Matías Bragagnolo, Petite morte
- Una novela que
perturba
El
argumento, en sí, es bastante simple: Eduardo, un vendedor ilegal de
pornografía, recibe un encargo más que singular, debe conseguir un video snuff (películas en las que muere de
verdad una persona durante la filmación, generalmente después de haber sido
torturada o violada) para un excéntrico millonario. La recompensa, un millón de
dólares. Su respuesta, un rotundo no. Pero el millonario no está acostumbrado a
recibir negativas, por lo que (al mejor estilo de El padrino) hará una oferta que el vendedor no podrá rechazar, una
oferta que comprometerá la integridad y la vida de sus hijos. Después de eso,
no quedará mucho por considerar.
Como dije,
el argumento de Petite mort de Matías
Bragagnolo es bastante simple, pero no por eso la novela es, ella misma, simple.
Lo que ocurre es que Petite mort no
es sólo una novela, es un cruce interesante de registros: nos encontramos con
una entrevista, un guión cinematográfico, un trabajo práctico para un taller de
la carrera de Licenciatura en Cinematografía y, por supuesto, una tradicional
narración en primera persona. Todo esto integrado en un detallado estudio sobre
el mito snuff y el cine porno. Visto
en su conjunto, Petite mort es una exégesis
sobre el mundo y la industria de la pornografía, a la vez que un estudio sobre
el (supuesto) cine snuff, desde sus
orígenes hasta la actualidad. Pero, incluso, con esto me quedo corto, ya que
este libro también es una enorme
galería de las perversiones humanas (perversiones presentadas como reales, extraídas de crónicas periodísticas y de resonantes casos
policiales). Con impresión, muchas veces hasta con repulsión, seremos testigos
de lo peor de la naturaleza humana.
¿Me gustó
la novela? Una pregunta difícil de responder. Primero, porque no creo que se
trate de una novela concebida para «gustar». Y segundo, porque es difícil
disfrutar de aquello que nos perturba o nos da asco. Sin lugar a dudas se trata de una novela
interesante, bien escrita e inteligentemente armada, que traerá más de una
pesadilla al lector. Por momentos puede volverse un poco lenta (en especial si
el lector no es un cinéfilo declarado o un seguidor del porno), pero esas
breves mesetas pasan con rapidez y la historia vuelve a tomar sus cauces, en un
recorrido vertiginoso.
Para
terminar, me gustaría simplemente insinuar (me niego a hacer un spoiler) que a la combinación de
registros se le suma un trabajo más que atractivo con los géneros literarios.
¿Novela porno? ¿Relato negro? ¿Ciencia ficción? ¿Todo eso junto? Léanla y
decidan ustedes mismos… Si se animan, claro.
***
Sobre el autor: Matías Bragagnolo nació en la ciudad de
La Plata en 1980. De profesión abogado, publicó ensayos, cuentos y poemas. Petite mort, finalista del Concurso Extremo Negro – BAN! 2013, es
su primera novela.
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