13 de junio de 2021

THE CONJURING (THE DEVIL MADE ME DO IT): La lucha continúa





 

El matrimonio Warren regresa una vez más para enfrentarse a las fuerzas del mal. En esta ocasión, Ed y Lorraine (Patrick Wilson y Vera Farmiga, respectivamente) acuden a presenciar y documentar el exorcismo de David Glatzel (Julian Hilliard), un chico de 8 años que, tras mudarse con su familia a una casa nueva, empieza a sufrir una posesión demoníaca. Las cosas no salen muy bien: el demonio es más fuerte de lo que esperaban y el sacerdote encargado de la ceremonia no puede controlar lo que ocurre. Finalmente, y ante un cura y un Ed Warren derrotados, Arne Johnson (Ruairi O'Connor), el novio de la hermana de David, decide intervenir ofreciéndole al demonio un trato: si deja al chico, puede meterse en él. El espíritu acepta, lo que significa el fin de los problemas de David y el comienzo de los de Arne. Unos meses después, Arne, completamente enajenado, asesina a un hombre. Ante esta situación, Ed y Lorraine tratarán de salvar al muchacho, demostrando que no es culpable de las acusaciones que se le imputan, ya que su forma de actuar respondió a una presencia maligna y extraña en él. Para lograr esto, deberán rastrear los orígenes de la posesión y, así, construir un argumento sólido capaz de convencer al jurado. 

The Conjuring: The Devil Made Me Do It (El Conjuro 3: El Diablo me obligó a hacerlo) es la tercera entrega de la saga de El conjuro, que pone en escena a Ed y Lorraine Warren, el matrimonio de investigadores paranormales que, en la vida real, escribieron una cantidad considerable de libros sobre temas sobrenaturales, participaron en miles de casos y fundaron, en 1952, la Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra (New England Society for Psychic Research). Al igual que en las películas anteriores, el guion está basado en un hecho real. En esta oportunidad, se trata del «Juicio de Arne Cheyenne Johnson», también conocido como el caso «El Diablo me hizo hacerlo», en el que la defensa del acusado alegó su inocencia afirmando que el mismo había actuado bajo una posesión demoníaca, consiguiendo una condena a cinco años de prisión, cuando en un principio se esperaba una de entre diez y veinte años. 

No es casualidad que la «franquicia» de El conjuro sea la más exitosa dentro de la industria cinematográfica de terror. Su universo, que incluye las películas de Annabelle, La maldición de La Llorona y La monja, es bien recibido por los amantes del género, dada la calidad, originalidad y solidez de sus entregas. Este nuevo film, que tiene al mismo James Wan en la producción y en la confección de la historia, no es la excepción. 

Con el Conjuro 3, la presencia demoníaca expande sus fronteras e incluye el componente humano como origen trascendido del mal. Y al deseo del mal, a su invocación, se le enfrenta, además de la fe y de los símbolos que ella enarbola y que todos conocemos (la cruz, la Palabra de Dios, el agua bendita, etc.), el amor, también humano, que otorga poder en la debilidad. 

El bien contra el mal. En definitiva, de eso se trata siempre. Y, con El conjuro 3, seguimos siendo testigos de esta lucha, con una historia interesante y bien narrada y con unos protagonistas que, película tras película, nos gustan cada vez más. 

 

 

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Título original: The Conjuring: The Devil Made Me Do It

Año: 2021

Duración: 112 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Michael Chaves

Guion: David Johnson.

Historia: James Wan, David Johnson

Música: Joseph Bishara

Fotografía: Michael Burgess

Reparto: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Ruairi O'Connor, Sarah Catherine Hook, Julian Hilliard, John Noble, Eugenie Bondurant, Shannon Kook

Productora: Atomic Monster, New Line Cinema, The Safran Company




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