Estamos en «la Era del Xiaomi
Neura», un futuro en el que la virtualidad llegó hasta tal punto de desarrollo
que una persona puede «salir» de su casa sólo cerrando los ojos. En ese contexto,
Kilian (un exprofesor) escribe una novela ayudado por el holograma Elián, su asistente de
escritura dotado de Inteligencia Artificial. La vida de
Kilian no es más que una gris rutina que abarca la redacción, la discusión con
Elián sobre temas de composición narrativa, las compras en el supermercado
chino de la vuelta (al que «va» conectándose
a la red desde sus propios «circuitos» neuronales) y un dolor de cadera que
no deja de intensificarse con el correr de los días. Al menos hasta que escucha
un grito en el pasillo de su piso y descubre que una de sus vecinas acaba de
ser asesinada, a poca distancia de su puerta, por alguien que se dio a la fuga.
Sucesos posteriores, que incluyen pruebas contundentes y una notable semejanza
entre lo que estaba escribiendo y el crimen, pondrán a Kilian en una nueva situación,
para nada favorable.
El
sonido de las cosas es una novela muy interesante. En menos de 80 páginas,
su autor, Gonzalo Santos, construye un cosmos difícil de clasificar en términos
clásicos, y que por eso podríamos incluirlo en lo que algunos llaman New Weird, género (?) que se caracteriza
justamente por la hibridación, por la irrupción de lo raro y por el movimiento
y el constante cambio. En el caso de El
sonido de las cosas, nos sumergimos (y el verbo no es caprichoso) en una
historia que trabaja con la ciencia ficción, el horror cósmico, el pulp, la teoría literaria y el policial
(sin agotar la lista). Cada género es atravesado y trascendido, incluido en una
totalidad que lo transforma al tiempo que es transformada por él.
Asimismo, con referencias a autores como
Foucault, Eco, Kafka, Deleuze, Heidegger, Freud, Cortázar y una larga lista de
etcéteras, la novela es también una reflexión sobre las posibilidades de la
literatura en un mundo mediado (cuando no gobernado) por la tecnología. En las
discusiones de Kilian con su asistente, somos testigos de un cambio de
narrativa, que deja atrás los nombres de los escritores conocidos (y que
podríamos llamar «analógicos») y da nacimiento a uno nuevo, del tipo
tecnológico, representado por Elián. La construcción del lector, la elaboración
de la trama, los recursos narrativos, todo se transforma cuando la IA escribe
ficciones, hasta el punto de desdibujar los contornos entre lo real y lo
narrado.
Por otra parte, y en términos más generales, no faltan las observaciones
sarcásticas de un narrador que, desde ese futuro, nos muestra las distopía de
nuestro propio presente, lleno de consignas y militancias que nos llevarán a
las mismas consignas y militancias, en un círculo que no avanza sin morderse la
cola a sí mismo.
Y en medio de este trabajo metaliterario
y crítico está la historia, está Kilian, un hombre que hace de la procrastinación
su constante, que siempre deja para después
lo que tiene que hacer ahora. Sólo el crimen, como si se tratara de un personaje
de Arlt (cuando no de Dostoievski), le da un nuevo sentido a su vida y lo
obliga a ponerse en movimiento, sacándolo del encierro y llevándolo desde una
Buenos Aires propia del ciberpunk a
unos asentamientos en las afueras que nos recuerdan las oscuridades de
Innsmouth.
Todo en El sonido de las cosas es digno de mención y de análisis, pero no
quiero extenderme. Las reseñas, mientras más se dejan llevar por el entusiasmo,
más corren el riesgo de acabar con el entusiasmo de los lectores. Por eso, sólo
quiero decir lo siguiente:
Lean esta nueva novela de Gonzalo Santos.
Entren a este universo hecho de comida sintética, drones y mutantes.
Les aseguro que no saldrán siendo los mismos.
Si es que salen.
- Santos, Gonzalo. El
sonido de las cosas. Buenos Aires, Azul Francia, 2021.
***
Sobre el autor: Gonzalo Santos nació en Avellaneda, en 1984. Es escritor y profesor de literatura. Ha publicado las novelas El nudo celta de la calle Bioy Casares (2014), Yo fui un hacker gordo y un poco eunuco (2017) y El juez y la nada (2019), además de los libros de no ficción En las escuelas: una excursión a los colegios públicos del GBA (2013), (De)Formación docente: apuntes dispersos (2016), Enseñar en tiempos de hashtags (2020), que es una edición revisada de los libros anteriores; y Mi padre y yo: conversaciones con Enrique Breccia (2020). Actualmente, dicta talleres de lectura y escritura académica en institutos de formación docente y colabora regularmente en el suplemento de cultura del diario Perfil.
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