Con Olvidemos todo de una vez, de Fernando Figueras, cierro la serie de reseñas de los libros que Muerde Muertos editó en 2020 para conmemorar sus diez años de vida, y que además incluye Desatormentándonos de José María Marcos y No obstante lo cual de Carlos Marcos. Al igual que estos dos títulos, el de Figueras también hace alusión al rock nacional, específicamente a la canción «Estertor» de Babasónicos. De esta manera, la literatura tiende su red no sólo en su propio campo, hacia otros libros, sino que también se expande hacia la música, como queda dicho, y hacia la pintura, con sus tres portadas extraídas de obras de Alejandro Marcos. En conjunto, los tres libros forman un trinomio perfecto, que reclama unidad, pero que sorprende y se disfruta por separado.
Teniendo en cuenta este costado musical, podríamos decir que Olvidemos todo de una vez es una gira mágica y misteriosa, en la que no falta el delirio (tan exquisito cuando se trata del delirio de Figueras), ni la violencia, ni el horror, ni, tampoco, el amor. En los siete cuentos que conforman el libro (más el prólogo, que bien puede ser visto como un relato más), el lector experimenta todas las emociones dignas de aprecio que la lectura puede despertar: risa, empatía, miedo, impresión, inquietud, horror, tristeza y risa de nuevo. Al terminar la lectura, uno se pregunta cómo se pudo leer tanto en apenas un libro.
Comencemos el viaje por esta cartografía impredecible,
sorprendente, total. Recorramos un poco Olvidemos
todo de una vez:
- El «Prólogo para
cantar» es ya una muestra de la virtud de Figueras para plasmar escenarios
ingeniosos e hilarantes. Acá, el narrador nos cuenta sobre sus extrañas noches,
acompañadas de personajes un tanto peculiares. Una joyita con un cierre
formidable.
- «El sabor del
reencuentro» esgrime lo mejor de Figueras. Un amor que dejó de ser volverá a
nacer en las circunstancias más curiosas e insólitas. Se requiere del lector
una mente abierta y una mirada profunda del amor.
- «Pileta rusa»
representa un hallazgo narrativo, al tiempo que exhibe una originalidad sádica
y brutal. Uno de mis cuentos favoritos.
- «¡Ole!». Un hombre que haría cualquier cosa con
tal de recuperar a su amor perdido, incluso contratar los dudosos servicios de
un brujo. Los desafío a leerlo sin reírse. Yo no pude.
- «Río de Janeiro»
nos sumerge en una versión oculta de Buenos Aires, donde un viaje en subte puede
conducir a túneles desconocidos y a experiencias sensuales cercanas al éxtasis.
Para los amantes de las conspiraciones.
- «Mechas». Una vez
más, el amor perdido en el pasado surge como amenaza concreta en el presente,
en este caso en forma de mechas. Un texto que con pocas palabras dice mucho.
Incluso, me animaría a afirmar que lo dice todo.
- «Llevar un pañuelo».
Un ejemplo de lo que es un relato de terror perfecto. No quiero decir nada para
no spoilear. Sólo diré que es otro de
mis favoritos.
- «Taj Mahal» es el
cuento más largo del libro. Es, también, una especie de leyenda, que nos abre
los ojos sobre el origen de una realidad que todos sufrimos alguna vez, pero de
la que ninguno pudo desentrañar su causa: ¿por qué los albañiles nunca terminan sus trabajos? Después de
este relato, podemos esperar un nuevo equilibro en el universo.
Con este breve repaso, ya podrán ver la multiplicidad de experiencias que
les espera. No pierdan la oportunidad, lean Olvidemos
todo de una vez de Fernando Figueras. Raramente la literatura nos ofrece
tanto en un solo viaje.
***
Sobre el autor: Fernando Figueras nació en Buenos Aires en 1970. Es escritor y docente. Publicó el volumen de cuentos Ingrávido (Muerde Muertos, 2010), la nouvelle divague Quepobrestán (Muerde Muertos, 2013), el poemario Haikus Bilardo (en co-autoría con José María Marcos, Muerde Muertos, 2014) y, orientado al público infantil, el western Un duelo a cara de perro (Del Naranjo, 2015) y los libros de relatos Tarjeta roja (Huentota, 2019) y Ardillas (Otero, 2020). La compilación de cuentos Olvidemos todo de una vez salió en 2020, conmemorando los diez años de la editorial Muerde Muertos. En 2021 vio la luz su novela juvenil Oro en el viento, que puede oírse por YouTube en formato de video, leído por treinta escritores contemporáneos.