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15 de enero de 2025

NOSFERATU (2024): Mejor no comparar




          Vi la actual Nosferatu, de Robert Eggers. Me gustó, aunque no tanto como esperaba. Entre los aspectos positivos, resalto las actuaciones de Lily-Rose Depp (como Ellen Hutter) y de Nicholas Hoult (como Thomas Hutter). También son muy buenos los escenarios, que (tecnología mediante) hacen que el espectador se sienta transportado a la Europa del siglo XIX, tanto en su versión citadina como en la de las regiones arcaicas del Este. El ritmo de la historia se sostiene, los sustos tienen sus apariciones de rigor y la estética gótica no defrauda. 

          No obstante, el problema con este tipo de películas es que no se evalúan por los logros y defectos propios, sino por las virtudes y las deficiencias en comparación con los films que la preceden y conforman su base (en este caso, la versión muda de 1922, dirigida por F. W. Murnau, y la de 1979, de Werner Herzog). En este sentido, la adaptación actual defrauda bastante. No voy a hacer spoilers, pero sí diré que el argumento pierde con los cambios que implementa. La comparación más inevitable, la del conde Orlok, la deja mal parada. Los vampiros anteriores, el de Max Schreck y el de Klaus Kinski, son demasiado buenos en relación con la encarnación de Bill Skarsgård (y no por culpa de él, sino por un guion que hace del conde no mucho más que un bruto en descomposición). 

          En conclusión, siempre y cuando no se piense en sus predecesoras, la película puede llegar a agradar. 

          Y, para ahorrarle algunos golpes más, evitemos la comparación con la novela Drácula, de Bram Stoker.


(-Si te interesa leer más sobre las versiones de Nosferatu, hacé click acá.) 


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