mejor, defraudará al fan (que
ya tiene en el film anterior un objeto de culto), mientras que si es peor, no
tiene razón de ser. Y si encima sumamos el factor literatura, la ecuación se
exacerba. Son muy pocas las películas que logran cierta dignidad ante el libro.
Sólo una sucesión de generaciones indolentes puede explicar el éxito de algunos
films. Así, como muchas personas ya no tienen la intención (ni la capacidad) de
leer una novela, esperan con fruición y ansiedad la película, creyendo ilusoriamente
que disfrutan de Stephen King sólo por ver alguna de sus innumerables
adaptaciones.
Y esto
nos devuelve al tema principal del artículo.
El problema con películas como Cementerio de animales (al igual que con It[2])
es que no se valoran según lo que son,
sino según lo que deberían ser (es
decir, según lo que no son). Cuando
tenemos que opinar sobre Cementerio de
animales (2019), lo hacemos comparándola con el film de 1989 o, lo que la
deja todavía en peores condiciones, con la novela de Stephen King de 1983. Lo
que en el libro era excelente, en la adaptación de los 80 era aceptable,
mientras que en esta nueva versión simplemente «no es»: la relación de Louis
con sus suegros, la presencia de Church en la familia, la necrofobia de Rachel,
el vínculo paternal de Louis con Jud, las historias pasadas en torno al cementerio
micmac y una larga lista de etcéteras. Todo en esta nueva adaptación es rápido,
tan rápido que apenas permite una ligera empatía del espectador con los
personajes. Los recursos son ante todo sensibles (apariciones visuales abruptas
con las esperadas subidas de volumen), abandonando tanto el componente psicológico
y emocional como el clima de absoluta perturbación, presentes tanto en el film
anterior como en la novela.
En
conclusión, Cementerio de animales/libro
deja una marca en el lector que permanece mucho más allá de la lectura de sus
páginas. Cementerio de animales/película/1989
deja una marca en el espectador que permanece más allá de los minutos de
pantalla. Cementerio de animales/película/2019
deja una angustia por ausencia de marca.
En fin, creo que no
estaría mal que la industria del cine olvidara por un momento que es una
industria y se centrara en su costado artístico. Así, tal vez (y sólo tal vez),
empezaríamos a disfrutar de películas originales y de buena calidad.
***
Título
original: Pet Sematary
Año: 2019
Duración:
101 min.
País: Estados
Unidos
Dirección: Dennis
Widmyer, Kevin Kolsch
Guion: Dave Kajganich, Jeff Buhler (Novela: Stephen
King. Historia: Matt Greenberg)
Música: Christopher Young
Fotografía: Laurie Rose
Reparto: Jason Clarke, John Lithgow, Amy Seimetz, Jeté
Laurence, Hugo Lavoie, Lucas Lavoie, Naomi Frenette, Alyssa Brooke Levine
Productora: Alphaville Films / Paramount
Pictures
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