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20 de noviembre de 2021

LO QUE ME HIZO FERNÁNDEZ, de María Staudenmann

 


 

“Quiero confesar”, dice Lucía Campos y, a partir de ese momento, empieza a contar sus idas y vueltas con Carlos Fernández. En rigor, podemos afirmar que Lo que me hizo Fernández es una historia de amor. Sin embargo, aquellos que esperen encontrar una trama en la que el “amor” equivale al eventual encuentro de los protagonistas se verán burlados. En Lo que me hizo Fernández el amor es desencuentro y proyección fallida, es un combate donde los implicados miden sus fuerzas y se debaten entre impedir que el otro los avasalle o abandonarse en una rendición con gusto a triunfo. ¿Acaso no es eso, siempre, el amor? 

Lucía Campos es una escritora de (casi) cincuenta años que, para sobrevivir, trabaja como recepcionista en un consultorio cardiológico. De naturaleza solitaria, tras dos matrimonios fallidos no espera mucho (por no decir que no espera nada) de los hombres. Así está bien. Si no es feliz, al menos está tranquila, que es mucho más de lo que otros pueden afirmar. Todo esto cambia cuando conoce a Carlos Fernández en uno de esos ciclos de lectura que pocos conocen y casi nadie disfruta. Fernández es un reconocido escritor de los submundos literarios, mucho más joven que ella; enigmático, soberbio, cínico, fuera de todo contexto, como si perteneciera a una época que no es la nuestra, pero que no llega a ser la de nadie. Con Fernández nunca se sabe: puede aparecer y desaparecer sin dar explicaciones, puede comunicarse con una carta o seducir siendo sólo una voz en el teléfono o un par de manos en un colectivo atestado de pasajeros. Carlos Fernández puede serlo todo sin dejar de ser nada. 

El deseo, la frustración, el miedo y la incertidumbre enfrentarán a Lucía con una versión de sí misma nueva e inédita, como si el amor fuera un espejo que obliga a descubrirse. En este sentido, Lo que me hizo Fernández es una interesante revelación: una historia de amor (ficticia o no) es una historia en la que el que ama se descubre, gracias al otro, a sí mismo, se define a sí mismo, se (re)inventa a sí mismo y, con esto, puede alcanzar la felicidad. La persona amada nos devuelve a nosotros mismos y nos permite ser, y es así como Lucía se cuenta al tiempo que cuenta lo que Fernández hace con ella. 

Lean Lo que me hizo Fernández (Azul Francia, 2020). Es una excelente novela, de un exquisito erotismo dilatorio. Créanme si les digo que el deseo del lector se incrementará junto con el deseo de la narradora y, a la par de ese deseo, también crecerá la expectativa y el disfrute. Incluso, me enteré de que la autora, María Staudenmann, está preparando la segunda parte. Una nueva dilación. Ya no puedo esperar para leerla. 

 

 

- Staudenmann, María. Lo que me hizo Fernández. Buenos Aires, Azul Francia, 2020.

 

 

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Sobre la autora: María Staudenmann nació en Buenos Aires en 1979. Es licenciada en Comunicación Social. Trabajó en radio y en publicidad, donde se desempeñó como editora y redactora de contenidos para distintos medios gráficos nacionales. A fines de 2011 fundó Qu, revista de literatura y arte con ocho años ininterrumpidos de edición en papel. Escribe narrativa y poesía, al tiempo que participa en ciclos de lecturas. Algunos de sus textos fueron premiados en certámenes y otros publicados en antologías y medios digitales de Argentina y España. Lo que me hizo Fernández es su primera novela.




14 de noviembre de 2021

OLD: Cuando la vida se pasa volando




 

¿Alguna vez sintieron que la vida se pasa volando, que muchos años no son más que unos pocos días, incluso unas pocas horas? Bueno, Old, la nueva película del director M. Night Shyamalan, trabaja justamente con eso. La familia Capa, compuesta por Guy (Gael García Bernal), Prisca (Vicky Krieps) y sus hijos, Maddox y Trent, llega a un hotel paradisíaco con el objetivo de pasar unas tranquilas vacaciones y olvidarse de sus problemas, que van desde la crisis matrimonial hasta una cuestión de salud de Prisca. Ahí, el gerente les recomienda, de manera exclusiva y casi en secreto, una remota playa inaccesible, rodeada de acantilados. Una “anomalía natural”, imposible de encontrar y que representa una “experiencia única en la vida”. El hotel se encargaría de llevarlos y de irlos a buscar. El resto, todo lo que tenga que ver con pasar un día maravilloso, depende de ellos. La familia acepta y, cuando se suben a la camioneta que los va a llevar a destino, se encuentran con que no son los únicos. Otra familia se les une y otra llegará más tarde. Ya en el paraíso, las cosas empiezan a enrarecerse. El tiempo transcurre de una manera extraña, acelerada. Los niños, que son siempre los que denuncian a su modo el paso de los años, crecen vertiginosamente, mientras que los adultos envejecen de una forma menos perceptible, aunque no por eso menos contundente. Al intentar escapar, notan que es imposible. Están ahí, atrapados, víctimas no sólo del lugar, sino (y principalmente) del correr tiempo. 

Old es una buena película, llena de sutilezas y de un contenido que trasciende lo impactante de la trama. En la desesperación de los personajes, que experimentan cómo el tiempo se les escurre literalmente como arena entre los dedos, vemos nuestra propia desesperación, nuestros propios conflictos, tanto con los demás como con nosotros mismos. No es un secreto que la vejez y la enfermedad son las principales preocupaciones del ser humano actual. Asegurada, para gran parte de la humanidad, la supervivencia, lo importante es prolongar la existencia; y, ante esto, la enfermedad y la vejez se convierten, como símbolo de la muerte que son, en los obstáculos a vencer. En este sentido, Old muestra, de una manera que linda con lo fantástico y la ciencia ficción, cómo la vida está atravesada por el tiempo de una manera que en general no nos detenemos (justamente) a reconocer: al final de nuestra vida, no es la cantidad de días lo que dirá si fue larga o no, sino la cantidad de experiencias acumuladas. Al fin y al cabo, toda vida es corta para aquel que la vive. 

Por último, y no voy a decir mucho para no arriesgarme a hacer un spoiler, es interesante resaltar el costado ético que desarrolla la historie en relación con la industria médica, donde muchas veces (más de las que nos gustaría admitir) el fin justifica los medios. En un presente como el nuestro, esto es digno de mencionar y de valorar. 

Sé que las películas de Shyamalan no siempre son lo que uno espera que sean (ni siquiera Sexto sentido fue inmune a las detracciones), pero en este caso vale la pena. Vean Old, y no dejen que el tiempo les pase por encima.

 

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Título original: Old

Año: 2021

Duración: 108 min.

País: Estados Unidos

Dirección: M. Night Shyamalan

Guion: M. Night Shyamalan. Novela gráfica: Pierre-Oscar Lévy, Frederick Peeters

Música: Trevor Gureckis

Fotografía: Mike Gioulakis

Reparto: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Thomasin McKenzie, Alex Wolff, Nikki Amuka-Bird, Abbey Lee, Ken Leung, Aaron Pierre, Eliza Scanlen

Productora: Blinding Edge Pictures, Universal Pictures. Distribuidora: Universal Pictures