“Quiero confesar”, dice Lucía Campos y, a partir de ese momento, empieza a contar sus idas y vueltas con Carlos Fernández. En rigor, podemos afirmar que Lo que me hizo Fernández es una historia de amor. Sin embargo, aquellos que esperen encontrar una trama en la que el “amor” equivale al eventual encuentro de los protagonistas se verán burlados. En Lo que me hizo Fernández el amor es desencuentro y proyección fallida, es un combate donde los implicados miden sus fuerzas y se debaten entre impedir que el otro los avasalle o abandonarse en una rendición con gusto a triunfo. ¿Acaso no es eso, siempre, el amor?
Lucía Campos es una escritora de (casi) cincuenta años que, para sobrevivir, trabaja como recepcionista en un consultorio cardiológico. De naturaleza solitaria, tras dos matrimonios fallidos no espera mucho (por no decir que no espera nada) de los hombres. Así está bien. Si no es feliz, al menos está tranquila, que es mucho más de lo que otros pueden afirmar. Todo esto cambia cuando conoce a Carlos Fernández en uno de esos ciclos de lectura que pocos conocen y casi nadie disfruta. Fernández es un reconocido escritor de los submundos literarios, mucho más joven que ella; enigmático, soberbio, cínico, fuera de todo contexto, como si perteneciera a una época que no es la nuestra, pero que no llega a ser la de nadie. Con Fernández nunca se sabe: puede aparecer y desaparecer sin dar explicaciones, puede comunicarse con una carta o seducir siendo sólo una voz en el teléfono o un par de manos en un colectivo atestado de pasajeros. Carlos Fernández puede serlo todo sin dejar de ser nada.
El deseo, la frustración, el miedo y la incertidumbre enfrentarán a Lucía con una versión de sí misma nueva e inédita, como si el amor fuera un espejo que obliga a descubrirse. En este sentido, Lo que me hizo Fernández es una interesante revelación: una historia de amor (ficticia o no) es una historia en la que el que ama se descubre, gracias al otro, a sí mismo, se define a sí mismo, se (re)inventa a sí mismo y, con esto, puede alcanzar la felicidad. La persona amada nos devuelve a nosotros mismos y nos permite ser, y es así como Lucía se cuenta al tiempo que cuenta lo que Fernández hace con ella.
Lean Lo que me hizo Fernández (Azul Francia, 2020). Es una excelente novela, de un exquisito erotismo dilatorio. Créanme si les digo que el deseo del lector se incrementará junto con el deseo de la narradora y, a la par de ese deseo, también crecerá la expectativa y el disfrute. Incluso, me enteré de que la autora, María Staudenmann, está preparando la segunda parte. Una nueva dilación. Ya no puedo esperar para leerla.
- Staudenmann, María. Lo
que me hizo Fernández. Buenos Aires, Azul Francia, 2020.
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Sobre la autora: María Staudenmann nació en Buenos Aires en 1979. Es licenciada en Comunicación Social. Trabajó en radio y en publicidad, donde se desempeñó como editora y redactora de contenidos para distintos medios gráficos nacionales. A fines de 2011 fundó Qu, revista de literatura y arte con ocho años ininterrumpidos de edición en papel. Escribe narrativa y poesía, al tiempo que participa en ciclos de lecturas. Algunos de sus textos fueron premiados en certámenes y otros publicados en antologías y medios digitales de Argentina y España. Lo que me hizo Fernández es su primera novela.