25 de diciembre de 2012

TERROR (comp.), de editorial Planeta



          Cuando vi el libro Terror en la mesa de novedades de la librería que, por cuestiones geográficas, suelo frecuentar, sentí una oleada de emoción. Una antología de terror argentino contemporáneo… Era demasiado bueno como para creérselo. Hace tiempo que vengo diciendo que a la Argentina le falta una tradición de ficción de terror y que es necesario comenzar a crear en el presente lo que no recibimos por herencia del pasado. Con esta antología se abría, al menos eso pensé, ese camino tan reclamado.

          Pero no.

          A ver si entiendo cómo funcionan las cosas. Se supone que las antologías tienen que incluir lo mejor o lo más representativo del tema que se está compilando. Ahora bien, lo más lógico al momento de hacer una compilación de cuentos de terror (argentinos y contemporáneos) hubiese sido buscar aquellos escritores que, entre las sombras (el género de terror, al menos en la literatura nacional, es crónicamente periférico), desarrollan este tipo de literatura y son, de alguna manera, exponentes de ella.

          Pero no.

          ¿Qué hizo la editorial Planeta? Convocó a trece escritores conocidos, “éxitos” de ventas, para que escribieran un cuento para esta antología. ¿Representa de alguna manera este libro el presente del terror en la literatura argentina? No. ¿Los cuentos son, no obstante, tan buenos como para que justifiquen un proyecto de estas características? Esta es otra cuestión, aunque, de todas maneras, la respuesta es que en la mayoría de los casos no lo son. Se nota que muchos de los escritores (exponentes, sí, de otros géneros) se introducen en el terror con un manual de instrucciones, alcanzando con esto cuentos correctos (todos escriben bien, de eso no hay duda), pero artificiosos, inverosímiles y, en algunos casos, hasta ridículos.


-          Las excepciones

          Hay excepciones, por supuesto. Y estas excepciones vienen de la mano de escritores que, con o sin encargo, escriben historias de terror. Ellos son Gabriel Rolón (autor de la novela Los padecientes, un thriller psicológico) y Mariana Enriquez (la única autora que es, verdaderamente, un exponente del género, tal vez el más importante que tengamos en este momento en Argentina[1]). Los cuentos de estos autores, “El cuarto escalón” de Rolón y “El patio del vecino” de Enriquez, son los únicos dignos de una antología de terror.

          Por otra parte, “El paciente de Faraday”, de Pablo De Santis,  y “Alquiler temporario”, de Claudia Piñeiro (autores más relacionados con el policial), logran un suspenso adecuado, pero difícilmente puedan considerarse representativos del género. El resto de los cuentos, aunque no todos, podrán engrosar las páginas de los libros de sus autores sin sentirse menos.


-          A quien corresponda

          Por favor, a las editoriales en general y a Planeta en particular (o al que desee hacerse cargo): si van a hacer una antología de terror, háganla en serio. No llamen a los amigos de siempre, a aquellos que les aseguren un nivel de ventas mínimo. Arriésguense, busquen, hagan su trabajo.

          Su trabajo es la cultura, háganlo bien.

***
          Dejo, a modo de cierre, la lista de los autores con sus cuentos:

-          Federico Andahazi: “Las bellas criaturas de Natán Negroponte”.
-          Jorge Fernández Díaz: “Los tres propósitos”.
-          Alberto Laiseca: “Fabricantes de vampiros”.
-          Claudia Piñeiro: “Alquiler temporario”.
-          Federico Jeanmaire: “Finde”.
-          Guillermo Martínez: “Help me!”.
-          Paula Pérez Alonso: “Lo inconfesable”.
-          Pablo De Santis: “El paciente de Faraday”.
-          José Pablo Feinman: “Anibal Torres y su bandoneón regresan de la muerte”.
-          Gabriel Rolón: “El cuarto escalón”.
-          Marcelo Birmajer: “El príncipe azul”.
-          Guillermo Saccomanno: “Los pasajeros de la desgracia”.
-          Mariana Enriquez: “El patio del vecino”.

4 comentarios:

  1. Lucas, lamento discentir, pero probablemente todo sea una confusión de palabras. Quizá la palabra Terror no se refería al género sino a la selección de la antología... Digo yo...

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  2. Es una lástima que se desperdicie la oportunidad de mostrar nuevas voces del horror latinoamericano (y de paso popularizarlo) por irse por la vía fácil y acudir "a los amigos de siempre". La portada está bastante bien, pero lástima que el contenido no sea lo mismo. ¿Qué tendremos que hacer para que las editoriales se den cuenta, de una vez por todas, que el terror sí vende, que hay lectores para el género esperando por nuevas propuestas?

    Me gusta la narrativa de Alberto Laiseca, aunque no he tenido la oportunidad de leer algo suyo de terror.

    Saludos.

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  3. Tú lo has dicho, buscan las ventas fáciles. Por cierto, hace unos meses leímos una novela argentina de terror genial: Eden (así, sin la tilde), de Fernando Soto Roland. Está autopublicada y se puede descargar gratis en Bubok. También hemos publicado la reseña y una entrevista al autor en nuestra web.
    Os la recomendamos.

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  4. Hola Lucas, a pesar de que esta entrada ya tiene unos añitos, llegué aquí buscando justamente algunas referencias sobre esta antología publicada por Planeta. Yo la compré hace pocos días en una mesa de saldos y a decir verdad el terror no es uno de mis géneros favoritos por lo que no me importó demasiado que los cuentos no sean del género que prometen. Pero pude disfrutar de algunos cuentos que me parecieron buenos, entre ellos el mejor: "El príncipe azul" que poco tiene que ver con el terror. También me di cuenta de que por más apellido ilustre que se tenga en el ranking de ventas, se pueden hacer cuentos absolutamente olvidables....
    Te mando un saludo grande.

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