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A menudo me he preguntado qué significan estas palabras del apóstol San Juan: «Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, pues lo protege lo que en él ha nacido de Dios, y el Maligno no puede tocarlo» (1 Jn 5, 18). ¿Cómo puede Juan afirmar que el que ha nacido de Dios no peca, cuando a diario se ven en los creyentes pecados de todo tipo? ¿O será que en los primeros años de la cristiandad la fe era más fuerte y el pecado más débil? No lo creo. De seguro que, al estar la vida religiosa en un primer plano, la relación con el pecado era otra, pero no creo que se pecara mucho menos entonces. Lo que Juan plantea no es la realidad de la conducta humana (que de hecho es plural y, según los momentos históricos, puede diferir), sino la realidad misma del pecado.
La cita anterior se puede entender mejor si se la relaciona con esta otra cita de la misma carta: «El que peca demuestra ser un rebelde; todo pecado es rebeldía» (1 Jn 3, 4). Y aquí llegamos a la realidad del pecado. Juan puede afirmar que el nacido de Dios no peca porque no hay rebeldía en su «pecado». Antes, en los tiempos del Antiguo Testamento, la Ley estaba tan presente y era tan específica y minuciosa que cualquier pecado era una transgresión. Y toda transgresión es, en alguna medida, una rebeldía. Pero en los tiempos del Nuevo Testamento (que, aunque no lo parezca, llegan hasta nuestros días) esto cambió. La Ley, a partir de la Nueva Alianza, es amor, ya que emana de Dios mismo, y «Dios es amor» (1 Jn 4, 7). Pecar ya no es llevar a cabo una acción mala, pecar es no amar o, en su defecto, odiar: «Y el amor consiste en vivir de acuerdo a sus mandamientos» (2 Jn, 4), afirma el apóstol en su segunda carta. De esta manera, podríamos cambiar una palabra de la primera cita y decir que el que ha nacido de Dios no odia, y por eso no peca. A partir de Jesús, el pecado dejó de ser, para el nacido de Dios, transgresión, para pasar a convertirse en debilidad. El cristiano (el verdadero, en todo caso[*]) «peca» por débil, no por rebelde.
Por esto mismo, el apóstol San Pablo puede afirmar: «Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor» (1 Cor 13, 13).
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[*] Insisto en esto, ya que no faltará quien diga: «Los cristianos son los peores» o «Yo veo que los cristianos pecan igual que todo el mundo», etc. En primer lugar, no todo aquel que se dice cristiano es, efectivamente, cristiano. De hecho, no todo aquel que se cree cristiano es cristiano. Hay que tener en cuenta su realidad espiritual y su relación con la Divinidad. Muchos se dicen o se creen creyentes, pero no saben muy bien en lo que creen y no tienen mucho interés en averiguarlo. De cualquier manera, las acciones de los creyentes y los no creyentes pueden no diferenciarse a simple vista, pero la diferencia radicaría en la motivación que lleva a la acción y en la respuesta a la mala acción consumada. Es decir, la diferencia se hallaría en el interior del individuo y no en su comportamiento exterior.
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3 de septiembre de 2009
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NO TE CONFUNDAS, EL NACIDO DE DIOS ES SU HIJO JESUCRISTO, PUES EN ÉL NO HUBO PECADO ALGUNO. NOSOTROS SOMOS HIJOS DE DIOS, QUE ES MUY DIFERENTE, SOMOS HUMANOS, SU CREACIÓN. DIOS NOS HA DADO UNA LIBERTAD,MÁS SIN EMBARGO EL HOMBRE HA ABUSADO DE ESA LIBERTAD POR ESO ADAN Y EVA PECARON, NO PODEMOS DECIR QUE PECAMOS POR CULPA DEL DEMONIO, ES ERRONEO PENSAR ASÍ PUES LA MAYORIA DE LAS TENTACIONES PROVIENEN DE NOSOTROS MISMOS. ES VERDAD QUE SOMOS DEBILES PERO TAMBIEN ES VERDAD QUE NO SOMOS TAN DEBILES COMO PARA NO PODER RESISTIRNOS, PIENSALO BIEN Y TE DARAS CUENTA DE QUE LOS PECADOS QUE COMETEMOS LOS HACEMOS POR QUE QUEREMOS NO PORQUE SEA INEVITABLE. TE RECOMIENDO QUE ESTUDIES MÁS LOS TERMINOS DE LIBERTAD, PECADO, CONCUPISENCIA. TE DEJO ESTA CITA BIBLICA PARA QUE REFLEXIONES. "Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla."(1°COR. 10 13). DIOS NOS AYUDA A SOBRELLEBAR LA TENTACION PERO RESPETA LA LIBERTAD DE LA PERSONA CUANDO ACEPTA EL PECADO.
ResponderEliminarNo es clara la distinción que usted hace entre "Nacido de Dios - Cristo" e "Hijos de Dios - nosotros", ya que también se le llama Hijo de Dios a Jesús (usando citas de la carta mencionada: "Sabemos también que el HIJO DE DIOS ha venido...", 1 Jn. 5, 20)y "nacidos de Dios" a nosotros ("Todo el que cree que Jesús es el Mesías ha nacido de Dios", 1 Jn. 5, 1). De esta manera, la cita mencionada de 1 Jn. 5, 18 se refiere, me parece, a esta definición de "nacido de Dios". Además, en el contexto de la carta, se viene hablando de los pecados de las PERSONAS y de la necesidad de orar por ellas. Incluso, ya en 1 Jn. 5, 19, continúa hablando de las personas, no de Cristo ("Sabemos que somos de Dios..."), por lo que pensar que en 1 Jn. 5, 18, el evangelista hace un paréntesis para cambiar el foco de su escritura es descontextualizar el fragmento de la carta.
ResponderEliminarAhora bien, admito que se trata de una frase que me sigue despertando interés y ciertas dudas.
Saludos y gracias por comentar.