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7 de mayo de 2023

EL EXORCISTA DEL PAPA y las armas de la fe

 




El exorcista del papa (The Pope's Exorcist) pretende poner en escena al mítico padre Gabriele Amorth, que fue exorcista de la diócesis de Roma desde 1986, año en que fue designado, hasta su muerte en 2016, y que afirmó haber realizado alrededor de 70 mil exorcismos. De hecho, la película está inspirada en dos de sus libros (publicó cerca de una veintena): Un exorcista cuenta su historia (1999) y Un exorcista: más historias (2002), ambos escritos junto a Nicoletta V. Mackenzie.

            En el film, el padre Amorth (Russell Crowe) es llamado por el mismo papa (Franco Nero) para que se ocupe de un extraño caso de posesión en España, en el que un niño de unos 11 años tiene indicios claros de estar poseído por una entidad maligna. Para cumplir con su trabajo, nuestro protagonista deberá desoír los cuestionamientos que, dentro de la misma Iglesia Católica, le dirige un grupo de sacerdotes modernistas (que duda de sus trabajos y desestima sus métodos) y dirigirse a la Abadía de San Sebastián para ayudar al chico y a su familia, dueña actual de la edificación. Una vez allí, el padre Amorth contará con la ayuda del padre Esquibel (Daniel Zovatto), un joven sacerdote español, con quien formará una dupla en la que ambos no sólo se enfrentarán al demonio, sino también a la historia misma del lugar, a los errores pasados de la Iglesia y a sus mismos pecados, con sus consecuentes sentimientos de culpa, que la oscuridad intentará usar a su favor.

            La película me pareció entretenida, ágil. La actuación de Russell Crowe se lleva todos los aplausos, aunque hay que admitir que no se parece en nada al padre Amorth, aspecto que han señalado algunos de sus detractores. El problema tal vez radique en la intención de hacer pasar la historia como un hecho real que involucra a personas reales. No tiene nada de malo inspirarse en personas históricas para crear personajes ficticios, prácticamente todos (o directamente todos) los escritores lo hacen en alguna medida, pero no hay por qué llamar a esos personajes, salidos de la mente y de la pluma del autor, como los individuos que pudieron influir en su origen. Para dar un ejemplo podemos mencionar a sir Arthur Conan Doyle, que para crear a su famoso detective se inspiró en el doctor Joseph Bell, pero que, en vez de llamar a su personaje como el médico, lo llamó Sherlock Holmes. Si el protagonista de El exorcista del papa se hubiese llamado de cualquier otra forma, aunque se admitiera la influencia del padre Amorth, la película hubiera dado menos argumentos a aquellos que buscan desautorizarla.

            Por otra parte, un aspecto negativo adicional que se podría marcar es el exceso de espectacularidad. La posesión es muy llamativa, llena de manifestaciones sobrenaturales ostentosas, como levitaciones, cambios abruptos de fisonomía, personificaciones diversas y una larga lista de etcéteras. Esto, que sin duda se hizo para llamar la atención del espectador y provocarle más miedo, termina por enturbiar la verosimilitud. Dicho con otras palabras, es difícil tomársela en serio. El público de hoy está demasiado acostumbrado a los efectos especiales, por lo que no es esto lo que lo sorprenderá. Mejor hubiera sido una puesta en escena más sobria, en la que el mal se mostrara taimada y disimuladamente, como suele mostrarse.

            Por lo demás, la película me gustó mucho. Tenemos una historia que se arriesga a ir a contramano del pensamiento predominante de hoy en día. Aquí no se duda de la existencia de un Dios bueno y de un Satanás malo, como tampoco se juega con la idea de la incapacidad del bien de someter al mal. Al contrario, se muestra de manera fiel a la doctrina católica la forma en la que el mal actúa en el mundo y cómo Dios se vale de personas libres, con sus propios pecados y fallas a cuestas, para hacerle frente y vencerlo con las armas de la fe y la oración. Como dice el epígrafe del comienzo, citando al verdadero padre Amorth: “Cuando nos burlamos del diablo y nos decimos a nosotros mismos que no existe, es cuando él es más feliz”. No es casual que, en este presente tan ateo, donde las personas no sólo no creen en Dios, sino tampoco en el diablo, es cuando más se puede ver cumplida la voluntad de este último.

 

 

 

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Título original: The Pope's Exorcist

Año: 2023

Duración: 103 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Julius Avery

Guion: Evan Spiliotopoulos, Michael Petroni. Biografía sobre: Gabriele Amorth.

Historia: R. Dean McCreary, Chester Hastings

Música: Jed Kurzel

Fotografía: Khalid Mohtaseb

Reparto: Russell Crowe, Alex Essoe, Daniel Zovatto, Peter DeSouza-Feighoney, Franco Nero

Compañías: Screen Gems, 2.0 Entertainment, Jesus & Mary, Loyola Productions. Distribuidora: Screen Gems



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