Pará. Hacé una pausa. Mirá a tu alrededor. ¿Qué
ves? ¿Estás bien? ¿Te relacionás bien con los demás? ¿O hay una sombra entre
vos y ellos? ¿O hay una sombra en vos? ¿No sos vos, acaso, una sombra que, al proyectarse
en su afán de comunicación, en su afán de compañía, no hace más que oscurecerlo
todo? Pensalo…
Estas
reflexiones (entre otras) se me presentaron mientras leía Una sombra entre
nosotros de Francisca Mauas, libro que incluye tres relatos escritos en
verso y que fue publicado en 2018 por Halley Ediciones (del 2019 es la segunda
edición, que tengo ahora entre mis manos). En estos tres cuentos-poemas,
Francisca trabaja sobre algunos de los estigmas propios de las relaciones
interpersonales de los individuos de hoy en día: la incapacidad de comunicarse
en un mundo hipercomunicado, la soledad que esta imposibilidad genera y que a
su vez es causa de ella, y la tristeza que, cual veneno que corroe por dentro,
nos infecta hasta el punto de volvernos sombras de nosotros mismos.
En
la primera historia, “Camino de tierra”, esta cuestión de “la sombra” se
plantea de manera explícita. El narrador va al campo con sus dos amigos, María
y Alex, para descubrir, en una extraña ceremonia precedida por una mujer
japonesa, que hay una sombra entre ellos tres, una sombra que deben desterrar.
La incapacidad del protagonista de comunicarse con los demás lo lleva a
preguntarse si esa sombra no sería él mismo, que se interpone entre los otros
dos. Y esto es lo que más me gustó (e impactó) del libro. En todos los relatos
nos encontramos con un trinomio de relaciones, en los que el
protagonista siempre es el tercero, la molestia, la sombra.
En
“La caja secreta de Virgina” el trinomio se da entre el narrador, su
hija de siete años y su esposa víctima de una enfermedad neurodegenerativa. En
este caso, la imposibilidad de comunicarse se da entre un hombre adulto con una
esposa incapaz de anclarse en la realidad y una nena que, todavía, no logra entender
mucho de lo que pasa a su alrededor. Aunque sin que se mencione de manera
directa, la sombra está presente, lo mismo que el aislamiento y la tristeza de
un personaje que lleva un mundo (su mundo) a cuestas.
Por
último, en “Medianoche”, última historia del libro, un actor debe enfrentar el
hecho de que la mujer de la que está enamorado, y que comparte con él el
protagónico de la obra de teatro que están por estrenar, no lo mira con los
mismos ojos, sino que, según sus cálculos, tiene un amorío con el director de
la obra. Una vez más, un tercero entre tres, una sombra que no hace más que
vagar entre dos individuos que, de alguna forma u otra, la excluyen.
Así,
en Una sombra entre nosotros podemos contemplar cara a cara nuestros más
terribles padecimientos: la soledad, el aislamiento, la tristeza. En estas
páginas, la sombra que son los protagonistas se extiende a los lectores.
Después de todo, no es casual que ahora estés solo o sola, leyendo esta reseña,
o que hayas estado (o vayas a estar) solo o sola al momento de leer el libro de
Francisca, buscando en la literatura esa posibilidad de comunicación que una
realidad superficial nos niega. En definitiva, todos somos un poco
los protagonistas de estos relatos, esas sombras para los demás que son,
también, sombras para nosotros.
***
Sobre la autora: Francisca Mauas nació en
Buenos Aires en 1980. Experimentó la actuación, la dirección y la
escritura de teatro, de guiones, de novela y de poesía. Una sombra entre
nosotros es su primera investigación sobre el relato escrito en verso.