5 de septiembre de 2021

BAJANDO LÍNEA




 


         ¿Vieron a la profesora de historia bajando línea completamente enajenada? No estoy en contra de que un docente haga explícita su postura política (si es que la tiene), pero no puede imponer su verdad de esa manera, tergiversando la historia, violentando el discurso, tratando de ignorantes a los alumnos (cuando no de pobres), impidiéndoles exponer con tranquilidad sus opiniones. Una profesora así busca evitar que los estudiantes desarrollen la capacidad de pensar críticamente, que es la verdadera misión del docente.

         Tenemos que entender que lo que nosotros pensamos no es más importante que el hecho de que los alumnos piensen. Abramos el debate en el aula, pero más que con respuestas, abrámoslo con preguntas. Y dejemos que los alumnos respondan, con lógica y fundamentos. Si no lo hacen, ahí tenemos que intervenir, marcando los puntos débiles de su exposición. Y después de eso, volvamos a preguntar.

         No hay que ser Sócrates para saber que el conocimiento no se impone desde afuera y a los gritos, sino que se alcanza desde dentro, con estudio y reflexión. Muchas veces, el buen profesor no se destaca por dar una buena respuesta, sino por plantear una buena pregunta.



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