Las reglas indican que en una reseña crítica primero se debe
dar un breve resumen de la obra y después desarrollar la opinión que se tiene
de la misma. Permítanme evadir un poco esas reglas e ir directamente al grano: El psicoanalista (2002) de John Katzenbach es una acumulación
de quinientas páginas de puro tedio. Todavía no puedo entender cómo me hablaron
tan bien de esta novela, que, de hecho, me vienen recomendando desde hace diez
años. Pero bueno, de la misma manera que la vida no es justa, el mundo de la
valoración estética no tiene por qué serlo.
Ahora sí,
vamos a ver de qué trata la historia. El
psicoanalista nos pone en escena al doctor Frederick Starks (Ricky para los
que lo conocen), un psicoanalista que, después de perder a su esposa a manos
del cáncer, mantiene una vida gris, con pocos sobresaltos y centrada en su trabajo.
Por lo menos hasta el día en que cumple cincuenta y tres años, día en que, a su
vez, recibe una extraña carta de alguien que se hace llamar Rumplestiltskin,
indicándole que si no descubre quién es él (emulando el cuento tradicional del
que tomó el nombre) en exactamente quince días, va a tener que suicidarse o, de
lo contrario, verá sufrir o morir a algún ser querido. El doctor Starks no
tiene ningún ser que le sea realmente querido, pero se niega a ser responsable
de una muerte ajena (o de algo incluso peor), y por eso decide seguir el juego
de su acosador. A lo largo de las quinientas páginas mencionadas, veremos cómo
se desarrolla un juego de víctimas/victimarios que no cesará de cambiar y que
mostrará las distintas formas en que se puede empujar al límite a una persona.
Hasta ahí la
novela parece buena, ¿no? Bueno, no. Por la forma en que está desarrollado el
argumento, se trata de una novela que se podría haber hecho en doscientas
páginas, no en quinientas, lo que la vuelve tediosa, por momentos poco menos
que insoportable. Katzenbach, en su intento por desarrollar un thriller
psicológico, nos abruma con los pensamientos del protagonista, extendiéndose
páginas y páginas en elucubraciones que, careciendo de la fuerza introspectiva
de una primera persona, son expuestas de forma sistemática, y hasta ridícula,
por un narrador omnisciente que sabe lo que Starks hubiera pensado de conocer
un dato que ignora, pero duda al momento de afirmar cuántos grados descendió la
temperatura. Dicho en pocas palabras, entramos a la novela esperando encontrar
un thriller psicológico y nos encontramos con un aburrimiento mental.
Por último,
y para aquellos a los que les gusta el misterio, les digo que ese juego de
víctimas/victimarios se resuelve de manera definitiva en las últimas páginas de
la novela. De cualquier forma, no van a tener que esperar tanto. La resolución,
salvo en alguno que otro detalle, es bastante predecible y el rompecabezas se
vuelve evidente mucho antes de que todas las piezas ocupen su lugar.
En fin, El psicoanalista de John Katzenbach fue una novela de considerable éxito que todavía
hoy se sigue reeditando y vendiendo. Paradojas de la vida. Desde este modesto blog,
no la recomiendo. No obstante, sean libres.
***
Sobre el autor: John Katzenbach nació en Estados Unidos en 1950.
Trabajó como periodista especializado en temas judiciales al tiempo que desarrolló
su carrera de escritor y de guionista de cine (en películas basadas en sus
propias novelas). Entre sus novelas más conocidas, se encuentran Al calor del verano (1982), Juicio final (1992), El
psicoanalista (2002) y El profesor (2010).
Sabes que pasa con este tipo de novelas lucas y es sin motivo de ofender, que gente profana en el genero de la novela psicologica lee en primera instancia esta obra y lo marcan como lo maximo sin haber leido previamente otras obras mucho mejores, y en base a eso la recomiendan de boca en boca a los conocidos que nunca en su vida han leido una obra de estas caracteristicas y quedan enganchados. En resumen solo son bestsellers de gente profana en el genero. Caso parecido con paulo cohelo, balo la misma estrella, crepusculo. Y ojo no las critico por su prosa y trama, critico a los noveles en el arte de la lectura, existen los maestros de la novela negra(agatha christie, ellery queen, edgar wallace).
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