26 de diciembre de 2015

PILI, de Patricio Chaija




«El incidente llegó como una tormenta inesperada. No se vio venir, y nada en el horizonte prefiguró su aparición devastadora.»
Patricio Chaija, Pili.

Ya nos estamos sumergiendo en el verano y es importante encontrar buenos libros, esos que nos ayudan a pasar las horas vacías de obligaciones laborales y, muchas veces (aunque toquemos madera), huérfanas de energía eléctrica. Por eso, te quiero hablar de Pili, de Patricio Chaija.

            Pero antes que nada, te tengo que advertir: Pili engaña. Sí, es una novela con muchas caras. Teniendo en cuenta el título e, incluso, la portada, podríamos pensar que se trata simplemente de la historia de Pilar («Pili», justamente), una adolescente con algunos problemas para insertarse en el ambiente escolar. Pero no. Si bien es eso, es también mucho más. Pili es un diario docente, en el que un joven que recién empieza a recorrer su itinerario laboral debe enfrentarse a las dificultades del quehacer escolar. Dificultades que van más allá de lograr que los chicos estudien o se porten bien, sino que implican un universo mucho más complejo de relaciones interpersonales. Como el mismo narrador afirma: «En docencia nada era fácil. Ni los padres, ni los directivos, ni los colegas. Ni los… alumnos» (p. 19). Claro, cualquier tarea docente es difícil, pero en el caso de Pili, la cosa se pondrá todavía peor.

            Como decía, Pili no es solo la historia de Pili. De hecho, principalmente ni siquiera lo es. En esencia, Pili es la historia de este narrador inseguro de sí mismo, que escribe con la intención de entender, de encontrar una respuesta (concreta) en un mundo que deja muchas preguntas (abiertas) y en el que todos somos una incógnita para los otros. Pili es un pedido de ayuda de quien pretende ayudar, una excusa del narrador para contar su propia historia, para desentrañarse a sí mismo.

            Ahora vamos a lo importante. Más allá de todo lo dicho, Pili es una gran novela fantástica, de esas que terminan y hacen que te quedes con el libro abierto preguntando qué mierda pasó, que te obliga a volver a atrás buscando rastros de un final que no pudiste prever. En este sentido, es una digna heredera de la clásica Otra vuelta de tuerca de Henry James. Con una prosa certera y admirablemente construida, Chaija te va a llevar de la mano en un viaje que en pocas páginas te provocará un sinfín de emociones. Agarrate fuerte.

            Ya llega el verano. Haceme caso, buscá un buen libro. Buscá Pili.



- Chaija, Patricio. Pili. Buenos Aires, Simurg, 2010.



***
Sobre el autor: Patricio Chaija (Ciudad del Este, Paraguay, 1982) es escritor y profesor en Letras. Domiciliado en Bahía Blanca se desempeña en escuelas medias. Ha publicado las novelas El cazador de mariposas (Ediciones de la Cultura, 2009), El Libro de Fede (Ediciones de la Cultura, 2010), Pili (Simurg, 2010), Nuestra Señora de Hiroshima (Simurg, 2012),  El pueblo de los ritos macabros (2015) y La oscuridad que cayó sobre Tornquist (2015). Para editorial Muerde Muertos realizó la compilación de Osario común. Summa de fantasía y horror, con la presencia de 17 autores que escriben sobre lo macabro como parte esencial de sus obras.




23 de diciembre de 2015

LA CAÍDA DE LAS LECHIGUANAS, de Narciso Rossi




«Se había convertido en artífice de un hecho histórico que, si las cosas salían bien, no quedaría registrado en ningún libro.»
Narciso Rossi, La caída de Las Lechiguanas.


Te recomiendo un libro: La caída de Las Lechiguanas de Narciso Rossi. Vas a encontrar de todo, sangre, tensión, hechizos, viajes en el tiempo, monstruos antiguos, monstruos modernos y miedo, mucho miedo. Además, vas a conocer todo un mundo nuevo (reducido a una pequeña isla, pero en la que se juega el destino de la humanidad) y te vas a tener que enfrentar a las lechiguanas, una raza de seres malignos que, como los vampiros o los zombis, merecen marcar un precedente en la ficción. Y no creas que ese recorrido te va a resultar fácil. En La caída de Las Lechiguanas no vas a encontrar verdaderos héroes, hombres que todo lo pueden y que transmiten confianza, sino personajes demasiado humanos… al menos hasta que dejan de serlo.

En la isla de Las Lechiguanas, una pequeña extensión de tierra desprendida desde hace siglos de la provincia de Entre Ríos, las personas esperan la llegada de la tormenta de Santa Rosa. Trabajan y refuerzan sus casas, para que los daños no sean muchos ni irreparables. En medio de todo el trajín, el padre Justo y la hermana Rosa hacen un censo y les piden a los isleños que vayan a la misa extraordinaria para rezar por el bienestar de los poblados. No pasa mucho antes de que nos demos cuenta de que hay algo que no anda bien, que los hombres de Dios se deben a otras fuerzas, que los habitantes de la isla están cambiando y que una amenaza nunca antes vista se cierne sobre todos. Cuando Ángel, un sacerdote excomulgado de la Iglesia Católica, llega a la isla envuelto en un halo de misterio, los hechos comenzarán a acelerarse hasta desembocar en una vorágine de suspenso y terror.

La caída de Las Lechiguanas es la primera novela de Narciso Rossi. Como toda primera novela, tiene cosas por mejorar y otras por sostener. De cualquier modo, nada de lo que se le pueda criticar menoscaba su valor, el valor de una primera novela que merece destacarse dentro de la producción de terror argentino y, por sobre todo, merece ser leída y recomendada.
  
Te lo digo de nuevo. Te recomiendo un libro: La caída de Las Lechiguanas de Narciso Rossi.


- Rossi, Narciso. La caída de Las Lechiguanas. Buenos Aires, Thelema, 2015.


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Sobre el autor: Narciso Rossi (San Pedro, Buenos Aires, 1985) trabaja como profesor de Lengua y Literatura, es docente y escritor. Su primera novela publicada, La caída de Las Lechiguanas (Thelema, 2015), lo convenció de su rol en la literatura: el terror. Su segunda novela, Con los ojos bien abiertos (Perro Gris) será publicada en octubre de 2015. Actualmente trabaja en dos novelas y una colección de cuentos.
Forma parte del equipo creativo del proyecto Perro Gris en la ciudad de San Pedro y dirige, junto al os escritores Luciana Baca y Rubén Risso, el sello Pelos de Punta, dedicado a la difusión de escritores argentinos y contemporáneos.





8 de diciembre de 2015

LOS HOMBRES MALOS nominada a la Novela Argentina del Año



         Amigos, una hermosa noticia: "Libros Elegidos" acaba de dar la lista de los 50 títulos nominados para el premio a la Novela Argentina del Año. Entre ellos, y junto a nombres como Claudia Piñeiro, César Aira y Marcelo Cohen, estoy yo con LOS HOMBRES MALOS USAN SOMBRERO. Se vota en la página, por inbox.




7 de diciembre de 2015

LOS HOMBRES MALOS USAN SOMBRERO en LA PALABRA DE EZEIZA



          Reseña de Los hombres malos usan sombrero, por José María Franchino Arnaiz para La palabra de Ezeiza.





23 de noviembre de 2015

En Crudo & Cocido. Noviembre 2015


          El sábado 21 de noviembre estuve leyendo en el Ciclo Crudo & Cocido, organizado por Juan José Dimilta, Fernando Veríssimo y Giselle Aronson en la Casa De Al Lado (Lavallol 1294, Haedo Norte), junto a Juan Guinot, Laura Haimovichi y Flavia Pantanelli.




En plena lectura de "Francisco, el hijo pródigo"




Juan Guinot


Flavia Pantanelli


Laura Haimovichi


16 de noviembre de 2015

En el Buenos Aires Rojo Sangre 2015





JUEVES 19 DE NOVIEMBRE: Lo siniestro en la literatura argentina.


Presentación de las novelas de terror El pueblo de los ritos macabros (Simurg, 2015) de Patricio Chaija y Los hombres malos usan sombrero (Muerde Muertos, 2015) de Lucas Berruezo. Los autores conversarán con José María Marcos (Editorial Muerde Muertos) sobre las películas y los libros que más los influenciaron, la actualidad de las letras rojo sangre y su pasión por contar historias de pesadilla. 

- 16º Buenos Aires Rojo Sangre. Monumental Lavalle (Lavalle 780, CABA). Desde las 18 horas. Entrada gratuita.

¡Los esperamos!


15 de noviembre de 2015

CARTAS DEL DIABLO A SU SOBRINO, de C. S. Lewis




«De hecho, el camino más seguro hacia el infierno es el gradual: la suave ladera, blanda bajo el pie, sin giros bruscos, sin mojones, sin señalizaciones.»
C. S. Lewis, Cartas del diablo a su sobrino.

            Cartas del diablo a su sobrino[1] es una novela epistolar en la que un demonio llamado Escrutopo le escribe a su sobrino Orugario, un demonio menor y principiante, con el fin de aconsejarle para pervertir y perder el alma de un hombre. Escrita por el autor inglés Clive Staples Lewis (más conocido como C. S. Lewis y mundialmente famoso por su saga Las crónicas de Narnia), la novela fue publicada en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial.

            C. S. Lewis fue un intelectual multifacético, de una complejidad y una profundidad innegables. Escritor, ensayista, profesor, crítico literario, medievalista y pensador cristiano, desplegó en estas cartas todo su saber teológico para desentrañar no sólo los «secretos» de la naturaleza de Dios y de los demonios, sino también las complejidades de la naturaleza humana y de la Salvación. En efecto, en las recomendaciones de Escrutopo conocemos en qué se centran los demonios a la hora de tentar a los hombres y, así, nos asomamos a las debilidades humanas y a la naturaleza de lo que generalmente entendemos por «pecado», que muchas veces no se corresponde con lo que los demonios (y Dios mismo) entienden por eso. Además, todo está escrito en un registro simple, que vuelve amena la lectura y golpea con la contundencia de lo que combina lo profundo con lo entendible.

            Usando la sátira como instrumento, Lewis muestra un infierno propio del siglo XX: una «oficina» en la que se hace un trabajo eficiente. De esta manera, los demonios trabajan en obtener su objetivo: la fagocitación de las almas humanas, cuando no de los mismos demonios. Orugario se propondrá la perdición del alma del «paciente» que le ha sido asignado. Si lo consigue, dicha alma será absorbida por los demonios en un acto de apropiación y anulación; si no lo consigue y el hombre se salva, él mismo será absorbido por su tío. De eso se trata la naturaleza infernal, de negar la esencia de los demás por medio de la anulación del más débil por el más fuerte. Por esto mismo, a diferencia de Dios que deja ser a toda su creación, el señor de los demonios es aquel que lo quiere todo para sí.

            Son varios los temas que se desarrollan en Cartas del diablo a su sobrino: la virtud, el amor, la modestia, el tiempo, las penas, los placeres, la risa, la oración, la propiedad, el libre albedrío, la muerte, el odio y una larga lista de etcéteras. Abordados con inteligencia y profundidad, estos temas muchas veces sorprenden por develar una realidad diferente de la que estamos acostumbrados a ver. A veces, lo que creemos malo no lo es tanto y lo que consideramos bueno no es más que un engaño del demonio para confundirnos y perdernos.

            Dadas las características de este artículo, sería imposible desarrollar una mínima parte de estos aspectos mencionados. Por eso, me conformo con señalar al menos uno: el de la propiedad. Según Cartas del diablo a su sobrino, el humano no es dueño de nada, y que se crea dueño de algo es un engaño del demonio. Principalmente, este engaño se centra en dos aspectos que forman parte de las convicciones indiscutibles de la humanidad: la propiedad sobre el tiempo y sobre el propio cuerpo.

1. Es absurdo que el hombre se crea dueño de su tiempo: «El hombre no puede ni hacer ni retener un instante de tiempo; todo el tiempo es un puro regalo; con el mismo motivo podría considerar el sol y la luna enseres suyos».[2]

2. Es absurdo que el hombre se sienta dueño de su cuerpo: «Los humanos siempre están reclamando propiedades que resultan igualmente ridículas en el Cielo y en el Infierno, y debemos conseguir que lo sigan haciendo. Gran parte de la resistencia moderna a la castidad procede de la creencia de que los hombres son “propietarios” de sus cuerpos; ¡esos vastos y peligrosos terrenos, que laten con la energía que hizo el Universo en los que se encuentran sin haber dado su consentimiento y de los que son expulsados cuando le parece a Otro!» (pág. 109)

3. Conclusión: «Y durante todo este tiempo, lo divertido es que la palabra “mío”, en su sentido plenamente posesivo, no puede pronunciarla un ser humano a propósito de nada. A la larga, o Nuestro Padre o el Enemigo[3] dirán “mío” de todo lo que existe, y en especial de todos los hombres. Ya descubrirán al final, no temas, a quién pertenecen realmente su tiempo, sus almas y sus cuerpos; desde luego, no a ellos, pase lo que pase. En la actualidad, el Enemigo dice “mío” acerca de todo, con la pedante excusa legalista de que Él lo hizo. Nuestro Padre espera decir “mío” de todo al final, con la base más realista y dinámica de haberlo conquistado.» (pág. 110)

            Con estas tres citas se puede ver cómo Lewis aborda uno de los tantos temas que Cartas del diablo a su sobrino desarrolla y profundiza.

            Sin lugar a dudas, estamos ante un libro revelador en muchos sentidos, que vale la pena leer y releer sin descanso, una y otra vez.






[1] En inglés The Screwtape letters (Las cartas de Escrutopo).
[2] Levis, Clive Staples, Cartas del diablo a su sobrino,  Buenos Aires, Andrés Bello, 2007, pág. 108. A continuación, las citas se harán según esta edición.
[3] Tener en cuenta que, como el que habla es un demonio, «Nuestro Padre» se refiere al diablo y «el Enemigo» a Dios.


***
Sobre el autor: Clive Staples Lewis (1898-1963) combatió en la Primera Guerra Mundial, formando parte del ejército inglés, y estudió lengua y literatura griega y latina en la Universidad de Oxford. En esta misma universidad fue profesor de inglés durante los años 1925 y 1955. Más tarde impartió clases de literatura medieval y renacentista en Cambridge. En Oxford entabló amistad con J. R. R. Tolkien, con quien creó el grupo Inklings (conjunto de escritores y profesores que, reunidos en el pub The Bird and Baby, charlaban sobre asuntos literarios, históricos, mitológicos, sociales y religiosos) y a quien le dedicó el libro Cartas del diablo a su sobrino. La religión fue un asunto clave en la vida y obra de C. S. Lewis. En sus años mozos renegó del cristianismo y se manifestó ateo buscando respuestas en asuntos esotéricos. Con el paso de los años y en su madurez, influenciado, entre otros, por George MacDonald, Chesterton y el propio Tolkien (aunque el autor de El señor de los anillos era católico y Lewis anglicano), recuperó su fe y se convirtió en uno de los principales apologistas cristianos de la época. Sus familiares y amigos le llamaban Jack, nombre que adoptó después de que su perro Jacksie falleciese atropellado cuando Lewis todavía era un niño.


9 de noviembre de 2015

REVIVAL, de Stephen King




«Hablaba con la paciencia de un auténtico creyente. O de un loco. Tal vez en realidad no haya ninguna diferencia entre lo uno y lo otro». Stephen King, Revival.

            Revival es la última novela de Stephen King publicada en Argentina. Con poco más de 400 páginas, cuenta gran parte de la vida de Jamie Morton, desde sus tiernos seis años hasta los grises sesenta. Todo comienza cuando el joven Jamie recibe como regalo de cumpleaños una caja llena de soldaditos de plástico y decide «armar una guerra» en la parte delantera de su casa. En ese momento, entre tiros y bombas de fantasía, se cierne sobre él una sombra humana, que pronto identificará como la sombra de Charles Jacob («Charlie» para los amigos), el nuevo pastor de la iglesia del pueblo, que entablará tanto con Jamie como con el resto de la congregación una relación buena y estrecha. Hasta que se produce el cambio, claro.

            Charlie es una buena persona. Todos lo ven así y nadie se atrevería a ponerlo en duda. Un poco loco con eso de la electricidad, pero todo hombre necesita un pasatiempo, y al parecer el pasatiempo del pastor es inofensivo. Pero las desgracias cambian a los hombres, y después del accidente automovilístico en que pierden la vida su mujer y su pequeño hijo, el pastor Charlie ya no vuelve a ser el mismo. Primero da «el sermón tremebundo», en el que cuestiona la existencia de Dios y las bases de la fe, para luego desaparecer de la vida de todos los del pueblo, de todos excepto de la de Jamie, que no dejará de encontrárselo una y otra vez, como si los destinos de ambos estuvieran unidos por una ininterrumpida corriente eléctrica. Décadas más tarde, y tras tocar fondo con las drogas, Jamie volverá a ver a Charlie en una feria estatal, donde el lazo que ya los unía se fortalecerá aún más. Y más tarde, las nuevas décadas venideras verán cómo ese lazo se irá estirando y contrayendo una y otra vez, alejándolos y acercándolos sucesivamente, en una firme carrera en la que la vida y la muerte, la fe y la ciencia, el bien y el mal, la salud y la enfermedad se pondrán a prueba (y pondrán a prueba al lector).

            Revival fue presentada a nivel mundial como una de las novelas más terroríficas del maestro de Maine, en la que despliega todo su arsenal y sorprende con un final espeluznante. Si bien es difícil sostener afirmaciones tan radicales, tengo que admitir que en este caso la argumentación se vuelve sencilla: sin lugar a dudas estamos ante una novela que pone los pelos de punta. Cercana en esencia y atmósfera a Cementerio de animales, Revival representa el regreso (con gloria) de King a los caminos del horror. Y con respecto al final, no se preocupen, no voy a develar nada; sólo diré que, aunque no me parece el mejor final de su carrera, sí es el más oscuro y desesperanzado.


***


            ¿Qué busco en una novela?

Personalmente, una buena historia que entretenga y me ayude a olvidar el extenuante y limitado mundo en que me muevo. Pero no solo eso. También busco que me haga pensar, que me estremezca ante la certeza de que en esa historia, aparentemente inocente, se despliega e insinúa cierta verdad de la existencia. No todos los libros consiguen eso (de hecho, siendo honestos, apenas unos pocos lo logran), pero Revival sí lo hace. La tragedia que sufre el pastor Charlie lo pone de cara a una serie de preguntas que, en general, el hombre «de buena suerte» evita: ¿Existe Dios? Y si existe, ¿es bueno como lo pintan las religiones o es un loco sádico que se entretiene con los seres humanos como un chico retardado con una colonia de hormigas? ¿Son reales (y posibles) los milagros? ¿El bien y el mal son tan fáciles de reconocer? ¿Qué se esconde detrás de la esperanza? ¿Y detrás de la muerte? ¿Puede la desgracia volver loca a una persona? Y si lo hace, ¿podemos culparla? ¿Podrá culparla Dios, dado que enloqueció por una tragedia que Él mismo permitió? ¿Qué tan injusta (o indiferente) puede ser la vida? ¿Hasta dónde puede llegar el hombre para satisfacer su curiosidad? Estas y otras tantas preguntas están insinuadas (y algunas, incluso, respondidas) en Revival.


            La cuestión es: ¿te vas a animar a enfrentarlas?


***
Sobre el autor: Stephen King nació en Maine (EE.UU.) en 1947. Estudió en la universidad de este Estado y después trabajó como profesor de literatura inglesa. Su primer éxito literario fue Carrie (1974), que, como muchas de sus novelas posteriores, fue adaptada al cine. Lleva escritas más de cuarenta novelas (entre las que se destacan Cementerio de animalesItThe Green MileUn saco de huesos y la saga La torre oscura, entre muchas otras) y doscientos relatos. En 2003 fue galardonado con el premio literario estadounidense de mayor prestigio, la medalla de The National Book Foundation for Distinguished Contribution to American Letters.



- King, Stephen. Revival. Buenos Aires, Plaza & Janés, 2015.



8 de noviembre de 2015

"La figura en el espejo" en "El Living sin Tiempo"


          Leyendo "La figura en el espejo" en el especial de Halloween de "El Living sin Tiempo".





En "El Living sin Tiempo" - Especial Halloween


          Ya puede escucharse el especial de Halloween de "El Living sin Tiempo" (sábado 31 de octubre de 2015), en el que hablamos con Mercedes Álvarez y Pablo Martínez Burkett de cosas terroríficas. Gracias, Martín Gardella y Poly Marcos, por tan lindo momento.




Con Martín Gardella, Poly Marcos, Mercedes Álvarez y Pablo Martínez Burkett

Junto a Pablo Martínez Burkett



18 de septiembre de 2015

14 de septiembre de 2015

Micro-entrevista realizada por la editorial Pelos de Punta





PdP: Tu relato, “Esperando a Matías”, nos deja a todos con ganas de más. ¿Pensaste en retomar la historia de esos personajes?
LB: En realidad, no. No suelo continuar mis historias. Generalmente, cuando terminan, terminan. Tal vez algún relato me obligue a hacer una continuación (soy de los que piensan que, en la mayoría de los casos, las historias son las que mandan), pero por el momento no me suele pasar.

PdP: En breve presentás tu novela, Los hombres malos usan sombrero. Contanos cómo te preparás para eso.
LB: La presentación va a ser el sábado 19 de septiembre a las 18 hs en la Biblioteca Municipal de Morón (Brown 763). En este momento estoy preparando el evento en sí. Después de la charla (en la que van a participar la escritora, crítica y docente de la UBA Elsa Drucaroff y el editor y también escritor José María Marcos) va a haber sorteos y algo para comer y tomar. La idea es pasar un buen rato, con literatura y buena compañía. Con respecto a lo que vaya a decir yo, la verdad es que no tengo ni idea, al menos todavía. Que fluya…

PdP: Por último, ¿a qué escritores de terror recomendás leer?
LB: Como siempre, recomiendo a Stephen King. Puedo sonar reiterativo, pero conocer a King me cambió la vida, y uno siempre tiene que recomendar aquello que le resultó trascendente. Por otra parte, me parece importante recomendar a los escritores de terror que están haciendo un gran trabajo en este momento en Argentina. Entre ellos, podría mencionar (pero no son los únicos) a José María Marcos, Carlos Marcos, Mariana Enriquez, Patricio Chaija, Alberto Ramponelli, Marisa Vicentini, Pablo Martínez Burkett, Narciso Rossi, Fernando Figueras, etc, etc, etc… De hecho, la colección Pelos de Punta (hasta el momento salieron los dos primeros tomos, Mala Sangre y Entre Dientes) y la compilación Osario común (compilada por Chaija y editada por Muerde Muertos) conforman un panorama inmejorable de la actual literatura argentina de terror


25 de agosto de 2015

EL AÑO DEL VERANO QUE NUNCA LLEGÓ, de William Ospina



Ni bien me enteré del tema que trataba el nuevo libro de William Ospina, El año del verano que nunca llegó, no pude más que salir de mi casa e ir a la librería más cercana (en mi caso es el local de Yenny que está en el Plaza Oeste, en Morón) para comprarlo. Al parecer, Ospina había dado con la clave de uno de los enigmas más interesantes (y oscuros) de la historia de la literatura universal: lo que ocurrió entre las paredes de Villa Diodati, esa legendaria morada en la que pasaron varios días encerrados Lord Byron, Percy Shelley, Mary Shelley y John Polidori, y en la que estos últimos concibieron y alimentaron las ideas que desembocarían en la creación de los mayores monstruos literarios, (el mal llamado) Frankenstein y el vampiro.

          Empecé a leer de inmediato, con un entusiasmo que sólo me embarga de vez en cuando. A medida que iba avanzando por sus páginas, cierta confusión asombrada le ganaba el lugar a aquel entusiasmo inicial, y para cuando llegué a la mitad del libro ya leía por pura inercia, abandonada toda esperanza de encontrar lo que había ido a buscar. Es que lo que yo esperaba que fuera la historia de lo que había ocurrido en Villa Diodati durante esos días y esas noches en las que aquel grupo de románticos se juntaron para imaginar los horrores de la civilización era en realidad un itinerario de las inquietudes de un escritor colombiano que se la pasaba viajando, tanto por la geografía del mundo como por la de su propia mente. En efecto, El año del verano que nunca llegó no es, en rigor, la historia de las jornadas en Villa Diodati, sino la historia de la obsesión de William Ospina sobre aquella historia.

          Con capítulos cortos y una escritura que se lee con facilidad, Ospina nos conduce de un lado al otro del globo en un raid que pone en evidencia que en la vida de un escritor de cierto renombre, sentarse a escribir puede ser una tarea excepcional. Ciclos de lecturas, conferencias, ponencias académicas, concursos, certámenes… De todo esto parece estar hecha la vida de un intelectual latinoamericano. Y en el medio, la obsesión por Villa Diodati, que lleva a Ospina a ver conexiones y referencias en cada uno de los lugares a donde va, en cada una de las actividades que realiza, lo que a su vez abre una red de relaciones que parece no acabarse nunca y que hace que el relato prolifere más allá de cualquier límite temático. Todo tiene que ver con todo, todo se relaciona con esas charlas en Villa Diodati y con los jóvenes que ahí estuvieron: antepasados, conquistas en países lejanos, erupciones volcánicas en otros continentes… De hecho, si no fuera por los últimos capítulos del libro, las páginas de El año del verano que nunca llegó bien podrían ser consideradas como el desarrollo de una “historia del todo”, menos de Villa Diodati:


“Como esquivando algo me pierdo por las galerías paralelas de este relato, pero es que así se ramifica la historia: asciende como enredadera por las ramas gruesas del lenguaje, avanza como hiedra por las paredes de las fortalezas, desciende como musgo por las criptas, y lleva a todas partes su limo fragante, su humedad y sus flores.” (p. 210)


          A su vez, la proliferación temática se construye a partir de una multiplicidad genérica. Para decirlo de otra manera, nunca vamos a estar completamente seguros de qué tipo de relato estamos leyendo: ¿una novela?, ¿un ensayo?, ¿un diario de viajes?, ¿un diario íntimo? No hay una clasificación satisfactoria, lo que convierte al libro en un laberinto múltiple.

          ¿Y entonces?

          Es difícil hacer un balance. El libro está bueno y la escritura de Ospina es admirable, pero paradójicamente defrauda por dar más de lo que prometió. Quien va a buscar la historia exclusiva de Villa Diodati, sentirá que a El año del verano que nunca llegó le sobran muchas páginas. Quien, por el contrario, está dispuesto a dejarse llevar por los vericuetos de la escritura y a sumergirse en los complejos pasillos de la historia del todo, entonces va a encontrar el libro perfecto.

          Que cada lector elija su libro… Pero que cada lector sepa lo que elige.



- Ospina, William. El año del verano que nunca llegó. Buenos Aires, Literatura Random House, 2015.



***
Sobre el autor: Williamo Ospina (Padua, Tolima, 1954) es autor de numerosos libros de poesía, como Hilo de Arena (1986), La luna del dragón (1992), El país del viento (Premio Nacional de Poesía del Instituto Colombiano de Cultura, 1992); de ensayo, entre ellos Los nuevos centros de la esfera (Premio de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada de Casa de las Américas, La Habana, 2003), Es tarde para el hombre (1992), ¿Dónde está la franja amarilla? (1996), Las auroras de sangre (1999), La decadencia de los dragones (2002), América mestiza (2004), La escuela de la noche (2008) y Pa que se acabe la vaina (2013); y de las novelas Ursúa (2005), El País de la Canela (2008, Premio Rómulo Gallegos 2009) y La serpiente sin ojos (2012).


9 de agosto de 2015

"La figura en el espejo" en miNatura 144





          Amigos, salió el #144 de la Revista miNatura. El tema de este número es "el diablo" (ni más ni menos) e incluye mi cuento "La figura en el espejo". Los invito a descargarla.



LOS HOMBRES MALOS USAN SOMBRERO en PERFIL



            Comparto la reseña que hizo Gonzalo Santos para el diario Perfil del domingo 2 de agosto de 2015.

Perfil. Domingo 2 de agosto de 2015


INSOMNIA: EL MUNDO DE LUCAS BERRUEZO



La revista Insomnia, en su número 212 de agosto de 2015, publicó la entrevista que me hizo José María Marcos para la sección “Otros mundos”.






LOS HOMBRES MALOS USAN SOMBRERO llega a la UBA





          La novela Los hombres malos usan sombrero de Lucas Berruezo, editada por Muerde Muertos en 2015, será parte del seminario de grado sobre Escritura Creativa que Elsa Drucaroff dictará desde agosto en la Universidad de Filosofía y Letras (UBA). “Será un trabajo teórico y práctico sobre el proceso y los procedimientos de la creación artística literaria que contempla encuentros abiertos con los escritores y escritoras cuyos textos leeremos”, anunció Drucaroff.




MALA SANGRE






          Ya está a la venta Mala sangre, el primer tomo de la colección PELOS DE PUNTA. Se trata de una compilación de cuentos de terror de trece escritores argentinos contemporáneos. Entre ellos, participé yo con el cuento "Esperando a Matías". Los invito a comprarlo, no se van a arrepentir.


Página oficial: www.pelosdepunta.com

Facebook: www.facebook.com/colpelosdepunta



Descripción:

          13 escritores por primera vez reunidos en una misma antología. Relatos oscuros, inquietantes, y mucha sangre. Los mejores escritores argentinos del género te acercan sus historias a través del primer tomo de la colección Pelos De Punta.

          Mala sangre es la primera entrega de una colección que te hará aferrarte a la silla.

          ¿Te animás?


En este tomo:

“Esperando a Matías”, por Lucas Berruezo
“Striga”, por Marisa Vicentini
“Llora”, por Narciso Rossi
“Foto de perfil”, por Patricio Chaija
“La leyenda del que se fue”, por Serj Alexander Iturbe
“Escándalo en Venecia”, por Rubén Risso
“La noche es más larga en las películas de terror”, por Ignacio Román González
“El ángulo de la habitación”, por Camilo Perotti
“Sayonara”, por Lola Fernández
“Las cosas que dejamos atrás”, por Francisco Rapalo
“Biografía”, por Juan Revol
“Lo que haría un héroe”, por Cezary Novek
“Olga”, por Luciana Baca

Prólogo de Celso Lunghi





23 de julio de 2015

LOS FANTASMAS SIEMPRE TIENEN HAMBRE, de José María Marcos




«Pensé que superaríamos la pelea dejando que el tiempo transcurriese, y ese fue el error. Subestimamos nuestros sentimientos más oscuros, y los días fueron abriendo una herida que jamás sanó, o, peor, que cicatrizó con una enorme franja que nos separó para siempre.»
José María Marcos, «La Casa Hansen» en Los fantasmas siempre tienen hambre.

Acabo de terminar de leer Los fantasmas siempre tienen hambre de José María Marcos. Generalmente, después de terminar un libro, espero varios días antes de sentarme a escribir una reseña. Generalmente también, evito los comentarios de libros de cuentos (es poco lo que se puede decir e imposible hacer un resumen satisfactorio). Pero en este caso, voy a hacer una doble excepción.

            El libro cuenta con once cuentos, todos de terror. Curiosamente, ninguno de ellos se llama «Los fantasmas siempre tienen hambre», sino que esta frase, tomada de R. D. Jameson, figura en uno de los tantos epígrafes, específicamente del relato «Un ángel de la guarda». No obstante, el libro no podría tener un mejor título, más pertinente. De alguna manera, nos permite ver cómo la vida está rodeada de fantasmas, aunque no se traten siempre de los ya conocidos espíritus que vuelven de la muerte a reclamar algo o a llevarse a alguien (aunque estos tampoco faltan, por supuesto). Un fantasma también puede ser una perversión del alma, un pecado capital incontrolable, un monstruo ancestral, un odio que supera la vida y la muerte o un conjunto de manchas que nos persiguen hasta sellar nuestro destino… Nuestra vida está rodeada de fantasmas que siempre  tienen hambre, y lo peor de todo es que se alimentan de seres humanos.

            Con diversos homenajes a los maestros del género, los relatos nos atrapan por su contundencia. Un hombre que recibe la ceguera con alegría porque significa dejar en la oscuridad al ente que vive dentro de él, un padre violento y obsesivo que está dispuesto a todo para que su hijo adelgace, un ángel de la guarda que protege con fines macabros son algunas de las tantas historias que se pueden recorrer en Los fantasmas siempre tienen hambre. Todas narradas con una prosa admirable, esa que una vez le hizo decir a Pablo Martínez Burkett «José escribe de una manera que te dan ganas de aplaudir». Y la verdad es que sí, dan ganas de aplaudir.

            Aplaudamos.


***

Sobre el autor: José María Marcos está dedicado a desarrollar una obra vinculada al horror contemporáneo. Ha publicado el libro de cuentos Los fantasmas siempre tienen hambre (2010); las novelas Recuerdos parásitos (2007) y Muerde muertos (2012), ambas escritas junto a su hermano Carlos; las nouvelles El hámster dorado (2014) y Monstruos de pueblo chico (2015); y el poemario Haikus Bilardo (2014), con Fernando Figueras e ilustraciones de Matías Berneman. Sus relatos, reseñas y entrevistas sobre literatura fantástica han aparecido en diversas revistas, como Insomnia y miNatura. Magíster en Periodismo y Medios de Comunicación (Universidad Nacional de La Plata), dirige el semanario La Palabra de Ezeiza (fundado en febrero de 1995). Nació el 17 de septiembre de 1974 en Uribelarrea (Argentina). En 2009, resultó finalista en el IV Premio de Literatura de Terror Villa de Maracena (Granada). En 2011, fue ganador del Concurso Nuevo Sudaca Border 2010-11, de la editorial Eloísa Cartonera (Buenos Aires), y logró el 1º Premio en el XVII Concurso de Cuentos Fantásticos y de Terror Idus de Marzo (Dos Hermanas, Sevilla). El mismo año, el conjunto de su obra recibió el reconocimiento del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y la Dirección de Educación y Cultura de la Municipalidad de Ezeiza, por su aporte a la literatura bonaerense.



18 de mayo de 2015

DONDE SE ESCONDE EL DIABLO: ¿Dónde se esconde el diablo?





            Seis nenas nacen el día seis del mes seis, confirmando una antigua profecía que indicaba que, con semejante portento, el diablo moraría entre los habitantes de Nueva Bethlehem, una comunidad que a fines del siglo XX y comienzos del XXI decide vivir como en tiempos de las colonias. El momento en que el diablo hará su aparición tiene una fecha específica: cuando las chicas cumplan dieciocho años. Entones, cinco de ellas morirán y una emergerá con el príncipe de las tinieblas en su interior.

            La historia de Donde se esconde el diablo (The Devil's Hand o Where the Devil Hides) transcurre días antes de que las cinco protagonistas (una murió apenas nacida) cumplan los dieciocho años. Entre el miedo de los vecinos, la suspicacia de Elder Beacon (algo así como el pastor-dirigente) y cierta atracción por el mundo exterior, las chicas ven acercarse su decimoctavo cumpleaños al tiempo que, una a una, empiezan a morir en circunstancias extrañas. Finalmente, Mary, una de las cinco, decidirá hacer algo antes de que la muerte la sorprenda, aunque eso signifique cuestionar todo el sistema de creencias de la comunidad.

            Con un suspenso endeble y una intriga que, a fuerza de buena voluntad, apenas logra intrigar, Donde se esconde el diablo pretende ser una historia de terror sin serlo realmente. Pero no todo es malo, siempre se puede encontrar una que otra manzana buena en el cajón de las manzanas podridas. Un ejemplo de esto es el modo en que aparece la idea del mal. Así, la presencia ubicua de la maldad hace que pensemos el título en modo interrogativo: ¿Dónde se esconde el diablo? La respuesta será desalentadora, ya que muchas veces el bien, en su afán por combatir a la oscuridad, se termina convirtiendo en eso que repudia. La historia humana nos brinda más de un ejemplo al respecto.

            La principal falta de Donde se esconde el diablo es la de intentar ser una película de terror. Una óptica distinta la hubiese podido convertir en una interesante reflexión sobre la modernidad, los vestigios de las antiguas creencias arraigadas en el corazón del hombre, el amor al bien, el rechazo al mal, la idea de Dios y una larga lista de etcéteras. Pero no, creyeron que con mencionar al diablo y agregar una que otra muerte espectacular las personas iban a sentir miedo. Error. El miedo es otra cosa. Es saber que el resguardo del bien es tan abominable como la amenaza del mal. Esto aparece en la película, pero lamentablemente queda relegado en pos de las mismas técnicas hollywoodenses de siempre.

            Una lástima.



Ficha técnica:
Título original: The Devil's Hand (Where the Devil Hides)
Año: 2014
Duración: 86 min.
País: Estados Unidos
Director: Christian E. Christiansen
Guión: Karl Mueller
Fotografía: Frank Godwin
Reparto: Rufus Sewell, Alycia Debnam-Carey, Colm Meaney, Thomas McDonell, Adelaide Kane
Productora: LD Entertainment


15 de mayo de 2015

PETITE MORT, de Matías Bragagnolo




«Nadie es inocente, estamos rodeados de perversos en potencia.»
Matías Bragagnolo, Petite morte


- Una novela que perturba

El argumento, en sí, es bastante simple: Eduardo, un vendedor ilegal de pornografía, recibe un encargo más que singular, debe conseguir un video snuff (películas en las que muere de verdad una persona durante la filmación, generalmente después de haber sido torturada o violada) para un excéntrico millonario. La recompensa, un millón de dólares. Su respuesta, un rotundo no. Pero el millonario no está acostumbrado a recibir negativas, por lo que (al mejor estilo de El padrino) hará una oferta que el vendedor no podrá rechazar, una oferta que comprometerá la integridad y la vida de sus hijos. Después de eso, no quedará mucho por considerar.

            Como dije, el argumento de Petite mort de Matías Bragagnolo es bastante simple, pero no por eso la novela es, ella misma, simple. Lo que ocurre es que Petite mort no es sólo una novela, es un cruce interesante de registros: nos encontramos con una entrevista, un guión cinematográfico, un trabajo práctico para un taller de la carrera de Licenciatura en Cinematografía y, por supuesto, una tradicional narración en primera persona. Todo esto integrado en un detallado estudio sobre el mito snuff y el cine porno. Visto en su conjunto, Petite mort es una exégesis sobre el mundo y la industria de la pornografía, a la vez que un estudio sobre el (supuesto) cine snuff, desde sus orígenes hasta la actualidad. Pero, incluso, con esto me quedo corto, ya que este libro también es una enorme galería de las perversiones humanas (perversiones presentadas como reales, extraídas de crónicas periodísticas y de resonantes casos policiales). Con impresión, muchas veces hasta con repulsión, seremos testigos de lo peor de la naturaleza humana.

            ¿Me gustó la novela? Una pregunta difícil de responder. Primero, porque no creo que se trate de una novela concebida para «gustar». Y segundo, porque es difícil disfrutar de aquello que nos perturba o nos da asco. Sin lugar a dudas se trata de una novela interesante, bien escrita e inteligentemente armada, que traerá más de una pesadilla al lector. Por momentos puede volverse un poco lenta (en especial si el lector no es un cinéfilo declarado o un seguidor del porno), pero esas breves mesetas pasan con rapidez y la historia vuelve a tomar sus cauces, en un recorrido vertiginoso.

            Para terminar, me gustaría simplemente insinuar (me niego a hacer un spoiler) que a la combinación de registros se le suma un trabajo más que atractivo con los géneros literarios. ¿Novela porno? ¿Relato negro? ¿Ciencia ficción? ¿Todo eso junto? Léanla y decidan ustedes mismos… Si se animan, claro.


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Sobre el autor: Matías Bragagnolo nació en la ciudad de La Plata en 1980. De profesión abogado, publicó ensayos, cuentos y poemas. Petite mort, finalista del Concurso Extremo Negro – BAN! 2013, es su primera novela.


14 de mayo de 2015

LOS HOMBRES MALOS USAN SOMBRERO



     Amigos, anden con cuidado, los hombres malos ya están sueltos...

     Ya pueden comprar Los hombres malos usan sombrero escribiendo al mail de distribución de la Editorial Muerde Muertos: malpascal@yahoo.com.ar

     La semana que viene, en GALERNA LIBROS.




10 de mayo de 2015

A PURO LOVECRAFT, ASHTON SMITH Y HOWARD





            Hoy, en el 2° Encuentro Internacional de Literatura Fantástica realizado en la Biblioteca Nacional, se llevó a cabo la exposición «LOS 3 MOSQUETEROS DE WEIRD TALES». Durante aproximadamente dos horas, los fanáticos de la literatura de horror pudieron disfrutar de una serie de sugestivas observaciones sobre la vida y la obra de tres autores de culto: Howard Phillips Lovecraft, Clark Ashton Smith y Robert Howard.

La velada fue inaugurada por Pablo Martínez Burkett, que hizo un recorrido más que interesante por la biografía de Lovecraft, iluminando, a partir de las sombras que se desprendían de ella, sus escritos. A continuación, Claudio Díaz introdujo a los oyentes en el trabajo de un autor poco recordado, Clark Ashton Smith. La pasión con la que habló, sumada a la elocuencia de sus argumentos, despertó el interés de los oyentes hasta el punto de que las preguntas sobre dónde y cómo conseguir los cuentos de Ashton Smith resonaron por toda la sala. Por último, José María Marcos disertó sobre Robert Howard, un autor que murió joven (se pegó un tiro cuando tenía apenas 30 años) pero dejó mucho. A partir de un análisis de la estética y de la naturaleza de los escritos de Howard, José María Marcos demostró lo que la cultura popular del siglo XX y XXI le debe a este autor nacido en Texas, desde la serie de televisión Thriller (década del ‘70) hasta el cine de terror contemporáneo, pasando por Alfred Hitchcock y la literatura de J. R. R. Tolkien y Stephen King, entre muchos otros ejemplos.

Un momento que sin lugar a dudas podemos llamar «fantástico». Buena literatura, buenas ideas y buena compañía… Y un montón de monstruos acechando en la oscuridad, por supuesto.