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4 de abril de 2009

PRIORIDAD EMBARAZADAS

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        A veces culpamos a los jóvenes de ser violentos, pero a la vuelta de la esquina nos encontramos con ejemplos que trascienden cualquier frontera generacional. En fin, les contaré la anécdota que originó este post.

        Mi esposa está embarazada. Esto significa convivir diariamente con personas que se hacen las dormidas para no darle el asiento en los transportes públicos, con personas que descaradamente no se lo dan o con personas que bufan en las cajas de «Prioridad embarazadas» de los supermercados (para dar unos pocos ejemplos cotidianos de los tantos que se podrían dar). Las mujeres tienen dos caminos: o enfrentan a estas personas y reclaman lo que en verdad les corresponde, o los ignoran y se la aguantan. Tengo que admitir que dado mi carácter y el de mi señora, solemos estar del lado de los que bajan la cabeza y esperan. Pero hoy, las circunstancias se alinearon de forma tal que tuvimos que hablar. Resultado: casi salgo golpeado...

        Estábamos en la cola de una de las cajas para embarazadas de un Carrefour. Con mi señora ya habíamos decidido no pedir la prioridad, sino esperar a que llegara nuestro turno «común». Por supuesto, varias de las personas que estaban adelante de nosotros nos vieron, pero de seguro se contentaron al notar que no decíamos nada. De cualquier forma, nadie nos ofreció pasar.

         Pero entonces apareció otra pareja embarazada, que sí hizo lo que correspondía en tales casos y se acercó a la caja para pedir su lugar. Entonces, nosotros decidimos hablar también y nos acercamos. Con la otra pareja nos pusimos de acuerdo enseguida y, como nosotros estábamos antes, nos dejaron primeros. Otra pareja, al ver que se retrasaría demasiado, optó por irse a otra caja. Pero el problema comenzó a generarse con un matrimonio de personas mayores que nosotros (rodearían los cincuenta y cinco años), que estaban adelante y eran los próximos a ser atendidos. Éstos ya estaban descargando sus cosas y, al vernos, decidieron seguir con lo suyo. La otra chica embarazada comenzó a reclamar su prioridad y el hombre en cuestión (canoso y de anteojos, de aspecto sumamente civilizado) le dijo que él ya había dejado pasar a otra persona embarazada. Cuando la chica le respondió, el hombre, violentamente, comenzó a juntar todo lo que había descargado, quejándose a los gritos sobre las reglas del supermercado y de su suerte, que tenía que pagar porque otras personas habían abierto las piernas. Entonces intervine yo (mal hecho...). Lo que yo le quería decir al hombre era que no se trataba de una acción inteligente meterse en una caja de embarazadas cuando había tanta gente en el supermercado. Cada caja tenía alrededor de siete u ocho personas, si no más, y era evidente que en algún momento, en una caja de embarazadas, iba a aparecer una (o más de una) mujer en esa condición. De cualquier forma, no pude decir nada. Sólo dije: «Disculpe señor (les aseguro que comencé hablando así), pero es poco inteligente elegir...». Para entonces el hombre ya se me había venido encima y amenazaba con golpearme. «¡No me digas poco inteligente! –me gritaba a uno o dos centímetros de mi rostro– ¡¡No me digas poco inteligente porque no me conocés!!». A todo esto respondí «¿Se pone violento?», pero seré honesto al confesar que me hubiese encantado replicarle «No hace falta que lo conozca, basta con verlo...». Suerte que no lo dije, porque de seguro me hubiese golpeado. Pero la cosa no terminó ahí, ya que el marido de la otra chica embarazada se metió a defenderme y él sí quiso solucionar con la violencia física lo que hasta ese momento se había limitado a la violencia verbal. El hombre y el muchacho se trenzaron de forma tal que tuvo que intervenir la seguridad del supermercado. Separaron al hombre y se lo llevaron lejos. Entonces, creímos que todo había terminado, pero mientras yo cargaba mis cosas en la cinta, el hombre volvió con la intención de golpear al muchacho que me había defendido. Al parecer se había olvidado de mí y concentrado toda su bilis en el otro joven. La cosa se fue de control y tuvo que intervenir personal policial. Todo un caos.

        Me pregunto qué nos está pasando. El hombre sabía que estaba en falta (es decir, que invariablemente la prioridad la tenían y la iban a tener las embarazadas) y sabía que lo que había hecho era «poco inteligente», ¿por qué entonces reaccionar de semejante forma? Una vez más, corroboré lo que ya antes había afirmado en este blog: las personas prefieren pasar por malas que por tontas. Si yo le hubiese dicho al hombre «eso no se hace» o «la concha de tu madre», creo que no habría reaccionado de la forma en que lo hizo. Tal vez me equivoque.

        A riesgo de ser trillado, lo diré: ya no se respeta a nadie. Los jóvenes son maleducados y los grandes no lo son menos. ¿Qué podemos esperar entonces? Para la próxima, seguramente, nos mantendremos en la posición de esperar nuestro turno «común», no sea cosa que por reclamar lo que nos corresponde nos ganemos un puñetazo, o incluso algo peor...

        «Hijo de puta, te voy a buscar y te voy a matar». Todavía puedo oír cómo el hombre le grita al muchacho y éste le responde con exactamente las mismas palabras. Mientras, las esposas de cada uno de ellos lloran y piden, por el amor de Dios, un poco de cordura.
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12 comentarios:

  1. Lucas, no me extraña en nada la anécdota que contas. Son los tiempos y el mundo que vivimos. Ahora la mujer es independiente, no importa su estado. En otra época, Gautier en “Le Chevaliere” puso como tercer artículo en su código de caballería la defensa de las mujeres. Los primeros dos tiene que ver con la Fe, así que verás el lugar importante que se le otorgaba. Hoy es necesario un cartelito que indique al mundo que la embarazada tiene prioridad. Y en tu caso, tampoco sirvio. Ahora, la pregunta es inevitable: ¿Qué hacer frente a una situación así? Debo confesar que al igual que vos muchas veces opto como vos por la opción pasiva. No lo hago bajo ningún precepto pacifista, sino simplemente a veces me mueve más la pereza, y por qué negarlo, otras la cobardía. Pero mas allá de peresosos y cobardes, el peor mal, el que verdaderamente perpetúa estas acciones es cierto ideal pseudopacifista acompañando de cierto cristianismo hippie. Algún trasnochado nos hizo creer que el “poner la otra mejilla” era poner el culo. Y de allí a dormir el espíritu media solo una taza de leche tibia. La violencia (y aquí me pongo Grondona para deleite de otros comentaristas de tu blog…) comparte su raíz con la fuerza, la virilidad, la valentía. ¿Es necesaria entonces la violencia? ¿Es util y moralemente bueno el uso de la fuerza? Absolutamente. A mis seguros detractores propongo no ejerzan fuerza alguna sobre su cuerpo cuando en lugar público le sobrevenga algún impulso intestinal de descarga. Luego de que lo hagan (y de que cambien sus pantalones) hablamos. La fuerza es un hecho. La ira es el pecado. La violencia desordenada, descontrolada, la furia, todo lo que Homero nos pintó con Ares, dios de guerra brutal y fuente de toda desgracia, todo ello es condenable. Ahora bien, haberle hecho la gloriosa toma Triple Nelson a este pelotudo merecería no solo la aceptación, sino el honor y el aplauso de público presente. Que si es necesaria la violencia para que se respete a una mujer y su futuro hijo: ¡crispen puños en mejillas infames! Y si nos quedan heridas, recordaremos la anécdota de aquel romano Carvillio, avergonzado por su cojera fruto de una herida de combate, cuya madre dijo “No te avergüences, hijo mío: cada paso que das, ¿no te recuerda tu valor?” Porque está el Cristo de la mejilla, pero también el de látigo en el templo.
    Pero no, mejor a cagarse a palos en la cancha, afanarse una bandera después de dar y dar, que quizá volvemos en bondi sentados y si sube una minita embarazada con suerte le tocamos el culo.

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  2. Lucas, la verdad es que me quede muy indignado con lo que les paso.
    Me hago totalmente cargo del comentario de Mariano... que lindo hubiera sido que se hacer justicia por mano propia con ese forro!

    Una cosa que me hizo acordar tu post, es que en unas vacaciones fui a cargar nafta en esas estaciones de servicio al costado de la ruta, y esperando que alguien me atienda veia como el tipo charlaba y tomaba un mate, lo que a mi me fue indignando a medida que pasaba el tiempo, no habran sido mas que 2 minutos, porque se ve que estaba charlando con un amigo que ya se estaba yendo…
    La cuestion es que en el momento justo que se levanto para atenderme yo estaba pensando en saltarle a la yugular con mi locura…

    Después en la ruta me di cuenta lo enfermo de mi actitud, ESTABA DE VACACIONES!!! NO TENIA NINGUN APURO!!! Por dios!!!! Por que siempre a las apuradas??? Intentando ganar un lugar hasta en las colas de supermercado!!!

    Como para aportar algo en este post, solo me gustaria decir que me parece que estas actitudes son muy de “gente de ciudad”, en las provincias los negocios cierran para poder dormir siestita y no andan apurados por la calle, asi que si bien la violencia no distingue edades, quiza si reconozca a los citadinos!!!

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  3. Las filas de los supermercados, en especial las "express" o "rápidas", representan ese tipo de contradicción que llevó a Julio Cortázar a escribir "La autopista del sur": un mecanismo ideado para crear velocidad genera hiperlentitud.
    De ahí la prioridad a las embarazadas. El señor este que estuvo a punto de fajarte no comprendió que ese privilegio no se otorga gratuitamente, sino para evitar que, con lo largas que se vuelven esas filas, las embarazadas tengan familia ahí mismo mientras están esperando.
    Saludos, Ricardo.

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  4. Lamentablemente es asi Lucas!!hay gente que se hace la distraida y ante eso o te peleas o te callas. y tu señora espeosa a veces se enoja conmigo por pelear y no callarme. hay cosas que uno no se puede callar a veces.....
    un beso grande!! Belén

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  5. HOLA LUCAS !
    soy flavia, compañera de tu señora en el jardín, tambien estoy embarazada y el otro dia me paso un caso similar. El colmo de la situción es que la piba se "me coló"... la chica que estaba adelante mío (tenía solo una gaseosa) le hizo señas a otra que estaba en otra cola y ésta se vino corriendo. Me paralicé, no sabía que hacer por que en realidad no podia creer tanta "falta de respeto",tanta "frivolidad",
    tanta "indiferencia"...
    Lo que más me indignaba es que era la caja que da "PRIORIDAD A PERSONAS EMBARAZADAS O CON DISCAPACIDAD"... (como les sucedió a uds)
    PENSE... SOY PERSONA, DOCENTE Y CIUDADANA... Y POR LO TANTO TENGO DERECHOS Y DEBERES... UNO DE ESOS ES EL DE EXPRESARME Y SOBRE TODO DE HACER DOCENCIA. Dejé pasar a las chicas en cuestión y mientras guardaban las cosas me dispuse a explicarles el error que habían cometido... y es como vos decís... "las personas prefieren pasar por malas que por tontas"... "Es tan difícil pedir disculpas"!!! es tan "humillante asumir que a veces nos equivocamos"?
    Obviamente no me pude quedar callada, primero intenté explicarle de buena manera por que soy una persona ubicada, respetuosa y comprometida con el otro y como eso no resultó por que la piba era tan atravida que comenzó a discutirme que ella estaba haciendo la cola igualmente, me tube que comer el garrón y ponerme a discutr por que se estaba literalmente cagando en el otro...
    En este caso era yo... que estoy embarazada pero tengo la suerte de poder defenderme... pero si en mi lugar hubiera estado una persona con discapacidad y que además no sabe como defenderse?????
    Tenemos que ponernos a pensar y cada uno tiene la libertad de elegir. Yo pienso que como personas y ciudadanos que somos tenemos derechos y obligaciones... debemos hacerlos valer, con todo lo q eso implica... aveces nuestras intervenciones serán positivas y tendran resultado y otras(la gran mayoría seguro) deberemos correr el riesgo de comernos un garrón.
    Cariños a los dos !!!

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  6. Bienvenido a Argentina!!!! triste realidad la nuestra...
    Tratá de sobrevivir para seguir escribiendo estas columnas!! jajaja
    Abrazo!

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  7. Hola, Lucas, vivo en La Plata estoy embarazada de 7 meses y la mina de un super de acá en Villa Elisa me ninguneó cuando le pregunté cuál era la caja para embarazadas me dijo acá hay sólo dos cajas ¡bueno en cuál me cobrás! no hay una para embarazadas yo tb estuve embarazada...te juro me fuí indignada vieja recalcitrante además de irrespetuosa y sabés lo que más me indignó que es mujer y q tb estuvo embarazada, ponerse en contra de otra mujer es de una cobardía!!Yo estoy tratando de saber cuál es el marco legal para actuar, además del libro de quejas ¿hay algún artículo que nos habilita? buscando eso llegué a tu post.
    Saludos
    María.

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  8. Soy cliente habitual del Carrefour. Ayer al hacer la compra no pude poner una reclamación personalmente en el mostrador de Atención al Cliente porque sufrí una subida de tensión tras la situación por la que me vi obligada a pasar en este hipermercado y tuve que marcharme inmediatamente. En este centro disponen de una caja con prioridad para embarazadas y personas en silla de ruedas, según indica un cartel justo encima. Pues bien, yo estoy embarazada de 8 meses, así que comprenderán que mi estado es más que evidente, pero no me queda más remedio que hacer la compra personalmente a pesar de tener algunos problemas, ya que sufro algunas complicaciones circulatorias y lumbares que me impiden pasar demasiado tiempo de pie o caminando, aparte de las propias del embarazo que yo "suponía" (porque ya no lo creo en absoluto) que todo el mundo comprende. Normalmente espero la cola en esta caja, que es a la que me dirijo siempre desde que estoy embarazada, y donde nunca nadie ha reparado en mi estado y en la situación de prioridad de la que debería disfrutar. Pero ayer las colas eran excesivas, incluida la de esta caja, y tras observar que ninguno de los clientes allí esperando aparentaban estar embarazadas ni sufrir ninguna discapacidad, decidí hacer uso POR PRIMERA VEZ de mi prioridad y me dirijo directamente a la cajera para preguntarle si era posible no esperar la cola. La señorita que atiende la "caja prioritaria" me indica que no hay ningún problema y continua con su trabajo, pero en cuanto me coloco detrás del cliente al que estaba atendiendo en ese momento, una pareja justo detrás me indica que ella también está embarazada (cosa que no aparentaba en absoluto, una chica además con un cinturón apretadísimo en la cintura, pero bueno...), así que me aparto inmediatamente y les digo que por supuesto pasen primero. Coloco mi carro detrás de ellos y de repente toda la cola comienza a hacer comentarios, algunos en voz alta, con una falta de respeto y consideración que les aseguro no he visto en mi vida. Pero lo que más me sorprendió fue que la gente más joven era la que más callada estaba y sólo las personas de edad más avanzada lanzaban improperios sin piedad y sin cordura, tales como: "Pues yo también estoy embarazada, ¡qué morro!" (esto fue un señor mayor el que lo dijo...), "¡¡Pero que se ha creido, que va a venir a "colarse" porque esté embarazada...!!", "¡Yo mañana me pongo un cojín en la barriga y paso la primera, qué cara más dura hay que tener!"(esto una señora más o menos de la misma edad, que probablemente alguna vez haya estado embarazada...). Obviamente, yo no contesté y agaché la cabeza hasta que acabó aquel suplicio, porque para mí que había cometido un delito. Lo que no comprendo es que si yo podía oir perfectamente todos esos comentarios y el alboroto que se formó fue de bastante consideración, ¿cómo es posible que la señorita de la caja no se diera cuenta? Si les soy sincera, no sé si me indignó más la actitud de los clientes o la indiferencia de la cajera ante aquella situación. No quiero pensar qué hubiera pasado si en ese momento hubiera llegado otra embarazada o una persona en silla de ruedas, ¡les habrían linchado...! Si la finalidad de estas cajas prioritarias es que las personas que las necesitan tengan que pasar por un trago y una vergüenza como la que yo pasé deberían considerar seriamente el retirarlas. Porque al igual que cuentan con un aseo habilitado para discapacitados, no sería justo que un minusválido tuviera que esperar una cola en la puerta del baño habilitado para él, habiendo otros baños más adecuados para el resto y que ofrecen el mismo servicio. Si hay una única caja con prioridad y decenas de cajas normales, ¿por qué son usadas por todos los clientes por igual? Esta situación sería posible siempre y cuando se pudiera contar con el respeto de las personas pero esto, lamentablemente, es imposible.

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  9. Hola Lucas, te cuento que tengo un bb de 13 meses y, es verdad todos se hacen los tontos, tanto cuando estas embarazada, como cuando estas con tu bb. Soy abogada, y como tal, hago valer mis derechos a la hora de proteger a mi hijo y propongo que todos/as hagamos lo mismo, para intentar cambiar esta sociedad canivalista en la que nos hemos covertido, así, tal vez, cuando los viejos se mueran, le dejamos un buen ejemple a la nueva generacion.-

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  10. Hola Lucas! En las colas del pago facil o rapi pago no son diferentes. Me metí a tu blog buscando un poco de comprensión de una situación que acabo de vivir. Estoy embarazada de 4 meses y medio, no he tenido un embarazo común ya que he estado en reposo mucho de estos meses por peligro de aborto. No hace mucho tiempo ya ando, pero estoy con anemia y sufro desmayos o me descompenso. Vivo en Bs As pero soy del interior, hace un rato decido irme caminando a pagar las cuentas, son varias cuadras y hoy hace mucho calor (cuando no?) El asunto esq llego al lugar en cuestión un poco sin aliento, le pido respetuosamente al señor primero en la cola q me deje pasar ya que estoy embarazada. El levanta las cejas mira el cartel de prioridad y se mira el reloj. En el lugar no había aire acondicionado y al parecer había mucha gente molesta. Lo digo porq a los pocos segundos, mientras esperaba, la señora q estaba detrás me dice "la cola es por ahí" Le respondo que estoy embarazada y le digo no me siento muy bien sino yo igualmente hago la cola, a lo q me respondió "yo también podría decir que estoy embarazada para no hacer cola" y la gente murmuraba cosas como "si así cualquiera nosotros haciendo cola hace horas y viene una y dice q está embarazada y pasa" Espantoso, yo roja me sentí muy mal, con mucha bronca e impotencia. Soy muy flaca y se me nota la panza d embarazo, pero claro no tengo 8 meses. Yo soy una persona de una buena educación, jamás mentiría sobre un hijo para pasar rápido, miles de veces he estado en esa situación de ceder y hasta por educada muchas veces me han dicho no no estoy embarazada por querer dar el asiento a alguna chica con pancita. Es una pena que no se respete este momento tan especial de una mujer. Yo no puedo explicar la inestabilidad que siento por momentos, de irme al suelo y agradezco que exista una Ley Nacional que nos ampare y que piense en nosotras, pero como parece y sigue pareciendo a esta sociedad no le gustan las Leyes. La próxima ando con el análisis de sangre o con la ecografía pero que poca empatía, sobretodo tratándose de una mujer. En fin, no hay mucho más por decir, lo único que agrego esq tenemos q seguir haciendo valer ese derecho aunq nos enfrentemos a situaciones conflictivas, mientras claro, haya siga habiendo una ley que nos defienda.-

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  11. me paso algo parecido en una caja del easy...tengo 6 meses y medio por tal motivo es evidente mi estado no?era un dia domingo por lo que EN las colas habian varias personas al acercarme a las mismas veo que pasa un muchacho q trabaja en tal lugar y le pregunto que cual era la caja en la que tenia prioridad el chico efectivament nota mi estad y me indica que me diriga a la caja 6, 2 senoras bellas! que estaban ahi le dicen al chico y para nosotras que somos viejas no hay ua caja?continuando con su discurso que increible que tengan 20 ANOS y le tengamos que dar prioridad!en eso momento se acercaba mi esposo con el carrito y las escucho, el les respondio es por ley senora es por ley !para que las dos mujeres enojadisimas empezaron a murmurar !la cosa no termino ahi la mina que estaban por atender en la caja mostro su descontento al tener que sedernos el lugar expresandolo con una terrible cara de traste !!la verdad salimos de ahi y mi marido me dijo nunca mas pidas q t atiendan antes ! por lo menos cuand estes conmig
    !estabaa furioso el!a lo que yo le respondi amor estoy embarazada, lo que pedi no es nada del otro mundo ...ME CORRESPONDE =)

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  12. Hola Lucas!
    Buenas tardes, mi nombre es María Isabel Romero, vivo en San Luis, y necesito asesoramiento, ya que en el día de ayer tuve un inconveniente en un local de Cobro Express (sistema de pago de servicios a nivel nacional).
    Llegué al local, la fila de gente esperando para pagar salía del negocio. Se atendía por número (como es también una mercería, sacan todos números; cuando te atienden vos decidís si comprás botones, pagas impuestos, o ambas cosas).
    Saqué número y vi que apoyada en una pared (fue un día de mucho calor y humedad en SL) a una chica jovencita embarazada (panza enorme)… entonces me acerqué a ella y le dije que le avisara a la señora que atendía que ella estaba embarazada y tenía prioridad. La chica me susurró algo que no llegué a entender.
    Entonces le dije yo misma a la señora: “disculpe, tiene que atenderla primero a ella”, a lo que respondió “yo atiendo por número”. “Claro -dije-, pero ella está embarazada y tiene prioridad”… y la señora de muy mal modo me respondió: “Si no puede estar parada, que se quede en su casa acostada… para qué sale si no se aguanta”.
    Realmente no podía creer, lo único que pude decirle fue que era una desubicada, que ella estaba prestando un servicio y que por si no sabía, existe una ley que reglamenta esto que yo le decía…
    Ahora mi tema es… existe en verdad una ley que reglamente la prioridad de atención a nivel nacional? porque sólo he encontrado datos pero de una ley para la provincia de Buenos Aires.
    Necesito saber… porque estoy cansada de que la gente deje pasar estas cosas, y por eso es que personas como esta señora se creen con derecho de hacer lo que quieran…
    Desde ya, muchas gracias!

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