Hay artistas, la mayoría, que alcanzan su mejor momento a una determinada edad y luego, si tienen la oportunidad de envejecer, comienzan a decaer. Como ejemplos podríamos mencionar a Borges (cuyas mejores obras son Ficciones y El Aleph, ambas de la década del ‘40), Cortázar (muchos dicen que su mejor libro de cuentos es Bestiario, su primer libro de cuentos), Michael Jackson (que nunca volvió a lograr un éxito como Thriller) y John Lennon (que jamás alcanzó la calidad que demostró en los Beatles), entre muchos otros. Son pocos los artistas que siguieron progresando en una ascensión constante hasta la vejez y la muerte. Muchos murieron jóvenes, y eso fue lo mejor que le pudo haber pasado a sus carreras. El caso de Stephen King es el de los pocos que lograron mejorar más allá de los años de juventud, superándose ininterrumpidamente. Tres de las mejores novelas de King son sus últimas tres novelas: La historia de Lisey, Duma Key y La cúpula. Muchos preguntarán: ¿Y qué pasa con Apocalipsis, Misery, It, Cementerio de animales o Insomnia? Yo respondería: Todas ellas son muy buenas (al menos a mí me gustaron mucho), incluso algunas fueron más exitosas que las últimas tres, pero de ninguna manera son mejores. Tal vez no sean peores, pero de seguro no son mejores. Esto significa que King no ha bajado la calidad y, en algunos casos, la ha elevado. De hecho, él mismo cuenta que intentó escribir La cúpula en 1976, pero la magnitud del proyecto lo superó y abandonó la novela con sólo setenta y cinco páginas escritas, las cuales se perdieron para siempre. Ahora, más de treinta años después, volvió a intentarlo y el resultado es más que satisfactorio, lo que prueba que estas décadas no pasaron en vano.
La cúpula (Under the Dome) es una novela de mil ciento treinta páginas que se lee como si tuviera trescientas. La historia, a primera vista, no resalta por su complejidad: un día de otoño que nada tiene de especial, una cúpula cae sobre el pueblo de Chester’s Mill. De momento, el origen de la cúpula es desconocido y ni siquiera el gobierno de los Estados Unidos parece entender lo que está pasando. Entonces, en el pueblo (que es lo mismo que decir dentro o bajo la cúpula) los personajes intentan seguir adelante a medida que la energía (alimentada por un suministro limitado de propano) comienza a escasear, el aire a enrarecerse y las esperanzas de salir a desaparecer. La complejidad, entonces, se evidencia, y King sorprende con su capacidad, ya conocida por sus seguidores, de plantear y representar las relaciones humanas. Dentro de la cúpula, los personajes tienen que enfrentarse a un peligro más letal que la cúpula misma, y ese peligro es el otro, el prójimo. Con una calidad y una perspicacia innegable, King nos presenta a Dale Barbara, Big Jim, Julia Shumway, Rusty Everett y a más de cincuenta personajes, que a medida que avanzan las páginas se convierten en personas, que amamos, odiamos y seguimos sin descanso.
Mirándola de cerca, la idea de la cúpula es pasible de ser vista como una alegoría. De alguna manera, todos vivimos dentro o bajo una misma cúpula, que es nuestro planeta o, si se quiere, la atmosfera. En relación al universo vivimos encerrados, y nuestro comportamiento determina la calidad de la vida en el mundo. La contaminación, los incendios intencionales y la arbitrariedad al momento de utilizar los recursos naturales dañan nuestro planeta y pueden llevarnos a un futuro sin futuro. En este sentido, podemos ver La cúpula como un experimento de King en relación con el comportamiento de las personas en una escala reducida que puede proyectarse a una escala mayor. Pero esto es sólo para los que les gusta las claves y las metáforas; para los que no, la historia es suficientemente buena como para no pensar en nada más.
Me gustaría hablar un poco de los personajes. Hay muchos, tantos que antes de comenzar la novela hay una lista con algunos nombres y algún dato que nos permita recordar qué hacen o de qué trabajan. En un principio, la lista es útil, pero pronto comenzamos a conocerlos de tal manera que podemos recordar treinta o cuarenta nombres sin necesidad de parar la lectura para preguntarnos quiénes son o qué hacen. Y es que, como dije antes, una de las mayores habilidades de King es la de plantear relaciones humanas y la de crear personajes. En La cúpula, esta habilidad está más que aprovechada. Los personajes se ven en una situación extraordinaria que no saben cómo manejar, por lo que algunos recurren a la religión, otros al poder (si es que lo tienen) y otros a la enajenación. Y las contradicciones son constantes. Así, podemos ver a personas con buenas intenciones que entregan el pueblo a la destrucción, personas religiosas que son capaces de asesinar y después rezar por las almas de los difuntos, o incluso «buenas» personas con conductas criminales y «malas» personas con actitudes honrosas. Las vidas debajo de la cúpula son tan complejas e indefinidas como las que podemos encontrar a nuestro alrededor (o en nosotros mismos). Algunas máscaras se caen, por supuesto, lo que no hace más que contribuir a la complejidad y al deleite de los lectores.
A pesar de una traducción apresurada y a las claras descuidada, La cúpula es un buen ejemplo de lo mejor que puede hacer Stephen King. Lo único que lamento es que, por su extensión y su elevado precio (149 pesos), muchas personas no van a arriesgarse a transitar sus páginas. Es una lástima, ya que, a pesar de ser una novela muy larga, no le sobra nada.
Mi consejo es que lean esta novela. Si son seguidores de Stephen King (sus «Lectores Constantes» diría él) háganlo a sabiendas de que no saldrán defraudados, y si nunca leyeron nada de él, entonces háganlo con la seguridad de que descubrirán un mundo literario que los arrastrará, con placer, a más de otras cuarenta novelas que los estarán esperando. La cúpula es una excelente opción para seguir con Stephen King o, también, para comenzar con él.
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Sobre el autor: Stephen King nació en Maine (EE.UU.) en 1947. Estudió en la universidad de este Estado y después trabajó como profesor de literatura inglesa. Su primer éxito literario fue Carrie (1974), que, como muchas de sus novelas posteriores, fue adaptada al cine. Lleva escritas más de cuarenta novelas (entre las que se destacan Cementerio de animales, It, The Green Mile, Un saco de huesos y la saga La torre oscura, entre muchas otras) y doscientos relatos. En 2003 fue galardonado con el premio literario estadounidense de mayor prestigio, la medalla de The National Book Foundation for Distinguished Contribution to American Letters.
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- King, Stephen. La cúpula. Buenos Aires, Plaza & Janés, 2010.
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- Más sobre Stephen King en El lugar de lo fantástico:
- «Trailer de La cúpula» (aquí)
- «Despues del anochecer, de Stephen King» (aquí)
- «Duma Key, de Stephen King» (aquí)
- «Trailer de Duma Key» (aquí)
- «La nueva novela de Stephen King: Under the Dome» (aquí)
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Interesante el libro que contás y muy bien propuesto. Es verdad que el bolsillo determina mucho las elecciones a la hora de comprar un libro, sobre todo que uno compara el precio de este tipo de obras con los clásicos, y se termina quedando con un tomo de obras completas. Pero, de todas maneras, no es tan caro el precio eh, lo que pasa (¡lo que pasa!) es que muchas personas comparan el costo con otras cosas (materiales) a las que adosan más valor, qué se le va a hacer.
ResponderEliminarMe di un paseito por este blog, está muy buena la forma que exponés los temas. Yo ando buscando un libro que compendie de manera precisa y completa los movimientos literarios, sus características, el contexto en el que surgen y sus mayores exponentes. Te acepto sugerencias.
Saludos
Hola Noelia. Gracias por la visita y el comentario.
ResponderEliminarTe recomiendo el libro "Mímesis", de Erich Auerbach.
Saludos.
Interesante el planteamiento con que empiezas tu artículo. Es cierto, muchas de las primeras obras de muchos escritores, tienen una calidad que después no pudieron ser alcanzadas. Parece ser la norma. Pero aunque las excepciones son pocas, felizmente las hay.
ResponderEliminarY en cuanto al autor. Se puede aprender mucho de Stephen, esa prosa limpia y clara, tan característica de la literatura norteamericana, es más que una simple lección. Es una forma de ver la literatura.
No he leído este libro pero espero poder hacerlo.
Buenísimo Lucas!! te aplaudo de pie.
ResponderEliminarTotalmente convincentes los argumentos que esgrimís, me dieron ganas de tener el libro en mi biblioteca y ponerme a leerlo ya.
De mi parte, también puedo decir que concuerdo con vos en que "La historia de Lisey" es uno de los mejores libros de SK.
Abrazo!!
Gracias por la sugerencia... Intento conseguirlo, sabes, parece que está agotado o fuera de stock.
ResponderEliminarDe igual manera, es cuestión de tiempo, siempre se consiguen los libros que uno quiere... Bueno, a veces no... Pero mientras esté traducido al español y se edite con cierta regularidad, es cuestión de estar atento.
Noelia (sos Noelia O.?), yo consigo cualquier libro. Incluso éste. Es más, el día que lo conseguí Lucas lo tuvo entre sus manos.
ResponderEliminarSaludos!
(Un minuto después de comentar, veo que no sos Noelia O. sino Noelia A.
ResponderEliminarSaludos!)
Hola, Ricardo, mucho gusto. Soy Noelia.A, no conozco a la tocaya Noelia.O, mandale saludos, ja ja.
ResponderEliminarMe parece extraño que consigas "cualquier libro" En ese caso ¿conseguirías un "Cautio criminalis" de Freiedrich von Spee en castellano?
Del que me recomendó el compañero Lucas no tengo noticias todavía, lo pedí a temátika, así que no me comprometo a solicitarlo en ningún otro medio en tanto no tener respuesta de allí.
Por cualquier cosa, contestame en mi blog, o vamos a hacerle un foro de preguntas y respuestas acá en los comentarios del post al compañero. Saludos Ricardo y saludos Lucas
Hola,la verdad que otra vez contas otro libro y otra vez quiero comprarlo jaja muy bueno el articulo!
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