El destino de algunas obras literarias es tan misterioso como el de algunas personas, o incluso más. Muchas veces nos es imposible determinar por qué algunas obras (muy buenas) caen en el olvido, mientras que otras (indiscutiblemente malas) permanecen impertérritas ante los vaivenes de la historia y las críticas de los especialistas. En este caso en particular, me gustaría hablar sobre una novela (nouvelle, sería más exacto decir) que siempre despertó en mí una serie de preguntas que todavía hoy intento responder: se trata de La leyenda de Sleepy Hollow del escritor norteamericano Washington Irving, más conocida en castellano como El jinete sin cabeza.
La leyenda de Sleepy Hollow cuenta la historia de Ichabod
Crane, un maestro de escuela que viaja desde su ciudad natal, Connecticut, hasta
un pueblito rural, aislado y alejado, llamado por sus características
"somnolientas" Sleepy Hollow ("valle
adormecido"), donde se establece y enseña. Como en todo pueblo (incluso,
según el narrador, más que en otros pueblos), en Sleepy Hollow abundan las
historias y las supersticiones, que son transmitidas y endulzadas por la
imaginación popular. Entre esas historias, la principal es la de un jinete sin
cabeza, que según algunos "es el fantasma de un soldado cuya cabeza fue
arrancada por un cañonazo, en alguna batalla sin nombre durante la Guerra de la
Independencia, y desde entonces se lo ve galopar, veloz como el viento, siempre
en las tinieblas de la noche (...) en busca de su cabeza"[1].
De cualquier manera, el pueblo entero se encuentra inmerso en un aura de
superstición que lo mantiene ajeno al curso de la historia y al avance de una
civilización cada vez más cientificista e industrializada.
Cortometraje de Disney (1949) |
Éste es el argumento de la famosa
historia de El jinete sin cabeza. La
novela no lo dice explícitamente, pero da los datos suficientes como para que el
lector suponga, sin miedo a equivocarse, que la aparición del jinete a Ichabod
no fue más que una de las bromas pesadas de Brom Bones, que quería deshacerse
de su rival en la conquista de Katrina. Las razones por las cuales una novela
de carácter cómico, incluso paródico, pasó a la historia como un relato de
terror son, como mínimo, interesantes. A continuación, trataré de reflexionar
en torno a esta cuestión.
Empecemos por el título, el
original, La leyenda de Sleepy Hollow.
Como puede verse, este título es mucho más significativo que la traducción
castellana de El jinete sin cabeza. Fundamentalmente,
el original es mucho más amplio. Mientras que la traducción circunscribe la
leyenda a la del jinete decapitado, el título original permite abrir el abanico
a otras posibilidades, como la de que la "leyenda de Sleepy Hollow",
la verdadera leyenda, no sea la del
jinete sino la de Ichabod Crane. Después de todo, ¿la historia que se
narra en la novela no es, acaso, la historia de Ichabod, mientras que el jinete
no es más que una sombra que se pasea por detrás de los decorados?
Film de Tim Burton (1999) |
El caso de La leyenda de Sleepy Hollow es interesante. La intención de
modificar el título por el de El jinete
sin cabeza responde claramente al deseo de volver de terror una historia
que no lo es. No hay manera de ver la novelita de Irving como una historia de
terror. Por esto mismo, la adaptación cinematográfica más fiel de esta historia
está dirigida a los niños y la llevó a cabo Walt Disney en 1949. Por otra
parte, cuando se la quiso llevar al cine como una película de terror, como lo
hizo Tim Burton en 1999, se tuvo que modificar tanto el argumento que, en
esencia, poco tiene que ver con el original de Irving.
Y sin embargo, El jinete sin cabeza quedó en el ideario de las personas como una
historia de terror. Incluso, en las escuelas generalmente se la incluye dentro
de la unidad de "Historias de horror", lo que, en mi opinión, no deja
de ser un despropósito sumamente dañino. El esfuerzo (mentiroso) que se hace
para atraer a los lectores termina por decepcionarlos, ya que no encuentran en
el libro la historia que fueron a buscar y que, lo que es más grave, les
prometieron.
La
leyenda de Sleepy Hollow es una gran novela. La pluma de Washington Irving
es exquisita; la historia que narra, amena e hilarante. No hace falta vestir
una joya de la literatura universal con ropas ajenas. Esta novela tiene todo lo
que hace falta para seguir siendo un clásico, sin que se intente convertirla en
lo que no es.
La
leyenda de Sleepy Hollow fue publicada originalmente en 1819 en El cuaderno de apuntes de Geoffrey Crayon,
como un relato más entre otros. Con énfasis, recomiendo su lectura. Déjense
llevar sin ideas previas y disfrutarán más de lo que se imaginan. Se los aseguro.
***
Sobre el autor: Washington Irving nació en
Nueva York en 1783. Hijo menor de once hermanos, fue llamado Washington en
homenaje a George Washington, el primer presidente norteamericano. Con un
estilo costumbrista, es uno de los primeros autores norteamericanos en utilizar
la literatura para caricaturizar la realidad y hacer reír a los lectores. Además,
también es considerado el primer escritor norteamericano que logró vivir
básicamente de su actividad literaria. Entre sus libros más conocidos se
encuentran El cuaderno de apuntes de
Geoffrey Crayon (1819) y Cuentos de
la Alhambra (1832). Murió en 1859 y fue enterrado en el cementerio de la
antigua iglesia holandesa de Sleepy Hollow.
[1] Irving, Washington, El jinete sin
cabeza, Buenos Aires, Estrada, 2012, p. 17.