Transposición
de la presentación del libro de Fabián García, La lengua de los geckos (Muerde
Muertos, 2019), llevada a cabo en La
Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
***
Como
primera medida, quisiera presentarles, de forma general y un tanto técnica, el
libro La lengua de los geckos, de Fabián García.
Se trata de una de las
novedades de Muerde Muertos de este año. El libro cuenta con diez cuentos que
nos hacen recorrer un camino que va desde un género que se podría llamar fantástico
biológico (con relatos como “La lengua de los geckos”, “La flor lejana”,
“El pliegue iterativo” o “Luli”) a un terror realista (“El lápiz”,
“Comunión” o “Un último abrazo”, que cierra el libro). Pero esto no es todo.
También lo vemos recorrer esos inhóspitos caminos del horror cósmico que,
inevitablemente, y de manera injusta, relacionamos con Lovecraft. Digo de
manera injusta porque no me gusta este tipo de comparaciones, y creo que un
libro como La lengua de los geckos no
lo necesita. Este libro de Fabián García es un universo en sí mismo, que va más
allá de toda clasificación y, por eso mismo, de todo paralelismo.
A ese fantástico
biológico que antes mencionaba y que nos pone cara a cara con animales en apariencia inofensivos (pero
que esconden una realidad peligrosa), con plantas llegadas del espacio exterior
que amenazan con transformar a la humanidad; a ese horror cósmico lleno de dioses
marinos que esperan en las profundidades del mar, de seres herederos de quién
sabe qué razas antiguas y qué religiones olvidadas se suman personajes humanos (dolorosamente
humanos) que arrastran su soledad, su desubicación y su exclusión social hasta
el punto de hacernos dudar de quiénes son los verdaderos monstruos: si aquellos
que provienen de realidades ajenas al mundo que conocemos o éstos que muestran
cómo la realidad de nuestro mundo es, por indiferente, monstruosa.
Pero no sólo quiero
hablarles del mundo (o de los mundos) dentro de La lengua de los geckos. También quiero hablarles del mundo que
está afuera del libro, éste que tenemos al alcance de nuestras manos, lleno de
distracciones y de vértigo, con personas que quieren ahora mismo lo que en
realidad no desean y siempre se esfuerzan por llegar lo antes posible a donde
no quieren ir. Quiero hablar de lo que La
lengua de los geckos hace con este mundo. Y lo que hace es ponerlo en
pausa. No es casual que la presentación se haga, justamente, un día de paro
nacional[1]. Mientras La lengua de los geckos está presente,
el mundo desaparece. Y esto, muchos de ustedes estarán de acuerdo conmigo, es
algo verdaderamente inusual.
En relación con esto, tengo
que admitir que cada vez me cuesta más mantener una lectura continua y
sostenida sin tomarme pequeñas pausas para revisar el celular, hacerme un café
o ir al baño. Cuando me impongo leer durante más de media hora seguida, no es
más que eso, una imposición que tengo que mantener a fuerza de esfuerzo y
autocontrol. Mi atención, antaño férrea, ahora necesita de esos lapsus recreativos.
Y esto no solo con la literatura. Antes, me acuerdo de que las publicidades en
medio de una película eran tomadas como una ofensa propia de un sistema capitalista
decadente; ahora, por el contrario, las pausas son esperadas con ansiedad y,
cuando no llegan, las inventamos nosotros con el control remoto. Ahora bien,
nada de esto tiene sentido cuando hablamos de La lengua de los geckos. Lo que me pasó con este conjunto de
cuentos es que, cuando empezaba a leer, todo el resto desaparecía. Las páginas
pasaban una detrás de otra sin que me diera cuenta y, cuando un relato
terminaba, me sorprendía no sólo la cantidad de hojas que no había advertido,
sino los minutos (que se contaban por decenas) que se habían deslizado por una
fractura digna de una de las historias de este libro. Esto es, sin lugar a
dudas, algo para destacar. Son pocas las historias que detienen al mundo. La lengua de los geckos está lleno de
ellas.
Bueno, cierro con unas
simples palabras de recomendación: lean La
lengua de los geckos de Fabián García. Como ocurre siempre con los libros
de Muerde Muertos, se embarcarán en un viaje con pesadillas aseguradas.
Gracias.
***
Sobre el
autor: Fabián García nació en 1973, en la ciudad de Buenos Aires, y vive en
Ramos Mejía. Asistió a los talleres de poesía de Osvaldo Bossi y Walter
Cassara, y actualmente trabaja su narrativa con Guillermo Martínez. Publicó sus
poemas en fanzines y revistas, y colabora con artículos en diversos medios
digitales. Devoto del relato de horror (en especial el del siglo XIX) y la
ficción distópica, admira a Borges, a Kafka y a Poe. El sello Muerde Muertos publicó en abril de 2019
La lengua de los geckos, su primer libro de cuentos en la Colección Muertos
dedicada al terror.
- García,
Fabián. La lengua de los geckos.
Buenos Aires, Muerde Muertos, 2019.
[1]
En efecto, la presentación se realizó el 30 de abril de 2019, día de paro
nacional.
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