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7 de diciembre de 2016

MONDO CANE, de Pablo Martínez Burkett




«Esto no es miedo, es otra cosa, más profunda, mucho más pretérita. La oscuridad, el dolor, la tristeza son palabras inservibles. Hube de incinerar el libro para prevenir la desgracia pero advierto lo inútil de tal proceder. Porque de edad en edad regresa desde escondrijos, tumbas y monumentos para apoderarse de inocentes descifradores de lo oculto, piadosos exorcistas, feroces nigromantes. ¡Ay de aquellos que crean que es posible controlar a los demonios antiguos! ¡Ay de los ilusos que esperan someterlos a voluntad! ¡Ay de todos nosotros!»

Pablo Martínez Burkett, «Éxito fatídico» en Mondo cane.



            Hay escritores que cuentan historias; otros, pocos, que con sus historias expanden universos (bueno, también los hay que no hacen ni una cosa ni la otra, pero ellos no me interesan). Pablo Martínez Burkett tiene la particularidad de diseñar galaxias enteras con cada oración, con cada párrafo. Sin lugar a dudas, estamos hablando de uno de los escritores más sobresalientes de la Argentina contemporánea: preciso, excelso, inabarcable. Cada vez que leo uno de sus relatos, me maravillo no sólo de lo que logro captar, de esas historias que me invitan a pasear y a olvidarme de una realidad gris, sino también de lo que (intuyo) se me escapa, de todos esos mundos detrás de los mundos, de esa erudición que, aunque no logremos captarla, está ahí para el ojo atento y la mente iniciada.

Ahora bien, vamos a los libros. Después de Forjador de penumbras (editado por primera vez en 2011, tras ganar el 1º Premio Mundos en Tinieblas 2010) y Los ojos de la divinidad (Muerde Muertos, 2013, Premiado por el Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias), llega a nosotros, nuevamente de la mano de Muerde Muertos, Mondo cane, el tercer libro de cuentos de Pablo Martínez Burkett, que cuenta con 60 microrrelatos publicados originalmente en la revista española miNatura (dirigida por Ricardo Acevedo Esplugas, que es quien, a su vez, escribió el prólogo del libro). Leer Mondo cane es leer Mondo cane y mucho más: es meterse en un universo poblado (como todo universo) de letras; es vincularse con el Buenos Aires conocido y con la Argentina profunda; es revisitar a Stoker, a Lovecraft, a Poe, a Wells, a tantos otros; es viajar al futuro y sumergirse en el pasado; sufrir nuevas rebeliones tecnológicas y descubrir formas originales de volverse zombi; viajar por las galaxias y corroborar que la angustia existencial es la misma en todas partes, bajo la piel de todas las razas… En fin, leer Mondo cane es encontrar un verdadero Aleph, repleto de todo, carente de nada.

Por esto mismo, y para concluir, no me animaría a decir que leí Mondo cane. Decir algo así pecaría de definitivo, y no hay nada definitivo en la lectura de estas páginas. Lo que sí puedo decir es que leí Mondo cane por primera vez. Sé que voy a volver a él como un nene a su serie favorita de la televisión, una y otra vez, incansable y obnubiladamente.

Mondo cane de Pablo Martínez Burkett: no te permitas no leerlo.



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Sobre el autor: Pablo Martínez Burkett nació en 1965 en Santa Fe (Argentina). Es abogado (Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe) y Magíster en Derecho Empresario (Universidad Austral, Buenos Aires). Tiene estudios de postgrado en la Universidad de Navarra (España), la Universidad Adolfo Ibáñez (Santiago de Chile) y la Louisiana State University (Estados Unidos). Enseña en la Universidad Austral. Es autor de los libros de relatos Forjador de penumbras (2011, 1º Premio Mundos en Tinieblas 2010), Los ojos de la divinidad (Muerde Muertos, 2013, Premiado por el Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias) y su flamante Mondo cane (Muerde Muertos, 2016, con prólogo de Ricardo Acevedo Esplugas). Escribe para revistas del país y el extranjero, y ha participado en diez antologías. Ha escrito ensayos cervantinos para diversas universidades y las Jornadas Cervantinas Internacionales de Azul. Recibió premios en una docena de concursos literarios y forma parte del comité de redacción de Axxón. Algunas de sus narraciones han sido traducidas al inglés, francés, portugués, italiano y rumano. Dirige el blog El Eclipse de Gyllene Draken abocado a la literatura fantástica.


Pablo Martínez Burkett, Mondo cane, Buenos Aires, Muerde Muertos, 2016.



2 de diciembre de 2016

BERAZACHUSSETTS, de Leandro Ávalos Blacha




Berazachussetts, de Leandro Ávalos Blacha, es una novela que sorprende a cada línea, que nos lleva de la mano por innumerables caminos (intrincados, múltiples, divertidos, apabullantes) sin soltarnos siquiera un segundo. Me encantaría hacer una síntesis, pero me es imposible. La historia toma tal número de derroteros que resumirla exigiría tantas páginas como páginas tiene el libro. A lo sumo, me permito decir que todo empieza cuando cuatro amigas, Dora, Milka, Beatriz y Susana, encuentran en el bosque, desnuda e inconsciente, a Trash, una zombi dark. Esta escena es todo un Big Bang: de ella emergerá un universo en permanente expansión.

            Berazachussetts es original, hilarante, coherente en su multiplicidad. En otras palabras, una verdadera artesanía narrativa. Por esto mismo recibió, en 2007, el premio Indio Rico de la mano de César Aira, Daniel Link y Alan Pauls.

            Búsquenla, consíganla, léanla. No digan que no les dije.



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Sobre el autor: Leandro Ávalos Blacha nació en Quilmes, en 1980. Publicó Serialismo (Premio Nueva Narrativa Sudaca Border, Eloísa Cartonera, 2005), Berazachussetts (Premio Indio Rico 2007 y publicada en Francia por Asphalte en 2011 y Gallimard en 2013) y Medianera (Eduvim, 2011). Su última novela, Malicia, acaba de ser publicada por la editorial Entropía.

28 de noviembre de 2016

"El manuscrito" en miNatura 149





         La revista miNatura (en su número 149 y bajo el tema "Paleocontacto") publicó mi relato "El manuscrito". La versión en inglés estuvo a cargo de Yanina Pandullo, mi traductora de confianza.

Les paso el link de la revista: http://www.servercronos.net/bloglgc/media/blogs/minatura/pdf/RevistaDigitalmiNatura149_sp.pdf



Reseña de EL PSICOANALISTA de John Katzenbach en PERIÓDICO IRREVERENTES







         PERIÓDICO IRREVERENTES acaba de publicar mi reseña sobre la novela El psicoanalista de John Katzenbach. Como siempre, están invitados.

Link: https://periodicoirreverentes.org/2016/11/21/el-psicoanalista-de-john-katzenbach/



Entrevista en PERIÓDICO IRREVERENTES





          Amigos, la revista española PERIÓDICO IRREVERENTES publicó la entrevista que me hizo Pablo Martínez Burkett para su blog. 



"23 de julio de 2113" en miNatura 151





          Amigos, mi relato "23 de julio de 2113" acaba de ser publicado en el nuevo número de la revista española miNatura, que tiene como tema "Superpoblación". Los invitó a descargarla y a leerla toda. No tiene desperdicio. ¡Saludos!




Reseña de NATURALEZA MUERTA en CITRICÓN





        La revista Citricón publicó mi reseña sobre Naturaleza Muerta, el décimo tomo de la colección PelosDePunta, en el que la literatura se combina con la ilustración para dar como resultado un libro escalofriante.

Link: http://www.citricon.com/comics/criticas/171-Rese%C3%B1a_de_la_antolog%C3%ADa_de_novela_de_Naturaleza_Muerta,_el_d%C3%A9cimo_tomo_de_la_colecci%C3%B3n_Pelos_de_Punta



Todo sobre LOS HOMBRES MALOS... en la página de MUERDE MUERTOS




          ¿Querés leer reseñas sobre Los hombres malos usan sombrero, conocerme a mí a partir de las entrevistas publicadas en diferentes medios o estar al tanto de las charlas o lecturas por venir? Bueno, echale un vistazo a la página de Muerde Muertos. Ahí vas a encontrar material de sobra.

Link: http://muerdemuertos.blogspot.com.ar/2015/04/los-hombres-malos-usan-sombrero.html








"Francisco, el hijo pródigo" en INSOMNIA 222





          Amigos, además de la mejor información sobre Stephen King, en el número 222 de la revista INSOMNIA salió publicado mi cuento "Francisco, el hijo pródigo", un humilde homenaje al maestro de Maine. Los invito a leerlo y a que compartan conmigo su opinión.




10 de octubre de 2016

LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO, de Mariana Enriquez




«Constitución no es fácil y es hermoso, con todos esos rincones que alguna vez fueron lujosos, como templos abandonados y vueltos a ocupar por infieles que ni siquiera saben que, entre estas paredes, alguna vez se escucharon alabanzas a viejos dioses.»

Mariana Enriquez, «El chico sucio» en Las cosas que perdimos en el fuego.



Es difícil escribir una reseña sobre un libro de cuentos. A mí, particularmente, no me gusta, por eso trato de evitarlo. Para ser honesto, creo que lo más justo sería hacer una reseña particular de cada uno de los relatos, para evitar así una valoración engañosa (lo que daría como resultado una reseña justa, pero sumamente extensa e insoportable). En fin, siempre, en toda compilación, hay cuentos que están buenos y cuentos que no. No es la cantidad de unos u otros lo que dictamina si un libro nos ha de gustar (puede haber muchos cuentos «malos» pero uno tan «bueno» que nos haga mirar el conjunto con satisfacción, o viceversa), sino un balance personal y para nada riguroso. De cualquier manera, decidí escribir sobre Las cosas que perdimos en el fuego (2016) de Mariana Enriquez, primero porque fue editado entre bombos y platillos por la editorial Anagrama, en un momento en que la literatura argentina de terror goza de cierto esplendor, y segundo porque más de un crítico consideró a Enriquez como el principal exponente de estas horas gloriosas.

No me sorprende el lugar que la crítica le adjudicó a Mariana Enriquez. Si bien hay muchos escritores argentinos que, hoy por hoy, frecuentan el género de terror (y que lo hacen muy bien), la verdad es que Enriquez es, sin lugar a dudas, el caso más conocido. Sin exagerar, podría afirmar que es la ventana por la que el mundo y los lectores (no fanáticos) ven el terror literario argentino. Ya su primer libro de cuentos, Los peligros de fumar en la cama[1] (2009), había sorprendido para bien. Ahora, Las cosas que perdimos en el fuego viene a confirmar la primera sorpresa. Una vez más, y con personajes hastiados de sus vidas, Enriquez convierte la cultura argentina en un museo del horror.



Terror argentino

En Las cosas que perdimos en el fuego, Mariana Enriquez trabaja con temáticas, lugares, personajes, preocupaciones y alusiones históricas propias del consciente e inconsciente nacional: pibes chorros, inseguridad, paco, femicidios, la última dictadura militar e, incluso, uno de los más famosos asesinos de la historia argentina, Cayetano Santos Godino, el Petiso Orejudo. Y con esta lista me quedo corto. Leer a Enriquez es vislumbrar una galería de horrores argentinos, presentada con una prosa sólida y segura de sí misma. Leer a Enriquez es, entonces, reconocerse.

Su tuviera que mencionar los tres cuentos que más me gustaron, elegiría «Fin de curso»[2] (la historia de una adolescente perseguida por un ser que la obliga a hacer «cosas»), «El patio del vecino»[3] (un relato de experimentos antinaturales) y el cuento que da nombre al libro, «Las cosas que perdimos en el fuego» (una venganza escalofriante por parte de las mujeres contra los hombres y su maltrato). De hecho, creo que este último relato es el mejor de todo el libro. Polémico, incómodo, aberrante, monstruoso… Una verdadera joya.

Cada uno podrá seleccionar según sus gustos o miedos. Por mi parte, dejo la recomendación. Lean Las cosas que perdimos en el fuego, y asústense de lo que significa ser argentino.


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Sobre la autora: Mariana Enriquez nació en Buenos Aires en 1973. Es Licenciada en Periodismo y Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Plata y trabaja en Radar, el suplemento de arte y cultura de Página/12. Además, colabora con revistas como Rolling StoneLa ManoDulce Equis Negra y La Mujer de mi Vida. Publicó las novelas Bajar es lo peor (1995) y Cómo desaparecer completamente (2004), las colecciones de cuentos Los peligros de fumar en la cama (2009) y Cuando hablábamos con los muertos (2013), la novela corta Chicos que vuelven (2010), los relatos de viajes Alguien camina sobre tu tumba. Mis viajes a cementerios (2013) y el perfil La hermana menor. Un retrato de Silvina Ocampo (2014). Además, participó en las antologías La joven guardia (2006), Una terraza propia (2006), En celo (2007), Los días que vivimos en peligro (2009), Terror (2012) y Osario común. Summa de fantasía y horror (2013). Las cosas que perdimos en el fuego es su último libro.


 - Enriquez, Mariana. Las cosas que perdimos en el fuego. Anagrama, Barcelona, 2016.

  
  



[1] Podés leer la reseña de Los peligros de fumar en la cama haciendo click AQUÍ.
[2] Aparecido por primera vez en la antología Osario común. Summa de fantasía y horror (2013), compilada por Patricio Chaija y editada por Muerde Muertos. Ver reseña AQUÍ.
[3] Aparecido en la antología Terror (2012), publicada por la editorial Planeta. Ver reseña AQUÍ.




31 de agosto de 2016

En PERRO GRIS


          PERRO GRIS publicó un microrrelato mío en su sección #LoQueNoDije. ¡Los invito a leerlo!




Texto:

Salía del colegio cuando la madre de un alumno me abordó, preocupada. Quería saber cómo le estaba yendo a su hijo. Mientras hablaba, vi que un mosquito se le apoyaba en el mentón. No le dije nada, por vergüenza.

La escuché, mirando cómo el bicho se daba un panzazo y se iba, dejando un bultito blanquecino que la mujer, cada tanto, se rascaba. Después nos despedimos.

A la semana, la noticia salió en todos lados. Era la primera muerte por dengue en Castelar. Tendría que haberle dicho. Es curioso lo que hacemos (o dejamos de hacer) por vergüenza.



4 de julio de 2016

EL SER HUMANO






"Fortuna" en NO SERÁ MUCHO



          NUEVO CUENTO. Como ya muchos de ustedes saben, Giselle Aronson sostiene un interesante proyecto: "No será mucho". En él, reúne a escritores para que, a partir de una canción y de un videoclip, escriban un relato. A mí me tocó "The Masterplan" de Oasis, y lo que salió fue "Fortuna". Los invito a leer y dejar un comentario en la página. Y muchas gracias Giselle por tenerme en cuenta. Es un verdadero honor.

Link: http://noseramuchono.blogspot.com.ar/2016/06/fortuna-lucas-berruezo-masterplan-oasis.html



11 de mayo de 2016

Charles Robert Maturin y su MELMOTH EL ERRABUNDO


          El lunes 9 de mayo, José María Marcos, Pablo Martínez Burkett y yo estuvimos hablando del gótico irlandés en la Biblioteca Nacional de la República Argentina, en el marco del III Encuentro Internacional de Literatura Fantástica. Se trató de una jornada sumamente interesante. Para aquellos que no pudieron concurrir, les dejó a continuación mi ponencia sobre Charles Robert Maturin y su famosa novela Melmoth el errabundo.



Flyer del evento



Damián Blas Vives, Lucas Berruezo, José María Marcos y Pablo Martínez Burkett


III ENCUENTRO INTERNACIONAL DE LITERATURA FANTÁSTICA

CHARLES ROBERT MATURIN y su MELMOTH EL ERRABUNDO


·         Introducción

Cuando empecé a considerar la forma de abordar la persona de Charles Robert Maturin y su famosa novela Melmoth el errabundo, me encontré con un dilema: ¿cómo hablar de una novela tan rica?, ¿por dónde empezar, por dónde seguir, por dónde terminar? Los aspectos que uno podría analizar de esta novela son múltiples y se multiplican en el mismo análisis. Pensé en hacer una lectura crítica-teórica, hablando de los relatos enmarcados (esa maraña de relatos dentro del relato), teniendo en cuenta la figura del narrador, las apariciones del autor en forma de constantes notas al pie e, incluso, las recurrentes apelaciones al lector. También me entusiasmó, al menos por un momento, la idea de hacer un seguimiento de las lecturas que aparecen en la novela, tanto en forma de epígrafes como de citas (y que van desde Shakespeare a Cervantes, pasando por la novela gótica contemporánea a Maturin). Pero todo me parecía demasiado técnico y no lograba expresar lo que realmente me había gustado de la historia. Por eso, decidí trabajar sobre lo que más me había impactado, que no es otra cosa que eso que, una vez que cerramos el libro, sigue presente en nuestras cabezas, a veces incluso más de lo que nos gustaría.

Para comenzar, entonces, me gustaría hablar brevemente de la vida de Charles Robert Maturin.


·         Charles Robert Maturin


Charles Robert Maturin (1782 - 1824)


La vida de Maturin estuvo signada por el fracaso. ¿Esto significa que todo lo que hizo le salió mal? No, para nada. Justamente por eso lo digo. No hay fracaso más doloroso que aquel que logra gozar, casi nunca y casi nada, de un poco de gloria. Esto fue justamente lo que le pasó a Maturin.

Pero bueno, vamos desde el principio. Charles Robert Maturin nació en Dublín (Irlanda) en 1782 y estudió en el famoso Trinity College (que vería pasar por sus aulas, tiempo después, tanto a Sheridan Le Fanu como a Bram Stoker), recibiendo el título de Bachiller en Artes en 1800.

Se casó joven, en 1802, con la famosa cantante de la época Henriette Kingsbury, y, sin poder continuar sus estudios, se ordenó como sacerdote en 1803. Según algunas malas lenguas, al parecer, el tiempo libre que le dejaba su ocupación de coadjuntor en una iglesia de Dublín lo empleaba en el hábito de las mujeres y la lectura.

En lo que se refiere a su situación económica, gozó de un período de relativa estabilidad en estos primeros años de matrimonio, pero luego, y ya con la muerte de su padre en 1809 (y el fin de la renta que recibía de él), su realidad se vuelve precaria. Empieza a enseñar como profesor particular, hasta que decide dedicarse de lleno a la escritura para mantener a su esposa y a sus cuatro hijos. Su muerte en 1824 lo encontrará, con apenas 42 años, pobre y arruinado.


- Obras:

Sus tres primeras obras, las novelas The Fatal Revenge; or, the Family of Montorio (1807), The Wild Irish Boy (1808) y The Milesian Chief (1812), todas aparecidas bajo el seudónimo de Dennis Jasper Murphy, fueron un rotundo fracaso, aunque le gustaron a Walter Scott, quien no escatimó elogios (más tarde, incluso, cuando Maturin le escribiera revelándole su verdadera identidad, llegarían a cultivar una amistad que duraría hasta la muerte de nuestro gótico escritor). Después de The Milesian Chief, Maturin va a decidir dejar de lado el pseudónimo y empezar a escribir con su verdadero nombre.

En 1816 aparece Bertram, una obra de teatro que fue estrenada en Londres (con mediación de Walter Scott y Lord Byron) con un éxito rotundo que, sin embargo, no duraría mucho. Todas las obras posteriores, Manuel (1817) y Fredolfo (1819), repetirán el fracaso de sus tres primeras novelas.


- Obra maestra: Melmoth el errabundo




Hasta que, finalmente, y después de la intrascendente publicación de Women; or, Pour Et Contre; a Tale en 1818, aparece en 1820 una novela dividida en cuatro volúmenes llamada Melmoth el errabundo.

Se podría decir que Melmoth el errabundo cuenta la historia de John Melmoth, un hombre que hace un pacto con el Diablo con el fin de conseguir longevidad y conocimiento a cambio de su alma. Para poder salvarse, Melmoth tiene una única alternativa: pasarle su maldición a otra persona. Por eso, a lo largo de la novela, vemos cómo este personaje misterioso se le presenta a distintas personas que se encuentran al borde del más terrible sufrimiento con el fin de que, a cambio del cese de los mismos, los hombres entreguen su alma y, así, él pueda salvarse de una eternidad en el Infierno. Los escenarios son, como nos tiene acostumbrado el gótico, terribles: un manicomio, ruinas medievales, cementerios, conventos y hasta las mazmorras de la misma Inquisición. Las atrocidades que se viven en esos lugares son tan horrorosas como ellos.

E. A. Poe
Melmoth tiene la particularidad de ser considerada la novela que cierra el género gótico. Esto no significa que lo gótico termina con Maturin y su Melmoth, sino que lo que termina es el período de madurez del género. La novela gótica pura y dura, que había iniciado Horace Walpole en 1764 con su Castillo de Otranto, culmina en 1820 con Melmoth el errabundo. Después, obviamente, algunos aspectos del gótico continuarán en trabajos como los cuentos de Edgar Allan Poe (entre los que podríamos destacar «El pozo y el péndulo» y «La máscara de la Muerte Roja», los dos de 1842), la novela Drácula, de Bram Stoker, publicada en 1897 y la novela Otra vuelta de tuerca de Henry James, aparecida en 1898. Incluso, en el cine actual podemos ver la persistencia de lo gótico, en películas como El joven manos de tijeras (1991) de Tim Burton o El cuervo (1994) de Alex Proyas y trágicamente protagonizada por Brandon Lee.

A diferencia de las novelas anteriores de Maturin, Melmoth llama mucho la atención, para bien y para mal. Los elogios y las críticas abundan por igual. Balzac (que puso a Melmoth a la altura del Don Juan de Moliere o del Fausto de Goethe) escribió una especie de continuación llamada Melmoth reconciliado, que fue publicada en 1835 y en la que el personaje de Melmoth tiene su oportunidad de redimirse. Por otra parte, Oscar Wilde, que fue algo así como sobrino de Maturin, usa el nombre de «Sebastián Melmoth» para pasar sus últimos días en París. Por último, no es para nada menor el caso de H. P. Lovecraft, que en su libro El horror sobrenatural en la literatura, de 1927, destaca la novela Melmoth, aun mencionando sus defectos, como lo mejor que ha dado el género gótico.

Para terminar con las influencias, me gustaría mencionar el caso de lo que, para mí, es el escritor de terror más importante del siglo XX y de lo que va del XXI: Stephen King. No me queda más que hacerme cargo de lo que digo, ya que no leí ninguna declaración de King al respecto (salvo una única mención en el ensayo de 1981, Danza macabra), pero no tengo dudas de la influencia de Maturin en la obra del escritor de Maine y de la admiración que éste siente por aquél. En primer lugar, me parece ver ciertos rasgos de John Melmoth en el personaje de Randall Flagg (el malo de la novela Apocalipsis y que también va a aparecer, con una importancia para nada desdeñable, en la saga de La torre oscura). Por otra parte, la idea de una maldición que sólo puede anularse pasándosela a otra persona la vemos en el final de Maleficio, por lo que, tal vez, Melmoth está también por ahí ejerciendo su poder. Y, lo que me parece el guiño más claro, tenemos que uno de los dioses de la saga de La torre oscura, una de esas divinidades que «sostienen los Haces» que a su vez sostienen el mundo, y que también aparece en It contraponiéndose al payaso Pennywise, es una tortuga que se llama, ni más ni menos, que «Maturin».


- Después

Después de Melmoth el errabundo, Maturin escribió una novela más llamada The Albigenses (1824) y un relato corto, Leixlip Castle, aparecido póstumamente, en 1825, pero ninguno de los dos relatos consiguió la notoriedad de Melmoth. Además, Maturin mismo, atribulado por ciertas acusaciones de depravación que se ganó por Melmoth (que, por otra parte, no eran nuevas) y acuciado por los problemas económicos, se fue encerrado cada vez más en sí mismo hasta su muerte, el 30 de octubre de 1824.


·         ¿Quién es John Melmoth?

Principalmente, se cuenta la historia de Melmoth a través de la historia de sus víctimas, de Stanton, Moncada, Immalee/Isidora, la familia Guzmán, Elinor Mortimer… En este sentido, nos hallamos frente a una genialidad de Maturin: no se nos sirve «en bandeja» el personaje que da nombre a la historia, sino que debemos ir reconstruyéndolo de a poco, a partir de los datos que se van dando aquí y allá. De hecho, recién se profundiza (un poco) la historia de Melmoth en la página 616 de la edición de Bruguera (que consta de 670), por lo que, de cualquier manera, el lector ya se vio obligado a hacer un trabajo arqueológico buscando las raíces de este particular personaje.

En esta página 616, vemos cómo un clérigo le cuenta la historia de Melmoth a Elinor (una de las tantas víctimas del tentador). Este clérigo tiene derecho a hablar, conoció a Melmoth antes del pacto y estuvo presente en su lecho de muerte, que en este caso no sería más que la etapa fundamental de su transformación. De cualquier manera, no es mucho lo que este personaje cuenta de Melmoth. Apenas nos dice que antes de convertirse en lo que se convirtió era una persona con una gran curiosidad intelectual, que pretendía conocer los secretos de la existencia, aquella rama del saber que debe permanecer oculta a los seres humanos. Leemos en la novela: «sabía que su compañero Melmoth era irrevocablemente aficionado al estudio de ese arte que tienen en abominación todos “aquellos que pronuncian el nombre del Señor”» (p. 616). Por esto, no es de extrañar que, cuando el clérigo lo va a visitar en su lecho de muerte, su habitación estaba «atestada de aparatos astrológicos» (Ibidem).

Ahora bien, cuáles son esos estudios y cuáles son las conclusiones que Melmoth va sacando, eso es algo que el lector debe ir averiguando de a poco, en cada parlamento, en cada tentación, en cada historia. Las propias palabras de John Melmoth echan un poco de luz sobre este misterio: «Mi pecado ha sido sobremanera angélico: ¡orgullo y presunción intelectual! Es el primer pecado mortal; una ilimitada aspiración a dominar el saber prohibido!» (p. 617).

Y Melmoth sabe, y lo que sabe de la Humanidad es tan horroroso que el mismo Maturin se ve obligado a aclarar en un pie de página que las opiniones del personaje no se corresponden con la del autor.


·         La curiosidad: ese mal de todos los males

Y aquí llegamos a la cuestión verdaderamente importante: LA CURIOSIDAD.

Melmoth mismo asegura que su destino, y el destino de las personas en general, está marcado por la curiosidad: «recordad que vuestras vidas serán el precio de vuestra desesperada curiosidad. En ese mismo lance aposté yo algo más que mi vida… ¡y perdí! Os lo advierto… ¡retiraos!» (p. 668).

Esto nos remite a un tema que ha sido tratado desde la Antigüedad. ¿Por qué Pandora abre la caja que Prometeo le dio a su hermano Epimeteo, su esposo, haciendo que todos los males se distribuyeran por el mundo? ¿Por qué se podría decir que Adán y Eva caen bajo la tentación de la serpiente? Por curiosidad, ni más ni menos que por curiosidad, y por cierto afán de conocimiento, ya que no es un dato menor que el fruto que Eva come y que después comparte con Adán es el del «Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal», aquél que da al Hombre el conocimiento de lo que es bueno y de lo que no lo es. Incluso, el mismo Melmoth se compara con aquellos primeros hombres, haciendo alusión al relato de su caída: «Si he alargado la mano, y he comido el fruto del árbol prohibido, ¿no he sido retirado de la presencia de Dios, y de la región del paraíso, y enviado a vagar por los mundos de sequedad y maldición por los siglos de los siglos?» (p. 664).

En este sentido, podemos ver cómo en Melmoth se reproduce la «razón de ser» del gótico. Recordemos que el género gótico nace como respuesta al exceso de racionalismo propio del siglo XVIII. De alguna manera, Melmoth nos está diciendo que la obsesión por un conocimiento fuera de los caminos de Dios lleva a la destrucción y a la pérdida del alma. John Melmoth es un intelectual, un hombre de razón. Es su razón (su deseo de conocer intelectualmente) lo que lo pierde, lo que hace que pacte con el Diablo. De esta manera, la historia y el desenlace de Melmoth no es otra cosa que una crítica a la centralidad de la razón dentro de sistema de prioridades humano.


·         CONCLUSIÓN

Hay mucho más por decir. Melmoth el errabundo es una novela inagotable. Por razones de tiempo, y para no abusar de la paciencia de ustedes, no voy a seguir indagando. Desde mi lugar, les recomiendo a todos aquellos que no hayan leído Melmoth el errabundo, que la lean. Es una novela que, más allá de lo tedioso que puede resultar su lectura (entre tantas historias dentro de historias), verdaderamente vale la pena.




OBRAS DE CHARLES ROBERT MATURIN

Narrativa

  • The Fatal Revenge; or, the Family of Montorio (1807)
  • The Wild Irish Boy (1808)
  • The Milesian Chief (1812)
  • Women; or, Pour Et Contre; a Tale (1818)
  • Melmoth the Wanderer (1820)
  • The Albigenses (1824)
  • Leixlip Castle (1825)

Teatro

  • Bertram (1816)
  • Manuel (1817)
  • Fredolfo (1819)

Poesía

  • The Universe (1821)

Sermones


  • Sermons (1819)
  • Five Sermons on the Errors of the Roman Catholic Church (1824)


Entrevista en El Eclipse de Gyllene Draken



          El escritor Pablo Martínez Burkett me hizo una entrevista para su maravilloso blog. En apenas 9 1/2 preguntas expuse mi ser. Los invito a leer.

Link: http://eleclipsedegyllenedraken.blogspot.com.ar/2016/05/9-12-preguntas-de-terror-responde-lucas_11.html






En la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2016



          El jueves 5 de mayo estuve, junto a la escritora Marisa Vicentini (El fantasma del rosario, Muerde Muertos, 2014), en el stand de Galerna de la 42° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, firmando ejemplares de Los hombres malos usan sombrero. Fue una jornada maravillosa. Dos Muerde Muertos se juntaron para llevar el terror a la Feria del Libro. Ah, y no faltó la presencia del fantasma...

          Acá les dejó algunas fotos.


Flyer del evento








El fantasma del rosario estuvo presente en la Feria


Con el escritor (y doctor) Matías Bragagnolo





1 de mayo de 2016

THE WITCH: cuando el mal está en todas partes





            La historia transcurre en Nueva Inglaterra, en la primera mitad del siglo XVII. Por desacuerdos en lo que se refiere a doctrina religiosa, la familia de William es expulsada de la colonia, por lo que debe retirarse a vivir en las afueras, en soledad. Nada que a William le moleste demasiado. La hipocresía y la falsa doctrina forman parte de la colonia, por lo que una expulsión no es más que un reconocimiento a su rectitud ante Dios. Un claro a orillas del bosque será su tierra prometida. Allí, William y su familia (su esposa Katherine, su hija mayor Thomasin, su hijo Caleb, sus gemelos Jonas y Mercy y su pequeño bebé Samuel) podrán vivir una vida honesta entregada al Señor. Ya no habrá nada ni nadie que les impida vivir como Dios manda, o al menos eso creían. El mal y la desgracia comenzarán a actuar y la familia deberá hacer frente no sólo a las fuerzas del demonio, sino también a su propia desintegración.

            Escrita y dirigida por Robert Eggers, The Witch ganó el premio a la Mejor Dirección en la categoría de Drama Estadounidense en el Festival de Cine de Sundance 2015. No es para menos, el film es verdaderamente una joya. Desde el comienzo, la historia nos va sumergiendo con vértigo en las desgracias de esta familia puritana, mostrándonos que nadie puede vivir resistiéndose al demonio sin invocarlo de alguna manera. El suspenso, las actuaciones y los mismos escenarios nos permiten experimentar el miedo y la desesperación de los personajes, arrastrándonos a nosotros mismos, los espectadores, a las entrañas de la maldad.

            Un aspecto que vale la pena destacar es que el guión, según aclara la misma película, está basado en leyendas y en documentos históricos de la época, tanto textos jurídicos como diarios que aún se conservan. Esto hace que la verosimilitud de la historia sea, demonios y brujas mediante, abrumadora.



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Título original: The Witch
Año: 2015
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Director: Robert Eggers
Guión: Robert Eggers
Reparto: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson, Ellie Grainger, Julian Richings
Productora: Coproducción USA-Canadá-Reino Unido; A24 / Code Red Productions / Pulse Films / Scythia Films / Rooks Nest / Maiden Voyage Pictures / Mott Street Pictures


29 de abril de 2016

En LA FERIA DEL LIBRO



          El jueves que viene a las 17.30, los espero junto a Marisa Vicentini en la Feria del Libro





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En EL CICLO LOS FANTÁSTICOS



          El viernes 15 de abril estuve leyendo el cuento "En el aula" en el Ciclo Los Fantásticos, conducido por Gilda Manso. Una velada maravillosa junto a escritores de gran talento como Jonatan Lipner, Andrea Cuello, Vivian Dragna, Macareña Moraña y Juan Diego Incardona.

          Acá les dejo algunas fotos:


Afiche de la jornada