24 de septiembre de 2012

EL DESALMADO, de Carlos Chernov



         Ricardo y Eduardo L’Héritier son hermanos gemelos. Eduardo es el primero en nacer y todo parece estar bien en él, mientras que Ricardo no come, no reacciona ante los estímulos y duerme con los ojos abiertos. Desesperados, los padres recurren a todos los médicos a su alcance, pero en el Chaco, donde viven, los recursos no son muchos. Entonces deciden viajar a Buenos Aires para encontrar una respuesta y, de ser posible, una solución. Pero antes hacen un último intento: prueban con un brujo, al que llaman el pilagá. Este brujo desarrolla un ritual y, a partir de él, el bebé se alimenta normalmente. Desde ese momento, el pilagá se queda viviendo cerca de ellos, argumentando que Ricardo lo necesitará por mucho más tiempo. Así comienza la historia de Ricardo, una historia que, según desde dónde se la mire, es una suerte y una desgracia. Desgracia porque, según los indios, cuando nacen gemelos, uno de ellos no tiene alma, pero como ignoran cuál es, los sacrifican a los dos. Y suerte porque Ricardo no es indio, lo que le permitió, tanto a él como a su hermano, seguir con vida.

          De esta manera, Ricardo será ese desalmado que, para poder “completarse”, deberá robarles las almas a las personas, en un intento de formar, con el conjunto de almas arrebatadas, un alma propia. Por esto estudia medicina, y por esto decide trabajar en terapias intensivas de distintas clínicas y hospitales de Buenos Aires, todo para estar cerca de aquellos que están por morir, aquellos que, en cualquier momento, dejarán libre su alma. Claro que esperar la muerte muchas veces se puede convertir en algo tedioso, por lo que Ricardo no dudará en acelerar el proceso, matando él mismo a aquellos a los que les robará su esencia.

         El desalmado es una inteligente conjunción entre novela fantástica (en un sentido “todoroviano”) y novela psicológica. Si bien esta doble naturaleza impregna toda la novela, la preponderancia de cada una corresponde, a su vez, a cada una de las partes en que está dividida. Mientras que en la primera parte vemos la actuación de Ricardo, en la segunda, gracias a los extensos diálogos con Julia, su psicóloga, ahondamos en su mente y en su pasado. Por esto, en la primera parte hay un protagonismo de la acción (la búsqueda constante de Ricardo por encontrar almas que arrebatar, la relación de Ricardo con las personas que lo rodean, en especial con su hermano Eduardo, etc.), a diferencia de lo que ocurre en la segunda parte, donde abundan los diálogos y las reflexiones psicológicas.

          Lejos de lo que se podría considerar un thriller, la historia avanza a paso lento, pero con complejidad y agudeza. Es un buen ejemplo de lo que se puede hacer en Argentina en términos de novela fantástica, en un mercado en el que predomina la ficción realista de corte social o histórico. De hecho, es destacable la utilización de leyendas y ambientes aborígenes, ya que le dan a El desalmado una naturaleza propia, argentina y latinoamericana.

         Ojalá veamos más novelas como ésta en los catálogos de las editoriales.


***
Sobre el autor: Carlos Chernov (Buenos Aires, 1953) es médico psiquiatra y psicoanalista. Autor de cuentos y novelas, ha publicado los libros de relatos Amores brutales (1993) y Amor propio (2007); y las novelas Anatomía humana (1993), La conspiración china (1997), La pasión de María (2005), El amante imperfecto (2008) y El desalmado (2011). Además de ser galardonados con numerosos premios, sus textos han sido traducidos al inglés, al italiano y al francés.

21 de septiembre de 2012

LA CABAÑA DEL TERROR: para todos los gustos






         Para ver La cabaña del terror (Cabin in the Woods) hay que tener, ante todo, paciencia. La primera hora muestra una típica película de terror: cinco amigos van a pasar un fin de semana a una cabaña perdida en el medio del bosque. Una vez ahí, invocan (sin saberlo) a un grupo de zombis que se levantan de debajo de la tierra para matarlos a todos. Sangre, violencia y muerte, nada falta, pero a su vez nada sorprende. La sorpresa llega después, cuando la “historia de zombis” queda atrás y se empieza a entrever una compleja maquinaria de terror. En efecto, la invocación no es en realidad una invocación, y los zombis son apenas un recurso de entre miles que tiene una organización que monitorea las muertes de los jóvenes como si se tratara de un reality, cosa que no es. Así, la historia derivará en una compleja trama que se remonta a los principios de la humanidad, cuando el mundo era regido por dioses antiguos que, para no regresar y aniquilar a la humanidad, exigen sacrificios humanos.

          Lo verdaderamente interesante en esta película es el trabajo con el género de terror. Por un lado, hace referencia a varios clásicos del género, como Hellraiser, The Evil Dead, It, entre otras; y por otro, aglutina en apenas una hora y media (o más exactamente media hora, teniendo en cuenta lo dicho anteriormente) todo un universo de seres y temas que forman parte del ideario terrorífico de todos los tiempos. Además de los zombis de la primera parte, podemos ver hombres lobo, vampiros, fantasmas, animales gigantes, monstruos, mutantes, etc., etc. etc. Por primera vez en mi vida puedo decir “para todos los gustos” sin exagerar.

          Por otra parte, no puedo dejar de mencionar la deuda que el guión tiene con Lovecraft (tan grande que la película bien podría estar dedicada a él) y la parodia que hace del género al que pertenece. Un ejemplo, para que los personajes puedan cumplir con los prototipos de “amigos” de las películas de terror (la puta, el deportista, el estudiante, el tonto y la virgen), los organizadores de la matanza tienen que recurrir a sustancias farmacológicas y a herramientas tecnológicas, lo que no sólo desnuda las convenciones del género, sino que también las ridiculiza, dejando en evidencia su inverosimilitud.

         Desde Scream (la primera, por supuesto) que no me encuentro con una película que trabaje tan bien con las fronteras de un género sin dejar, por eso, de pertenecer a él. Cien por ciento recomendada.


Ficha técnica:
Título original: The Cabin in the Woods
Año: 2011
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: Drew Goddard
Guión: Joss Whedon y Drew Goddard
Reparto: Kristen Connolly, Chris Hemsworth, Fran Kranz, Richard Jenkins, Bradley Whitford
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)