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Los que me conocen saben que estoy buscando una editorial que esté dispuesta a publicar mi novela Los hombres malos usan sombrero. No es una tarea fácil, y sabía que no lo iba a ser. Después de hablar con varios escritores, sólo una cosa me había quedado en claro: lograr que una editorial publique la primera novela de un autor desconocido es muy difícil, prácticamente imposible. Por supuesto, cuando me dijeron eso pensé que tal vez yo podía ser una excepción a la regla (ya que hay excepciones a esa regla), pero ahora vengo a descubrir, o más bien a corroborar, que no lo soy.
Envié el original a muchas editoriales. Sólo dos me respondieron. No voy a dar nombres, ya que mi posición hacia ellas es más de agradecimiento (por tomarse la molestia de responderme) que de enojo (por no querer publicarme). De una me respondieron por mail y de la otra me llamaron por teléfono. Con el encargado de la publicación de ésta mantuve un diálogo triste, pero sincero y bienintencionado. Me dijo lo que ya me habían dicho antes y que yo me había negado a aceptar: las editoriales argentinas no toman el riesgo de publicar autores inéditos y desconocidos. Me dijo que la editorial de él estaba dispuesta a publicar mi novela, siempre y cuando yo costeara los gastos. Dado que es una editorial medianamente conocida (entre su lista figuran autores como Kohan, Aira o Gamerro), ellos tienen que hacer un proceso de selección para que lo que publiquen no les desprestigie la firma. Supuestamente, yo podía aspirar a formar parte de su lista, pero tenía que pagar un poco más de ocho mil pesos. Cuando le dije que no podía hacerlo, me respondió que lo entendía, pero que no podía permitirse perder cuatro mil pesos por confiar en mí. «Tu novela se va a distribuir, eso te lo aseguro –me dijo–, pero lo que también te aseguro es que no la va a comprar nadie. Si vos pagás la edición, yo ya me aseguro tres mil pesos de ganancia». Dicho así, tal vez suene un poco crudo y parezca que el editor es un ser desalmado, pero no, el hombre fue muy cortés y lo único que puedo recriminarle es el haber sido sincero.
Seguimos charlando. Me dijo que el problema está en el público lector argentino. «En argentina se lee poco y se escribe mucho. Además, no se lee literatura argentina, sino literatura extranjera y traducida». Le comenté que lo sabía, que incluso muchos estudiantes de Letras parecían pensar que la literatura argentina había terminado con Puig. «Claro –agregó–. Esto es algo que no ocurre en otros países. En Uruguay leen a uruguayos; en México, a mexicanos; en Argentina, a extranjeros traducidos». Me nombró a algunos escritores argentinos que supuestamente gozan de una considerable popularidad, pero que no venden más de quinientos libros. Por último, me dio el nombre de otras editoriales que podían responderme afirmativamente, luego nos saludamos cordialmente y cortamos. De más está decir que envíe el original a esas editoriales y ninguna me respondió.
Querer ser escritor en un país en donde a nadie le importa la literatura es difícil. Después dicen que los escritores no quieren saber nada con el público, que escriben para unos pocos iniciados y que le escapan a la muchedumbre. Pero yo me pregunto, ¿dónde está esa muchedumbre, para que al menos yo pueda ir a su encuentro?
Por mi parte, seguiré buscando lo imposible, una editorial argentina que confíe y pruebe con un escritor argentino que está dando sus primeros pasos, con la esperanza de provocar un fenómeno también imposible, que los argentinos gocen leyendo historias de un escritor contemporáneo y coetáneo. En fin, ya veremos qué ocurre. Los mantendré al tanto.
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15 de marzo de 2009
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Buenas Lucas! Muy interesante esta busqueda de espacio que haces!
ResponderEliminarComo ya sabes compartimos la frustracion de cierto modo, dado que yo formo parte de una banda de rock que tambien se topo, se topa y se topara (si Dios quiere) con la triste realidad...
Creo que es un mal de los artistas en general. Hay muy pocos espacios para expresarse y por lo menos debemos dar gracias a Internet que por ahora no nos cobra por el espacio que nos brinda.
Con respecto a la propuesta de la editorial no me asombra para nada... Nosotros tambien hemos tenido que costearnos las grabaciones, shows, propaganda, etc. todo a pulmon del artista...
Las discograficas, al igual que las editoriales, apuestan a lo seguro.
Tenes que costear tu propia produccion e invertir mucho dinero para la aventura (si es que lo tenes)
Ojala pase un milagro y tengamos mas suerte...
Con respecto a que los escritores no quieren tener nada con el publico (no la podia dejar pasar jeje) dudo mucho que sea asi. Estoy seguro que quieren vender muchos libros y que las Editoriales les publiquen sus obras, aunque eso no quita que se la pasen criticando lo popular (Tinelli, el Futbol, la cumbia, el asado, la polenta etc etc)
:)
Hola, Lucas:
ResponderEliminarLa verdad es que tus palabras me han dolido mucho. Es triste el aceptar que los argentinos no suelen leer... Es triste ver como los escritores estranjeros triunfan y los nuestros sólo se consideran del monton...
Yo también tengo el mismo deseo que vos: Poder publicar mi propio libro. Tengo varias novelas y sueño con poder darlas a conocer algún día. Pero como decis, es algo difícil en nuestra tierra natal...
De igual forma, si es lo que más ansias en tu vida, seguí adelante y tené mucha, mucha fe.
Quien dice que el día de mañana no estén nuestros nombres en las vidrieras de las librerías...
¡No bajes los brazos!
PD: Juan, ¡vos tampoco!!!!!!
Alessandra Waitomo
http://awaitomo.es.tl