Gwendy Peterson, una chica de doce años con unos
kilos de más, sube las Escaleras de los Suicidios que conducen a Castle View.
Su intención, más que espacial, es física: quiere hacer el ejercicio suficiente
como para bajar de peso y evitar así que la sigan llamando “Goodyear”. Una vez
en la cima de la ladera rocosa, y todavía con la respiración acelerada, Gwendy ve
a un hombre misterioso, que usa una chaqueta negra y un sombrero pequeño del
mismo color, sentado en un banco. Este hombre, llamado Richard Farris, le pide
que se acerque y, después de un breve diálogo, le entrega una caja de madera
que tiene, a la vista, una particularidad: está cubierta por seis botones de
distintos colores en la parte superior y uno en cada lateral, lo que suman ocho
botones. Además, hay una palanca en cada extremo, junto a una rendija. La caja,
que parece inofensiva, esconde, según el hombre del sombrero, un poder inimaginable,
capaz de destruir el mundo. Todo dependerá del uso que el dueño le dé. Y, a
partir de ese momento, la dueña será Gwendy…
A
lo largo de la historia, podemos seguir a Gwendy Peterson por el transcurso de
varias etapas de su vida, desde los doce años hasta su graduación en la
universidad. En todo ese tiempo, su vida experimentará una serie de cambios que
la irán convirtiendo en una persona muy distinta de aquella nena que sólo
quería bajar de peso. La caja de botones, con todo el poder que irradia, será
el faro que iluminará su camino, para bien o para mal.
La
caja de botones de Gwendy es la última novela de Stephen King publicada en
Argentina. Fue escrita en colaboración con Richard Chizmar y cuenta con
ilustraciones de Keith Minnion. Se trata de una novela breve, que no llega a
las doscientas páginas (con un interlineado generoso e ilustraciones que abarcan
páginas enteras). En principio, parece una buena opción para aquellos que quieren
leer algo de Stephen King y que no se animan a meterse en esas novelas que
superan las seiscientas, ochocientas o mil páginas.
Sin
embargo…
Aunque de lectura ágil
y amena, La caja de botones de Gwendy no logra colmar las expectativas
de un lector habituado a lo que King puede llegar a hacer. En mi opinión, queda
a mitad de camino entre el cuento y la novela. Su historia, tal vez más propia
de aquél, no da la talla para ésta. Al menos no teniendo en cuenta el trato que
se le dio. Sin lugar a dudas, se podría haber complejizado más, en especial en lo
que se refiere a las implicancias morales de quien tiene el poder y los medios para
destruir a otros, pero el argumento no va más allá. Tampoco da muchas
explicaciones sobre la naturaleza de los acontecimientos, por lo que los huecos
son numerosos. En definitiva, se queda en un simple seguimiento (bastante
inocente, además) de la vida de Gwendy.
La verdad, sólo
recomendaría La caja de botones de Gwendy a aquellos lectores constantes
que ya no tienen otra cosa que leer del maestro. A los demás, les digo que
busquen otro libro. Hay mucho para leer de King.
- King, Stephen. La caja de botones de
Gwendy. Buenos Aires, Suma de Letras, 2019.
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